V.I - La noche finalmente inicia

2 9 0
                                    


Mientras Oscar disfrutaba de un baño rápido, Ismael aprovechó para reanudar la música, esta vez utilizando los altavoces en lugar de los auriculares de Oscar, llenando la habitación con un ambiente animado. Los minutos parecían extenderse más de lo habitual en una espera impaciente. Finalmente, Oscar emergió del baño con prisa, envuelto en una nube de vapor y con el cabello todavía húmedo. Se apresuró a escoger su ropa para la noche, revolviendo entre camisetas y jeans.

Ismael, siempre dispuesto a ayudar, se unió a la búsqueda, lanzando comentarios ligeros y sugerencias mientras evaluaban las opciones. Juntos, debatían entre combinaciones, buscando el equilibrio perfecto entre estilo y comodidad, riendo y bromeando mientras avanzaban en la tarea.

Después de un rato más de preparativos y risas, Ismael y Oscar finalmente estaban listos. Descendieron por las escaleras, envueltos en una atmósfera de charlas animadas y risas contagiosas, disfrutando del momento de camaradería antes de la fiesta. Al llegar al pie de las escaleras, Oscar, con un entusiasmo palpable y una sonrisa de oreja a oreja, elevó la voz para llamar a su madre a través de la casa.

- ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Estamos listos! ¿Nos puedes llevar, por favor? – Gritó, su voz resonando con una mezcla de emoción y urgencia.

La madre de Oscar apareció, equilibrando varios objetos en sus manos que los amigos rápidamente ayudaron a colocar sobre la mesa cercana. Con una sonrisa cálida y comprensiva hacia la emoción de los jóvenes, asintió en respuesta a su prisa - Claro que sí cariño. Solo déjame buscar las llaves del carro.

Sin perder el ritmo, se giró y comenzó a buscar entre los contenedores habituales, murmurando suavemente mientras revisaba los cajones y la consola de la entrada, desapareciendo momentáneamente de la vista de los chicos mientras buscaba las llaves.

Ismael y Oscar intercambiaron una mirada de complicidad mientras esperaban, compartiendo el silencioso entendimiento de la anticipación por la noche que les esperaba. Tras unos minutos, la figura de la madre de Oscar reapareció en el umbral de la puerta. En su mano brillaban las llaves del coche.

- Aquí están, chicos. Vámonos ya – Dijo ella con entusiasmo, liderando el camino hacia el auto. Con un gesto enérgico, pulsó el botón para desbloquear los seguros de las puertas traseras – Suban, suban – Añadió, invitándolos a entrar.

Ismael y Oscar obedecieron con prisa, deslizándose en los asientos traseros del coche. Ambos se acomodaron rápidamente, ajustando cinturones y cerrando las puertas. Mientras tanto, la madre de Oscar tomó su lugar en el asiento del conductor y arrancó el motor con un giro suave de la llave. El auto comenzó a deslizarse por las calles, mientras se dirigían hacia la fiesta de Anna.

No Te Va Tan MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora