vii. grief

489 80 46
                                    

(Reproducir la canción en bucle desde el inicio del capítulo para una mejor experiencia)

2/2

[𝓦𝓖. 07]

❝  𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑 ❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

❝  𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑 ❞


Recibió una curiosa nota cuando llegó a la habitación, un niño se había colado a su alcoba para entregarle aquel mensaje.

Se le pedía ir a un lugar alejado con ropa vieja y únicamente con un guardia de confianza, Ravenna no estaba segura de si debería ir.

Finalmente, después de pensar seriamente decidió que iría, si quisieran matarla lo habrían hecho. Lo habían demostrado al entrar a su habitación, si un niño lo podía hacer, un hombre o una mujer también.

Vistiendo sus mejores harapos y cubriendo muy bien sus blanca cabellos, la peliblanca se escabulló de su habitación con Alaric siguiéndola de cerca.

Ambos caminaban en silencio mientras se dirigían al lugar acordado, podía sentir que el norteño estaba tenso y en alerta detrás de ella.

Esperando cualquier señal de peligro para defender a la Arryn, cual fue su sorpresa cuando se encontró con la encapuchada figura de La araña.

Una sensación de pánico se instaló en ella pero no permitió que nadie lo viera, acercándose lentamente, Ravenna se mantuvo con un rostro neutro y sereno mientras hablaba con voz clara.

—Lord Varys, creo que no debería de sorprenderme por verlo aquí —dijo hasta estar frente a él.

—Me temo que no mi lady, me imagino que se encuentra curiosa por saber porqué la cité aquí y en estas circunstancias —a Ravenna siempre le genero desconfianza cualquier persona que formara parte del consejo.

Por lo que había podido escuchar todos tenían ojos y oídos en todas partes, esperando como buitres cualquier oportunidad para ganar más poder.

—Bueno, aquí me tiene —contestó con simpleza tratando de parecer despreocupada cuando en realidad estaba aterrada.

—Me temo que no la traje aquí para lo que sea que usted esté pensando —habló con ese extraño tono que le ponía los pelos de punta.—Sígame.

Nerviosa por el suspenso que rodeaba el ambiente, la peliblanca dudó un poco antes de dar el primer paso y seguir al eunuco.

Soltó un jadeo cuando una mano rodeó suavemente su muñeca, dirigiendo su mirada su guardia, se encontró con la oscura mirada preocupada del norteño.

𝖂𝖎𝖈𝖐𝖊𝖉 𝕲𝖆𝖒𝖊 | robb stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora