Una Cenicienta En la Oficina, 17

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17. 👠. Una cenicienta en la oficina. 👠

Capítulo. 17 .

Con  perfiles de troncos, repleto de arena que  había recogido en la  playa, luego,  cuando el mas  pequeño de lo tres cumplió  ocho años  lo sustituyó  por  un extraño  tobogán, que  había  costruido el mismo, junto con  un columpio  de neumáticos que  improvisó y pintó de colores  llamativos e infantiles, en definitiva, candy nunca fue a un parque. por que  nunca  necesito jugar en uno .

Terry  dudo por un momento  si aceptar lo que  el mismo, había  propuesto,  pero  terminó  poniéndose de pié  y acercándose  con  ella, a la puerta.

Caminaron en silencio.  Uno a lado del  otro, con paso  medio rápido pero  sin prisa y sin pausa,  para tratarse de  un día laboral,  las calles  estaban  despiertas,  dándole  un aspecto  festivo.

El  ambiente que  había entre ellos era  ligeramente  parecido  al de una  cita,  caminaban juntos y se miraban de reojo, como  timidos, en una  situación que cualquiera  catalogararia  de romántica,  en cambió  para  ellos, no era más que  un simple paseo, ella  para  respirar aire  fresco, para  relajarse de tantos  papeles.  De tantos  informes, de tanto  Terry, el simplemente para acompañarla, por que ni el mismo entendía que le pasaba con esa chica, a la que debería odiar pero quien realmente le simpatíazaba.

Cuando el sol empezó a ocultarse terry se encargó de llevar su paseo, hasta el parque, que le había mencionado. Hacía años que no tenía con quien ir a un sitio como ese, hacia años que no pisaba la arena, donde docena de niños, jugaban cada día, y hacia años que no se sentaba en un columpio.

Se hacercaron a los balancines, caminando muy lentamente,. Sin hablar del mismo modo que lo había hecho, al salir de White Diamond y cada uno se sentó en uno de los asientos, al lado del otro balanceandoce despacio con los pies en el suelo.

Terry deberíamos volver, acabas de recuperarte, y no creo que eso sea apropiado... Hace frío... Empezaba a oscurecer, la temperatura había bajado considerablemente, y el cielo parecía querer nublarse.

--Estoy bien... no te preocupes, --en verdad se encontraba perfectamente, pese a la baja temperatura.

--pero yo tengo frío... No llevo abrigo... --en cierta parte tenía razón, aunque no lo dijera por ella misma, si no por su jefe.

El ejecutivo se puso de pie, mirándola de un modo extraño, como si no Creyera en el motivo, por lo que decía, a un así tendió una mano para ayudarla a salir del columpio. Cuando terry sujeto su fina mano sintió su fría mano, algo que dibujo una sonrisa en su cara, por un momento el pensó que ella parecía considerado con el, pero parecía ser cierto que ella tenía frío.

--¿De que te ríes? De tus manos parecen estar frías...

-- te he dicho que tenía frío... --pese a la obieda -- hace un rato que siento como si fuera a helarme, pero se te veía feliz como un niño en ese columpio...

--¿me estas llamando niño? ¿Crees que soy infantil?

--No... Aunque de ser así  yo también tendría que admitir ser una niña,  ya que. Es estaba columpiando a tu lado, --sonrió a lo que le devolvió la sonrisa.

Tan pronto como llegaron de nuevo al apartamento  retomaron el informe,  y continuaron con el hasta que la asistente,  cansada, estiró los brazos sobre la mesa,  y la cabeza. sobre estos. Sin querer se durmió, eran demasiados días atendiendo a terry  sin descansar apropiadamente, demasiados días  sin poder distraerse  con otra cosa,  sin dormir y comer como era debido.

Terry se sintió extraño, no por haber estado tantos días enfermo, ni siquiera por haber recaido,  después de estar tanto tiempo  sin sufrir aquellas fiebres; se sentía raro pero por la presencia de ella,  allíe resultaba lo más natural,  del mundo  esa chica había adelantado tanto ese documento, y lo había hecho tan bien  que era imposible, siquiera recriminarle por haberse inmiscuido en un asunto que era única y esclusivamente de él.

La miraba indiscreta mente,  como si tratase de memorizar sus facciones, no sabía nada de ella,  no sabía en verdad quien era candy andry, pero sin enbargo, empezaba a agradecer a su padre quea hubiera puesto en su oficina.

Se arrastró por la alfombra hasta su lado y, metiendo una mano  bajo sus piernas  y la otra tras su espalda y la subió hasta el  sofá. La cubrió con una manta,  y después de asegurarse de que estaba cómoda se marchó  para preparar algo de cenar.

-- Hmm, huele bien... -- dijo candy desde la puerta, sobre saltandolo.

Terry era buen cocinero, pero no era nada silencioso y con los ruidos de los utensilios  de la cocina la despertó.

-te has despertado...

--si... No sabía que me había dormido, perdón por las confianzas.

La miró de reojo antes de volver la vista al sarten donde freia verduras.
Terry llebava casi dos años con susana,  era una famosisima modelo de lencería,  ella había estado en su apartamento muchísimas veces, y el en el de ella,  otras tantas, la quería o eso suponía el pensaba en ella y se exitaba,  las veces que estuvieron juntos,  la quería y recordaba, las veces que se divertía con disfraces, con juguetes y con retozos... Se sentía cómodo con ella y cuando susana, se marchaba por su trabajo la extrañaba,  apezar de eso nunca había cocinado con ella,  de hecho nunca lo había hecho para nadie, salvo para candy.

Sirvió los platos ante la mirada de su asistente,  y se sentó en la mesa  frente a ella,  mirándola,  sin entender como demonios se portaba tan amable, pese al trato que le había dado  esa primera semana, en la oficina, candy sonrió sin saber muy bien que decir fue entonces que el se dio cuenta de que no estaba actuando de forma normal.
Tomo la bebida y sirvió el vino en dos copas de cristal con una original forma.

--No te he preguntado si querías vino... --dijo rompiendo el silencio que se había instalado en ellos.

Su voz sonó grave y retumbo un par de segundos en su cabeza, como si hubiera gritado o como si hubiera dicho algo fuera de contexto.

--Tranquilo lo tomaré  pero solo una copa, no tolero demasiado bien el alcohol. -- rio.

--en el restante...

--solo tome una al llegar a casa  estaba mareada, y tuve que irme a dormir enseguida, --sonrió.

Terry la observaba, en realidad ella le había visto durante seis días y el ni siquiera se había percatado de que estaba ahí.

Estaban sentados frente a frente en la mesa de la cocina, comiendo despacio mientras se miraban de medio reojo, con algunas sonrisas sutiles.
Llevo la mirada hasta la mesa del salón, repleta de papeles.

--, Estas haciendo un buen trabajo, el informe es impecable, mejor quizás de lo que pudiera hacerlo yo.
Aquel era un cumplido  en toda la regla, un halago qué ella no esperaba, se. Suponía que terry la odiaba, sin embargo le había dicho que lo había hecho bien...

--Gracias terry --sonrió sonrojandose, devolviedole de inmediato su atención, al plato dónde apenas quedaban verduras qué devorar, --la comida es deliciosa.
--Me alegro que te guste.
.
Después de La cena volvieron manos a la obra, aun que daba un par de puntos que añadir y ambos tenían ganas de terminar,
Cuando al fin terminaron el informe, ya había amanecido,  y casi era hora de ir a la oficina,  de modo que recogieron y ordenaron el desastre  que tenían sobre la mesa,  se pusieron en pie y cada uno fue a una habitación,  para cambiarse candy se vestiria con el traje que llevo dos días atrás, y terry se vestiria con el elegante traje que llebava en la mañana, anterior antes de pasar el día con su asistente,  tan pronto como se hubieron vestido cruzaron el pasillo del ascensor. --¿bienes andando o en coche? --pregunto mientras bajaban del elevador.

--Vengó andando...
--ven conmigo entonces te llevo.

--No quiero abusar más a un de tu confianza... dijo ella negandose,

--no voy a permitir que pases toda la noche trabajando en mi casa, y después de seis días cuidando a una persona inconsciente, y que luego te marches a pie...
No importa lo que digas al respecto--advirtió rudo y amable...
Abriendo la puerta del

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