28

1.3K 178 8
                                    

Tn Carrow

Termino de comer la sopa que me dieron en el hospital. Tom no ha aparecido y eso me indigna.

No sé por qué pero me molesta.

Delphini está dormida en el mueble de la habitación, se ve tan pacífica, me hubiera gustado ser así, poder disfrutar como ella. No me hubiera gustado que Patrick le hubiera hecho daño. Marvolo y Mattheo están igual de dormidos.

Me levanté de la cama con cuidado y me coloqué unas zapatillas; me pesa todo el cuerpo. Doy unos cuantos pasos hasta la salida, busco con la mirada la figura de Tom. Hasta que lo que veo hablando con una mujer rubia. Ella ríe por algo que él dijo.

«Ay, claro, yo en una camilla y él coqueteando. Hombres.»

No sé a dónde voy pero seguí caminando en dirección contraria a la de él.

—¿Que haces, Tn?— uy, me descubrió. Salí corriendo o caminando rápido lejos de él.— No corras, loca.

¿Me llamó loca? Lo dice el que habla con serpientes.

Me tuve que detener por el cansancio, definitivamente mi fuerte no es la resistencia.

—¡¿Estás loca?!— alza la voz Tom con exaltación.

—Tu estás loco. No me has visto, te fuiste de la habitación y no volviste.

—Porque te estaba dando espacio.

—No quiero que me des espacio, quiero que me hables y digas si me odias o no.

—¡No te odio! Tu deberías odiarme.

—¡Yo no te odio!— le dí un manotazo en el brazo.

—Por mi culpa estás así herida, si yo te hubiera escuchado todo estaría bien.

—No es tu culpa. Yo asumí las consecuencias por mentir.

—No me salgas con el complejo de culparte por algo que no es tu culpa.— él me cargó como un costal de papas.

—Se me va a salir el muchacho por la boca.— me levanté con mis brazos impulsando mi peso con la espalda de tom.— Eres un caníbal.

—Salazar, dame paciencia, tengo treinta y ocho años, mi paciencia es corta.

Tom me regresó a la habitación y me acostó en la camilla.

—No vuelvas a salir corriendo, eso te hace daño.

—¿Puedo decirte algo?

—Claro.— él se sienta frente a mi.

—Estoy embarazada.

—Lo sé.— ¿Cómo lo supo?

—No quiero que sientas que te estoy amarrando con un bebé, tampoco estoy obligandote a tomar una responsabilidad, estem... Solo quería que lo supieras.

—Lo sé. Tu no eres Stephania, se que siempre has querido ser madre, ¿por qué no lo fuiste antes?

—Es una larga historia...

—Puedo escucharte.

—¿Alguna vez te conté como fue que murió mi madre?— Tom negó sin decir ni una sola palabra —  Pues escucha con atención.

Hace años, edad, 17 años.

Mi madre está amarrada contra él la mesa, Patrick le cortó garganta con un cuchillo de cocina.
Mis ojos lagrimeaban al ver cómo Patrick le abría el estómago a mi madre y luego empezaba a echarle ácido.

«No debimos intentar escapar»

Patrick hizo que mi mamá viera antes de morir como él abusaba de mi.

Mi mente repetía varias veces que yo era fuerte, que yo podía resistir esto. No quiero resistir, no quiero ver cómo mamá muere, deseo que todo fuera una pesadilla y despertar con mi mamá pero sin Patrick ni papá.

—Esto es por tu culpa, mi amor.— Patrick besa mis labios mientras me ahorca. Siento el filo del cuchillo atravesar mi estómago robando mi aliento.

La sangre empieza a salir sin detenerse, con rapidez el piso empezaba a llenarse de sangre.

Mi vista empieza a nublarse y es como si pudiera sentir mi corazón empezaba a latir más lento.

Cuando Patrick se dió media vuelta agarre el vidrio que estaba a mi lado y se lo clave en el pie.

Caí en el suelo con mis ojos cerrándose sin poder evitarlo.

Lo último que escuché antes de quedar inconsciente fueron las voces de los aurores.

Actualidad.

—Vi como mi madre moría sintiendo que era mi culpa, yo la convencí para escapar.

—Es de valientes sobrevivir, eres una superviviente. No todos logran salir.

—Y de nada sirvió porque él salió de Azkaban y probablemente se volvió a escapar.

—No te preocupes por eso.— había algo en el tono de su voz, lo aprendí en los años que trabajé para él, sonaba como el sonido de la muerte cuando te viene a buscar, o el asesino que duerme debajo de tu cama esperando a que cierres los ojos y clavarte el cuchillo en el corazón.

—¿Que planeas?

—Que me perdones por ser un imbécil.

—Planeas algo más.

—Adelantarte la navidad. ¿Cómo te sientes futura madre de mi hijo?— sonreí al escuchar como se oye.

—Sabia que papá te había embarazado.— Marvolo está sentado en el sofá mientras se come una gelatina— Mattheo, dame mi dinero.

Mattheo le tiende su billetera de mala gana.

—Maldito.

—¿Ustedes apostaron por mi bebé?— los encaré con incredulidad.

Delphini se comía la gelatina de Tom sin que se diera cuenta.

—Si.— los dos ponen su mejor cara de yo no fui.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

— los dos ponen su mejor cara de yo no fui

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Game- Tom Riddle +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora