ANTES

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ANTES

―¿Estamos en problemas?― preguntó Sebastian con esa chulería que destaca en su personalidad arrogante.

―Lo estamos, la prueba de embarazo fue positiva― aceptó el abuelo sobando sus sienes con la esperanza de que el dolor de cabeza amaine ―La estúpida de tu hermana embarazó a una Omega.

―Mierda...― soltó Sebastian harto de las tonterías de su hermana mayor, sus padres se encargaron de mimarla hasta el punto de convertirse en una paria que solo sirve para gastar dinero en fiestas, alcohol y sexo ―¿Y qué se supone que haremos? ¿Obligarla a casarse? ¿Matarla?

―Me gusta la idea de matarla, pero, la imbécil se largó ayer a la isla 307 con tu padre y nos dejó este problema para resolverlo― explicó el abuelo con enojo.

Sebastian arrugó la frente consciente del problema en el que su hermana los metió, un niño fuera del matrimonio para una familia con un gran apellido como ellos es una gran piedra en el zapato que necesitan resolver. Con la prueba de embarazo positiva no pueden más que asumir la responsabilidad como familia y traer a ese niño o niña para convertirse en uno de ellos ¿el problema? La familia no aceptará a un niño que no sea fruto de un matrimonio o, en su defecto, sea criado dentro de uno. Sebastian está en una posición delicada en los últimos tiempos, sus primos no parecen felices con el hecho de que él, siendo el menor de todos los nietos, esté a la cabeza del conglomerado Rauss-Schmied y por supuesto, aunque la que tuvo a un hijo fuera del matrimonio fue su estúpida hermana mayor buscarán hacer que ese asunto manche su imagen.

―Los abuelos no lo entregarán tan fácilmente, el niño es su boleto dorado― explicó el abuelo ―Quieren una pensión vitalicia además de la manutención del niño, también exigen mudarse a un barrio rico y otras tantas estupideces que no puedo pronunciar sin que se me revuelva el estómago.

―La madre es una prostituta que está bajo el control de sus padres y la imbécil de mi hermana no reclamará los derechos de paternidad por su cuenta y por supuesto que no pienso pagar para que ese par de viejos codiciosos vivan como reyes solo porque ese niño existe― habló molesto Sebastian ―¿Qué otra opción tenemos?

El abuelo observó a su nieto con una expresión de zorro viejo y respondió:

―Reclamar los derechos de paternidad bajo las leyes de bienestar infantil.

―Para que ganemos el caso necesitamos que una pareja casada de la familia quiera la custodia del niño tan pronto nazca y no creo que ninguno de mis primos se ofrezca a adoptarlo, es más, si supieran de esto lo usarían para perjudicarme.

El abuelo chasqueó la lengua y recorrió mentalmente a todas las parejas de su familia que podrían ser una opción para solucionar ese problema, algunos son muy viejos, otros están al borde del divorcio y sobre sus nietos es mejor no arriesgarse, aunque se niega a creer que el conflicto entre su nieto menor y los demás es tan terrible como suele proclamar Sebastian, tampoco está seguro de que acepten ayudarlos en eso, después de todo ¿por qué criarían a un niño que no es su hijo? Así que después de unos minutos pensativo concluyó que solo hay un camino para arreglar esa situación, se acerca la junta de accionistas en el conglomerado y no pueden ser salpicados por el escándalo de un niño fuera del matrimonio que la familia ha rechazado, Ferrell se largó a la isla 307 lo que significa que ni la policía podría obligarlo a regresar y está seguro de que el inútil de su hijo protegerá a esa buena para nada consintiendo que se esconda hasta que otros arreglen su mugre.

Las leyes de bienestar infantil son claras, solo una pareja casada de la familia cercana puede pelear la custodia de un niño en caso de que los padres estén muertos o incapacitados para cuidarlo, demostrar que Ferrell no tiene capacidad para cuidar a ese niño es fácil, una drogadicta y alcohólica que no ha trabajado en toda su vida y que está en una isla perdida en medio del mar no es precisamente la mejor opción para criar a un niño. Por otra parte, los abuelos son personas de bajos recursos que, hasta el desafortunado embarazo de su única hija vivían de lo que ella ganaba como stripper, acompañante y prostituta, con deudas serias y adicciones al alcohol y al juego y sin estabilidad económica tampoco son las personas idóneas para criar a un niño. Sobre la madre el panorama es mucho peor, alguien que vende su cuerpo no es siquiera una opción para darle un hogar estable a un niño frente a las leyes.

El abuelo meditó sus opciones y al final por fin tomó una decisión, no es algo que no se haga entre las familias de buena posición, en realidad, si lo piensa está obteniendo dos beneficios por el precio de uno. Sebastian no es promiscuo como su hermana, sin embargo, no ha formalizado nada con las personas que ha visto algunas veces, los amantes son buenos y para un Alpha adulto jugar es algo saludable y hasta recomendable, pero, llegados los treinta años no se puede perder más tiempo para asegurarse un futuro estable con un lindo y bonito esposo, niños corriendo por la casa y quizás hasta un perro, así que hallando una opción que le pareció favorable en todos los aspectos dijo:

―Cásate y reclama al niño.

―¿Qué? ¿Qué yo qué?― Sebastian casi se cae de la silla con la propuesta del abuelo.

―Sí, te buscaré un lindo Omega o tal vez prefieras una linda chica Omega, lo que quieras el abuelo lo conseguirá para ti y adoptarás a ese niño, todos nos beneficiamos de esto.

Y Sebastian, como el buen nieto que es solo pudo responder a la propuesta de su amado abuelo diciendo:

―¡Eres un viejo loco!

―¡Eres un viejo loco!

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