Capítulo 2

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— ¿En serio tengo que hacer esto?

— ¡Sí! ¡Ya aceptaste, así que tienes que hacerlo!

Cuándo Sticks volvió a su hogar, se había encontrado con la sorpresa de que su mejor amiga la estaba esperando en la mesa de su hogar. Esta reclamó con un tono maternal la tardanza de esta y el porqué había desaparecido así de la nada. Sticks estuvo tentada a decirle que se encontró a Shadow y todo lo que había pasado, sin embargo, decidió tragarselo todo y contar la mejor mentira que pudo. Fué a caminar para despejarse y se quedó dormida. Pese a qué Amy no estaba del todo convencida, no decidió indagar más, pués la tejón se le notaba de muy buen humor y no quería dañarlo.

— Esto me queda apretado — Se quejó Shadow como por enésima vez en esos minutos.

Sticks había vuelto al otro día al mismo sitio y a al misma hora, encontrándose a Shadow en el mismo sitio. De alguna forma, el sitio se transformó en un lugar dónde se probaban un montón de accesorios extravagantes que Sticks mantenía guardados en su desastre de casa. Entre esos, estaba una camiseta que le quedaba ridículamente apretada al erizo, todo eso debido a su pelusa en su pecho.

— Eso es obvio, tienes una pelusa que te hace lucir como que muy — Infló su pecho de manera exagerada, simulando su forma súper extravagante de ser.

Shadow entrecerró los ojos ante esa vergonzosa forma de representarlo.

— Tampoco soy tan así... — Mencionó rodando los ojos.

En segundos, ambos comenzaron a probarse los accesorios nuevamente. Ahora vistiendo por encima de su ropa un traje bastante ridículo. Sticks cargaba un enorme sombrero que casi media lo mismo que ella, apenas y podía mantenerse de pie con eso en su cabeza. Y Shadow fué obligado de forma sutil a llevar un vestido que se había encontrado Sticks en el interior de su hogar.

Ambos reían sin parar, sí, ambos, pués Shadow estaba que se mataba de la risa con las cosas ridículas que hacía con la tejón. Era inusual ese comportamiento en él, normalmente reprimía la mayoría de sus emociones y se enfocaba en alejar a la mayoría de personas que intentaban hacer una... Amistad con él.

Pero... ¿Por qué Sticks?

Esto es necesario. Se mencionó a si mismo el erizo cuándo Sticks se alejó a buscar otra cosa en la enorme maleta que había traído.

Cuándo se encontraron por segunda vez, ósea ayer, Shadow pensó en la idea de utilizarla para acercarse a Sonic e intentar destruir a su equipo.

Aunque le resultaba algo amargo en su boca el echo de utilizar a alguien para esto. No era persona que engañaba a alguien para luego estamparle la realidad en la cara, le resultaba horrible hacerlo. Pero por alguna razón lo pensó, aunque no había aceptado totalmente la idea de utilizarla, la mantenía en su lista mental de "posibles". Se sentía mal incluso pensando eso.

— ¿Alguna vez haz tenido un equipo? — Preguntó Sticks de la nada, haciendo que Shadow elevara una ceja ante la interrogante de la tejón — ¿O un amigo en cuestión?

Shadow la observó en silencio, parpadeando lentamente mientras pensaba en una respuesta. La tejón, quién estaba a unos metros del erizo, sentada en el césped, esperó pacientemente a que su compañero se sintiera listo para hablar de sus amigos.

— Una... Vez... Tuve un equipo — Respondió un poco inseguro, acercándose a la tejón. Seguido, dejó caer su peso a su lado, sentándose a unos centímetros de distancia —. Lo llamábamos el Team Dark, estábamos yo, una murciélago algo cercana a mi, llamada Rouge. Y un robot llamado Omega —Sticks gruñó al escuchar la palabra robot, no le agradaban estos —. Este era bueno, te lo aseguro.

La tejón relajó su expresión, para seguido dejar caer su peso hacia la enorme bolsa de su espalda. Eran tantas cosas que podía servir como almohada para ambos.

— ¿Y que les pasó? — Preguntó, observándolo desde la comodidad de su bolsa.

Shadow soltó un suspiro, antes de acompañar a la chica en la almohada/bolsa.

— Rouge desapareció y Omega fué destruido — Fué lo que respondió. Aunque su tono sonó monótono, en el fondo se sentía la melancolía y la culpa que aún le causaba esto —. Nunca más volví a tener algo cercano a un... amigo.

— ¿Por qué no? — Hizo una pregunta que cualquier persona haría. Shadow cerró los ojos, sintiendo la suave brisa que comenzó a resoplar en esos momentos. El sol comenzaba a ocultarse.

— Supongo que... No soy lo suficientemente fuerte como para aguantar la partida de uno de mis amigos — Mostró con sinceridad sus pensamientos, algo realmente inusual en él.

Sticks lo observó espectante, con ojos grandes de una forma que le resultaba adorable al mayor, quién intentaba evitar observar sus ojos directamente.

— Aún así... — Sticks observó el cielo, las estrellas comenzaban a ser visibles poco a poco, mientras el sol estaba diciendo adiós a ese día para darle la bienvenida a la noche —. ¿No crees que vale la pena tener a alguien en dónde reposar todo tú cariño, aunque ese se vaya luego? — Volvió a dirigir su mirada a Shadow, y este, por primera vez, se la devolvió. Conectando azúl con el dulce rojo de sus ojos —. Vale la pena intentar aunque tengas miedo a sufrir por su partida... Después de todo, los recuerdos serán los que te iluminarán el día

Shadow se mantuvo observando sus ojos azúles como el cielo despejado. Que le recordaban a dos zafiros brillantes.

En el rostro de Shadow, se mostró una sonrisa sincera, una que no era forzada, una sonrisa cargada de sentimientos ocultos.

Ambos dirigieron su mirada al cielo, disfrutando la brisa y la vista que este daba.

Quizás... Sí valga la pena.

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¡Segundo capítulo! Espero lo hayan disfrutado.

A los que piensen que Shadow usará a Sticks, tranquilos, no lo hará. Esa idea fué totalmente descartada

𝐈𝐧 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐄𝐲𝐞𝐬 || Shadsticks AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora