Capítulo 11: La chaqueta

202 18 4
                                    

Laura 

Empecé a despertarme como ya era de costumbre antes que el resto, iba a levantarme cuando sentí un peso encima mía que me lo impedía, al bajar la mirada no pude evitar derretirme con la imagen frente a mi, Kiki estaba acurrucada en mi pecho y con una mano al lado de su cabeza, era demasiado tierna y me quedé un par de minutos viéndola dormir hasta que decidí levantarme, no sin antes hacernos una foto que pronto se convertiría en mi fondo de pantalla. Me levanté con cuidado de no despertarla y deje un beso en su cabeza antes de salir de la habitación.

Me preparé mi café de siempre y fui directa a la sala de Manu junto a mi libreta, anoche al enseñarle la canción a Chiara y ver que le había gustado me hizo querer terminarla lo antes posible y así poder cumplir nuestra promesa. 

Estuve practicando en la sala de Manu, se había convertido en mi espacio seguro en la academia pues la mayoría se iban a practicar a los boxes y aquí tenía mucho más espacio, había conseguido avanzar más en la letra de la canción y algunas letras nuevas que había estado apuntando junto con nuevos acordes. 

Lavé mi taza y volví de nuevo a entrar en la habitación, la sonrisa me salió de inmediato al ver de nuevo a Kiki tumbada en mi cama, me tumbé justo a su lado y enseguida ella se acomodó de nuevo en mi pecho, empecé a hacerle caricias en el brazo para empezar a despertarla antes del sonido de la alarma.

- Five more minutes please - Susurró ella mientras se acomodaba mejor encima mía.

- Dentro de cinco minutos sonará la alarma Keeks - Le hablé en el mismo tono bajo que ella y viendo como empezaba a despertarse poco a poco, cualquier cosa que hiciera era imposible no derretirse de ternura.

- Hey no hagas eso, te harás daño en los ojos - Le dije repitiendo lo que me dijo una vez ella cuando me vio frotándome los ojos.

- Good morning darling - Me dijo ella mientras me miraba apoyando su barbilla en mi pecho.

- Buongiorno bella - Le dije viendo como sonreía al escucharme de nuevo hablando en italiano, iba a hacer caso a Juanjo y Rus, iba a arriesgarme y ver si ella sentía lo mismo que yo como tanto me habían estado diciendo.

- ¿Siempre te levantas pronto? - Me preguntó aún sin despegar su mirada de mi.

- Siempre, Dani y yo nos levantábamos pronto para salir a correr y después nos íbamos a la cafetería de sus padres y nos tomábamos un café - Le expliqué sintiendo como empezaba a jugar con la cadena que colgaba en mi cuello.

- ¿Por eso no tomas café cuando desayunamos todos juntos? - Yo solo asentí hipnotizada por las caricias que dejaba al jugar con mi cadena, sin darse cuanta de los nervios que me estaba causando su tacto en mi piel y preguntándome si empezaba a escuchar mi corazón por la gran velocidad a la que empezaba a ir.

- ¿Has descansado bien? - Le pregunté sintiendo como mi tono de voz cambiaba por los nervios aún presentes.

- Eres más cómoda que mi almohada - Lo que dijo me había hecho reír y vi cómo ella también reía por lo que acababa de decir.

- Pues me alegro de que sea una almohada cómoda para ti bella donna - Me di cuenta de que no había dejado de sonreír cuando hablaba con Kiki, es una chica muy risueña y eso me encanta de ella.

- God I love your Italian - Me susurró con una sonrisa y de nuevo me había perdido en su mirada, cada día empezaba a amar más esos ojos verdes, pero todo llega a su fin y escuchar la música fue la indicación de ello.

 Narrador 

Noemí entró por la puerta empezando a despertar a los que más les costaba, la directora no pudo evitar sonreír al ver a la pelinegra y a la castaña en la cama de la última, empezando a hacerse fan de su relación aún cuando ninguna sabía lo que pasaba realmente entre ellas.

El piano // Chiara Oliver y Laura GrecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora