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Tn Carrow

Dos menos, entonces menos problemas y bromas.

Marvolo y Mattheo ya se habían ido para Hogwarts lo que significa que es menos trabajo para mí. Ahora entiendo por qué mi madre siempre se quejaba cuando me daban mis arranques de locura.

Solo queda Delphini y con ella todo es más fácil. Ayudarla con sus tareas, alimentarla, su aseo personal, jugar y dormir. Es más sencillo que con los otros dos.

Sigo trenzando el cabello de Delphini en una pequeña diadema con su cabello. La veo jugar con su peluche de elefante.

—¿Por qué mi mamá no me quiere a mi y a mis hermanos?— habla Delphini rompiendo el silencio.

—Princesita... Yo.... No es que tú mamá no los quiera a ustedes solo que es difícil.— nunca me preparé para esto.

—Una vez escuché como Tommy y Matthy hablaban sobre que mamá intentó ahogarme.— maldición...

—Tus hermanos están locos, ve que uno está más desquiciado que el otro.— la abrazo para darle confort y cariño.

—¿Cómo era tu mamá, Tn?

—Mi mamá.... Ella era una mujer hermosa, su cabello era de color azabache, ojos verdes, labios rosados y gruesos, era un poco más alta que yo, siempre usaba vestidos más abajo de las rodillas y tacones altos. Ella era de Cali.

—¿Se parece a ti?

—Nos parecíamos mucho.— Delphini se acurruca en mis brazos.

—¿Dónde está?

—Está en el cielo...

—Lo siento....— ella me abraza y me hace recostar mi cabeza en su pecho pero solo dejo mi cabeza rozando su camisa.— Yo puedo ser tu mamá.— solté una pequeña risa ante su comentario.

.....

—Señor Riddle, Delphini ya está en casa de su amiga Venus, tres mortifagos cuidan la casa por precaución y Delphini tiene hechizos de protección de todos modos.

—No quiero que se malinterprete mi paranoia pero no confío en nadie, señorita Carrow.— el señor Riddle avanza con un vaso de whisky cada que no está Delphini.

—¿Y en mi?

—En usted tengo puesta toda la confianza que tengo.— me alejo unos pasos porque él estuvo muy cerca de mi.— No se aleje, no la voy a morder, bueno no aún. Si usted me lo permite es otro caso.

—Usted bromea demasiado, estoy empezando a extrañar a el hombre que se enojaba cada dos segundos.— el señor Riddle toma un mechón de mi cabello y juega con el.

—Recuerdo escucharla maldecir tantas veces por ese hombre que la hacía enojar cada dos segundos.

—E-eh y-yo....— se me fueron todos los argumentos y palabras.

—¿Sin palabras?— su respiración golpea mi frente y al igual que todo en él su respiración es fría— Estaré haciendo ejercicio, por si usted quiere ver un rato.

The Game- Tom Riddle +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora