Una Cenicienta En la Oficina, 48

79 7 1
                                    

👠Una Cenicienta en la oficina👠

Capítulo 48 

Cuando amaneció se dio cuenta de que tanta emoción no la había dejado dormir, había pasado la noche entre giros, grititos de emoción y risas y no había logrado pegar ojo.
Justo antes de que sonase el despertador sonó el aviso de un mensaje.
Sabía que era él, sabía que ese mensaje era que su amado terry se había acordado de ella al despertar.

«Señorita andry , ni se le ocurra venir a la oficina sin esos pantalones que tanto me gustan, hoy hace frío, olvídese de faldas, no quiero que vuelva a resfriarse>>

Sin poderlo evitar empezó a reír, estaba ruborizada, siempre lo hacía al recordar sus palabras cuando le dijo que era como si no llevase nada, aun así sacó del armario uno de esos pantalones y los miró. Al buscar una camisa para ponerse recordó la que terry le había destrozado la noche anterior y no pudo evitar acercarse hasta la silla donde la había colgado para abrazarse a ella.
Definitivamente el día anterior había cambiado su vida de una forma que ni ella misma hubiera podido imaginar.
Al llegar al Edificio B lo hizo inquieta, tenía unas ganas horribles de verle pero con una sensación indescriptible, como si presintiera que algo ocurriría.

—Hola preciosa —murmuró seductor desde detrás, rozando su cintura con los dedos— Veo que eres buena chica y has traído esos pantalones...

—Que conste que lo he hecho porque hace frío, no quiero resfriarme otra vez —afirmó completamente sonrojada.

Terry le guiñó un ojo y abrió la puerta de la oficina para que pudiera entrar, respirando su aroma cuando ella pasó delante de él.
Hasta el día anterior todo había sido diferente, desde su ruptura con susana la relación con candy avanzaba un paso y retrocedía dos, pero desde la tarde anterior todo era distinto, ambos desataron todo lo que retenían, ambos se dejaron llevar por el deseo y la necesidad, ambos se dejaron llevar por ese sentimiento que era absurdo seguir ocultando y verla frente a él con esa sonrisa y con esa actitud le volvía loco.
Por suerte candy retenía bastante bien lo que hacía y, a pesar de la falta de concentración que suponía tener a ese hombre frente a ella consiguió terminar el informe en tiempo record.

Corrió a la impresora y se acercó a la mesa de Terry con un par de copias.

—¿De verdad? —ella asintió— Dios mío candy , tú no mereces este puesto...

—¿No? crees que estaba mejor de secretaria de...

—Sabes que no es a eso a lo que me refiero... deberías ser directora, deberías tener mi puesto...

—No digas eso... y levanta, perezoso, la primera reunión es en la sala de juntas en diez minutos.

Puntual como un reloj la reunión dio comienzo. Se notaba en el ambiente que era una reunión importante, de esas que se celebran una vez cada varios años, de esas en las que se reúnen los peces gordos, esas en las que, con una decisión pueden cambiar el destino de una empresa de un plumazo y todos allí estaban en tensión.

Terry desvió la mirada hacia el otro extremo de la mesa, donde estaba Frank correctamente vestido y con una actitud fría y calculadora.

Pese a la importancia de esa junta no podía evitar darse cuenta de que a su lado estaba ella, su asistente, esa que le hacía perder la cabeza. Y continuamente llevaba las manos bajo la mesa para rozar sus piernas o sus dedos.

De pronto la ponencia de gradenchester se vio interrumpida por un desmayo. El hombre había estado dando la reunión con un color de piel pálido y con un tono de voz poco habitual, y pronto, ante el asombro de todos cayó inconsciente.

una cenicienta en la oficina. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora