Capítulo 21

79 1 0
                                    

- Me vas a volver loco. Lo que has hecho ha sido una puta pasada. - no podía girarme, estaba demasiado avergonzada. - Mírame, Val.

- Nunca me había tocado así - confesé. -, es la primera vez que lo hago delante de alguien y...

- ¿Y qué? ¿No está tan mal, no? Porque yo estoy cachondo a más no poder, me duele la polla y en cualquier momento se me va a salir de los putos pantalones de lo erecta que me la has puesto. - ahí si que me giré y pude ver llamas en sus ojos, le había gustado y yo había provocado su estado. - Voy a intentar bajarme esto y a volver con los chicos. No quiero que sospechen. Hablamos luego, preciosa.

Cuando colgamos me quedé dormida a los pocos minutos, estaba agotada.

Durante dos semanas no nos pudimos ver. Él tenía muchos eventos y entrenos y yo tenía que estudiar. Aún así, no perdimos el contacto, hacíamos llamada prácticamente todos los días.

A veces se nos iban un poco de las manos y acababan con gemidos míos resonando por la habitación mientras me masturbaba y él me observaba hacerlo. Le encantaba picarme y ponerme cachonda con las guarradas que me decía. Sabe perfectamente lo que decir para encenderme al momento, aunque tampoco es muy difícil. Solo con verlo o pensar en él mi cuerpo ya reacciona.

Nos contábamos nuestros días, nuestros miedos y preocupaciones y eso había hecho que nuestra relación se estrechara. No éramos nada, ni sé si lo seríamos pero de lo que estaba segura era de que estaba empezando a sentir cosas por Pablo. No se lo había dicho, tampoco sé si lo haría. Me da miedo que me rechace o no sienta lo mismo. Tenía sentimientos encontrados ante aquel pensamiento.

Durante estos días que no nos hemos visto me ha tratado súper bien. Incluso un día que estuve mal por la regla, me envió un ramo de rosas rojas y ordenó que me trajeran la cena.

Carla estaba al corriente de todo, según ella eso eran señales claras de que le gustaba. Ella seguía en contacto con Pedri, pero tampoco se habían vuelto a ver. Una vez estaba con Carla cuando Pedri llamó y me soltó que si antes era un terremoto que no paraba quieto, ahora tenía muchísima más energía, que se le notaba más contento que meses atrás.

Esta semana era la última de La Liga. Después ya se irían con las selecciones convocados, pero Pablo se quedaría un par de días más aquí entrenando y se iría de vacaciones. Quería aprovechar antes de que se fuera para vernos de nuevo. No quería anticiparme, aproveché que estaba mamá en casa y fui a hablar con ella. Muchos piensan que tener confianza con tu madre es de pequeños, pero todo lo contrario. Nadie te va a aconsejar mejor que ella, quiere lo mejor para ti.

- Mami. - alcé un poco la voz, para ver dónde estaba.

- Dime. - contestó ella desde el cuartito de la lavadora.

- Quería contarte algo - detuvo lo que estaba haciendo y me miró intrigada. - Esto.. A ver, me da un poco de vergüenza, pero estoy conociendo a un chico. Bueno ya hace casi un mes que hablamos. - su sonrisa se ensanchó y me dio paso a seguir hablando. - Nos conocimos el día que tú y papá os fuisteis el finde y yo subí a Barcelona con Martina. - asintió. - Primero te enseño quién es y luego te sigo contando, pero te lo juro que es verdad.

Ella no entendía porque le decía esto, pero en cuanto viera la foto lo pillaría. Busqué a Pablo en instagram y le pasé el móvil a mi madre.

- Venga ya. - dijo riendo. - ¿En serio? - me preguntó divertida

- Te lo juro que si. Hace dos semanas que me fui a casa de Elena, bueno pues en verdad estuve en su casa. -sus ojos se agrandaron al escucharme. - Sé que os tendría que haber dicho la verdad, pero no sabía cómo hacerlo. Además, alomejor esa era la última vez que nos veíamos, o yo que sé. No pasó nada, solo unos besos tontos y ya. - aclaré. - Hemos seguido hablando todos los días desde que nos despedimos y quería subir a verle este fin de semana, si me dejas claro.

- Tu padre entiendo que no lo sabe, ¿no? - negué. - ¿Y qué tal es? ¿Te trata bien?

- Mucho, es súper atento. Y muy gracioso. Es humilde y muy cariñoso. Y bueno, muy guapo, ya lo ves. - reímos ambas ante mi comentario. - No sé si vamos a llegar a algo más, pero me gusta. O eso creo. Tampoco me había gustado nunca ningún chico, imagino que se siente esto. Me encantaría poder hablar y estar con él el día entero.

Mi madre sonrió en mi dirección y se acercó a darme un abrazo reconfortante. Ella sabía lo mal que lo había pasado estos años, por el tema chicos. No porque estuviera desesperada, o bueno si, más que nada porque todas mis amigas encontraban a gente de la nada y yo nunca recibía su atención. Sé perfectamente que no tengo que depender de un hombre y menos de la aprobación masculina, pero a todas nos gusta que muestren interés por nosotras. Te sube bastante el ánimo si se interesan, ya no por el físico sino por cómo eres en realidad.

- Entonces, ¿puedo ir?

- Sí, claro. A ver qué le contamos a tu padre, lo de Elena colará, pero justo el otro día me dijo que creía que tenías novio. Que últimamente te veía muy contenta, todo el rato pendiente del móvil... - la miré sorprendida, ¿tanto se me notaba? - Pero yo quiero conocerle, ¿eh? Aunque puede que a tu hermano le dé un patatús cuando vea que es del Barça - me reí ante su ocurrencia y se encargó ella de decirle a mi padre que me iba con Elena otra vez a pasar el finde.

Así que aquí estaba, esperando a que llegara Pedri a buscarnos a Carla y a mí en la estación. Pablo iría a comer a casa de Pedri, y yo estaría ahí esperándolo. No podía evitar sentir un nudo en el estómago mientras esperaba. ¿Y si no le gustaba la sorpresa? ¿Y si todo este tiempo que habíamos pasado sin vernos había cambiado algo? Inhalé profundamente, intentando calmarme.

Tenia que mantener la calma. Si todo iba bien, este fin de semana podría ser el comienzo de algo más. Pero si no...
Bueno, ya lo descubriría.

Finalmente, el coche de Pedri apareció a lo lejos. Carla y yo nos miramos cómplices antes de acercarnos. Iba a ser un fin de semana interesante.

Verano en Fuera de JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora