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Luego de esa extraña situación, nos dirigimos a los casilleros. James tenía el suyo al lado del mío.

Sacc apareció y sacó sus cosas del otro casillero a mi lado.

Tenía a Sacc en mi izquierda y James a la derecha.

La presencia de Sacc me volvía inestable. Deseaba con tantas ganas hablarle, pero no podía, no luego de cómo me había ignorado, y más aún por romper la promesa de siempre estar..

Quedé inmóvil observando el interior de mi casillero, sin saber que hacer. Volteé a observar a James, el hacía rato había sacado sus libros y me estaba esperando. Le sonreí amablemente y el hizo lo mismo.

No podía explicar el porqué, ni como, pero existía una especie de conexión entre ambos que me hacía sentir todo el tiempo segura.

Sentí como alguien me jaló del brazo, y al voltear noté que Sacc me sujetaba fuertemente generando que soltara un chillido de dolor. A lo que James de inmediato dejó de reposar su espalda sobre los casilleros, para pararse erguido y desafiarlo con la mirada. Ambos mantuvieron cruces de miradas sin decir absolutamente nada. Estaban inmóviles, pero Sacc no soltaba mi brazo.

James se adelantó unos centímetros y Sacc me soltó de inmediato, para luego marcharse.

–¿Qué fue eso? –dije con el corazón en la boca.

–¿Te lastimó? –preguntó mientras me tomaba suavemente del brazo para inspeccionarlo.

–No, estoy bien..  Sac jamás me lastimaría. –dije sin saber porque exactamente lo dije. James me observó fijamente, y ladeó su cabeza como si desconfiara de mis palabras.

–Yo no estaría tan seguro. –dijo aun sujetando mi brazo, el cual sin darse cuenta había comenzado a acariciar lentamente sobre el lugar donde Sacc me había agarrado.

–De verdad, te agradezco, pero no debes preocuparte. –dije con una media sonrisa. El asintió y ambos fuimos a clases.

Me pase toda la hora intentando descifrar porque Sacc me había sujetado tan fuerte, y que es lo que quería de mí.

¿Por qué me buscaba luego de ignorarme por meses? ¿Qué quería?

La duda me estaba matando, necesitaba saber que quería, como estaba, que había hecho todo este tiempo.. Cosas que jamás iba a saber, porque me tenía prohibido volver a acercarme a Sacc.

Aunque no era la única con las mismas dudas. Todo el instituto hablaba del regreso de Sacc, asique fue mucho más complicado intentar dejar el tema atrás.

El día transcurrió y cada vez me sentía más conectada con James, era muy amigable, gracioso y bastante agradable a al vista..

Sacc nos perseguía con la mirada cada vez que lo cruzábamos, era insoportable, me volvía loca.

Llegó la hora de volver a casa, y una vez que dejamos a Darla, solo quedamos James y yo. Me dejó en casa y cruzó a la suya.

Al entrar, visualicé una completa oscuridad.. oh no, otra vez no.

Escuché ruidos en el piso de arriba y no tardé en gritar. Jos aun no salía de trabajar, sea quien fuera que esté arriba no era amigo mío..

James que aún no entraba a su casa, oyó mis gritos y corrió hacia mí. Abrió bruscamente la puerta y me jaló del brazo.

–¿Estas bien? –dijo agitado y con sus ojos bien grandes.

–Shh.. –dije en susurro mientras me temblaba el cuerpo.

–¿Qué sucede? –dijo en voz baja.

–Creo que hay alguien en casa, otra vez.. –mis ojos se hundieron en los de James en busca de consuelo, él de inmediato frunció el ceño sin entender lo que decía.

El Bosque de GivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora