El Bosque de Giva

10

Desperté por el ruido del viento que azotaba mis ventanas.

Observé el reloj y marcaban las 18:23 p.m.

Maldije en mi interior, ¿Cuánto tiempo había dormido?

Tenía tanto que hacer; bañarme, arreglarme, maquillarme.. ¿En que momento haría todo eso antes de las ocho?

De inmediato me metí en la ducha y dejé que el agua rozara por mi espalda. Tardé mas de lo que debía, pues se sentía tan bien.. necesitaba con desesperación ese baño.

Al salir comencé a apresurarme, me coloqué mi vestido rojo que consideré que me quedaba mejor que cuando lo compré, y luego mis sandalias.

Tocaba la parte mas complicada, el peinado y el maquillaje..

¿Cómo se supone que debía hacerlo?

No tenía ni la mas remota idea.

Así que solo peiné mi cabello y lo dejé suelto caer por mi espalda. Luego me pinté con mucha naturalidad y lo creí suficiente.

Tenía varios mensajes de Darla preguntándome como me iba a arreglar, ella me iba a matar por no contestarle, pero es que simplemente no tenía tiempo..

Recibí un mensaje de Luis avisándome que en unos minutos llegaría y me estremecí.

¿Qué estaba por hacer? Era un completo extraño..

Se me ahuecó el estómago y deseé nunca haber aceptado esa invitación.

Bajé las escaleras rápidamente, y me senté en el sillón para esperar y de paso intentar calmarme.

Jos no tardó en acercarse, me miró de arriba a bajo, como si se tratara de una extraña y sonrió burlón.

–Nada mal.. –dijo sonriendo, a lo que rodeé mis ojos–, si tan solo tu madre estuviera para verte en estos momentos.– de pronto los ánimos cambiaron, ambos agachamos la mirada y un aire a tristeza nos invadió.

–Si.. –sonreí tímida. Ambos la extrañábamos.

–¿Quién será el afortunado..?–preguntó reposando su cuerpo sobre el marco de la puerta. De inmediato me tensé, recordar lo que estaba por hacer me ponía muy nerviosa.

–Un amigo.. –dije casi para mi misma.

–¿Amigo?–comenzó a reírse.

–Si.. se llama Luis.– de pronto su mirada cambió, se tornó algo seria y ya no reía más– ¿Sucede algo?

–No.. no–dijo sin quitar sus ojos desafiantes–, ¿Y como es él?

–Es.. –pero antes que pudiera decir algo mas, alguien tocó la puerta de casa. Jos se adelantó y caminó a paso apresurado para abrirla. No entendía lo que estaba pasando, a caso ¿Jos conocía a Luis?¿Había algún problema? Me puse de pie muy rápido y me acerqué a la puerta.. Allí estaba él, quedé boquiabierta al darme cuenta lo atractivo que se veía de camisa.. sus ojos celestes resaltaban tanto como luces de navidad.

–Hola.. –dijo algo inquieto, su nerviosismo lo hacía aun mas lindo. Jos no dijo absolutamente nada, estaba muy serio y no le quitaba los ojos se encima.

–Hola.. –le dije sonriendo, luego miré a Jos, estaba inmóvil– ¿Pasa algo?–dije sin obtener respuestas, ninguno contestó–¿Se conocen o..?

–No..–contestó papá de inmediato–, solo me quedé pensando– fingió una sonrisa–, pásenla lindo y.. –volviendo sus ojos a los de Luis con mucha determinación– cuídense, ¿Si?– a lo que Luis asintió sin demostrar ningún tipo de emoción, diciendo esto Jos dejó un beso en mi frente y se adentró a la casa.