V.II - Expectativas

4 9 0
                                    


Parecía que un silencio incómodo se había instalado en el auto durante el trayecto, un signo tal vez de los nervios previos a la fiesta. Sin embargo, la madre de Oscar, siempre atenta a la atmósfera, decidió romper el silencio con una pregunta dirigida a Ismael.

- ¿Y cómo va la escuela Ismael? - Preguntó con genuino interés, mirando brevemente hacia el espejo retrovisor para hacer contacto visual con él.

Ismael se tomó un momento antes de responder, eligiendo sus palabras con cuidado para reflejar una mezcla de sinceridad y optimismo.

- Pues... Va bien señora. Un poco complicado a veces, pero estamos trabajando en ello - Contestó, su voz teñida de una ligera incomodidad. A pesar de esto, intentó transmitir tranquilidad a través de una sonrisa leve, queriendo asegurar a la madre de Oscar que estaba manejando bien las presiones escolares.

La madre de Oscar, percibiendo el esfuerzo de Ismael por mantenerse positivo, asintió con comprensión y aliento - Qué bueno cariño, tu madre debe estar orgullosa, como yo lo estoy de mi cielo con sus...notas – Menciono afectuosamente, lanzando una mirada cariñosa hacia Oscar.

Ismael sintió una punzada al escuchar sobre ser el orgullo de la familia; la mención removió en él sentimientos complicados, pero se recompuso rápidamente para responder con una sonrisa forzada - Sí, espero que así sea...

- Mamá, basta – Interrumpió Oscar a su amigo, visiblemente avergonzado por la atención que su madre estaba atrayendo hacia él y sus logros.

La madre de Oscar, observando desde el retrovisor, solo sonrió con ternura ante la reacción de su hijo. Con una comprensión maternal, volvió su atención a la carretera, permitiendo que el ambiente dentro del auto se relajara. El resto del viaje transcurrió en un silencio cómodo, solo interrumpido ocasionalmente por comentarios ligeros que ayudaban a aliviar cualquier tensión residual. A medida que se acercaban a las calles cercanas a la dirección que había compartido Anna, la anticipación en el aire comenzó a aumentar

- Por cierto Oscar, ¿estudiaste lo suficiente para la prueba de mañana? - La madre de Oscar desvió su mirada hacia el espejo retrovisor una vez más, mientras planteaba la pregunta, con preocupación maternal evidente, pero también de confianza en la disciplina de su hijo.

Ismael giró su cabeza hacia Oscar, una expresión de sorpresa y curiosidad cruzando su rostro al escuchar sobre la prueba. Su voz llevaba un matiz de preocupación al formular la pregunta - Había prueba mañana? - Inquirió, el tono revelando su desconcierto y un ligero nerviosismo por la posible omisión en su propia preparación.

- Sí, mamá...estudie lo suficiente - Dijo, Oscar, enfrentando el espejo retrovisor, ofreció a su madre una sonrisa forzada antes de responder, tratando de proyectar confianza en su preparación.

Luego, al notar la preocupación aún latente en la mirada de Ismael, Oscar agregó con un tono más firme y decidido – Descuida, mañana a primera hora te ayudaré a estudiar un poco.

Este comentario no hizo sentir mejor a Ismael, quien miró a Oscar con una mezcla de miedo y decepción. Basado en experiencias pasadas, Ismael sabía que probablemente terminaría ayudando a Oscar más de lo debido durante la prueba.

No Te Va Tan MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora