DECADENCIA

PRIMAVERA: UNO

UNO

Dante observó la taza humeante de té y llevó a sus labios los analgésicos que la enfermera llevó para él solo unos momentos atrás, su cabeza estaba zumbando y punzando desde hace tiempo, sin embargo, todavía tiene un paciente esperando para la última consulta del día. Como si de agua simple se tratara bebió todo el té ignorando su temperatura y le informó a la enfermera que hiciera pasar a la persona en la sala de espera; no transcurrió mucho tiempo hasta que un anciano de cabello blanco, considerable altura y de piel morena ingresara al consultorio, el porte y la expresión altiva no era extraña en los pacientes del Hospital Rotten-Bahn, para el joven médico no hay novedad en que otro patriarca de una familia rica esté allí para revisar su salud, ese lugar solo atiende a las grandes familias, celebridades y básicamente cualquiera que tenga muchas cifras en su cuenta bancaria.

―Señor Rauss― saludó Dante señalando la silla frente a su escritorio ―Soy Dante Ridreck-Hook, el especialista en geriatría que cubre estos días a la Doctora Morgan.

El anciano observó de pies a cabeza al médico suplente y se tomó unos segundos para decidir si confiar en él o no, al final pareció que su juicio resultó favorable y se acomodó en la silla para iniciar con la consulta.

―¿Qué pasó con la Doctora Morgan?― preguntó el viejo y Dante, que explicó la misma historia quince veces en el día la repitió una vez más.

―La Doctora Morgan se encuentra en una emergencia familiar, por lo que me pidió cuidar de sus pacientes agendados para este día.

―¿También trabajas aquí? ¿Por qué no te he visto Doctor Ridreck-Hook?― el viejo era un zorro que parecía buscar alguna falla en ese médico de belleza delicada.

―Suelo dar consulta por las mañanas y en fines de semana, así que quizás sea la razón― explicó Dante a medida que revisaba el expediente de ese viejo Alpha ―¿Qué le parece si iniciamos con la consulta? ¿Cómo se ha sentido? ¿Hay alguna molestia desde la última visita?

Lars decidió confiar su salud a aquella belleza única, es extraño encontrarse con una persona Weiss y es todavía mucho más extraño que sea un Omega. Aunque no le gustaba ser atendido por alguien más que no sea su médico de cabecera, no tiene problema que un Omega lo atienda porque, a diferencia de muchos viejos de su edad que aún consideran a los Omegas como seres puramente hogareños, él aprecia a los Omegas exitosos y profesionales que tienen vidas fuera de sus hogares. Una mirada rápida y notó que ese médico no tiene un anillo de matrimonio y mucho menos uno de compromiso, tampoco percibe una marca así que se encuentra completamente libre.

―Siento que he mejorado mucho, el dolor en la columna desapareció y mi apetito aumentó, a este paso el cinturón no me cerrará en un par de meses― comentó el Alpha con un tono más animado ―Lo único que me molesta es un dolor constante en el corazón.

―¿Dolor en el corazón?― Dante revisó la historia clínica para buscar algún antecedente sobre enfermedades cardiovasculares o cosa parecida, sin embargo, al tratarse de un Alpha D+ es muy extraño que presente ese tipo de antecedentes ―¿Puede describirme ese dolor y en qué ocasiones sucede?

―Es como si me apretaran el corazón y lo siento cuando pienso que mi nieto más querido sigue soltero― dijo el hombre con dramatismo y Dante detuvo sus dedos del teclado que anteriormente era presionado para dejar constancia del nuevo síntoma ―Doctor ¿no le gustaría tener una cita con mi nieto? Es guapo y rico, un tipo AD+ ¿Qué dice?

―Señor Rauss le agradezco su consideración, pero, yo no acostumbro salir con los familiares de mis pacientes, así que me veré en la necesidad de rechazar su oferta― No es la primera vez que alguno de sus pacientes le ofrece a algún hijo o nieto, los viejos se desesperan a cierta edad y empiezan su nueva profesión como casamenteros.