Alas De La Libertad

Capítulo 10

—Quiero que me muestres tu fuerza, muéstrame con un ataque lo que eres capaz de hacer —dijo con voz suave pero retadora, se podría decir que incluso arrogante.

Si algo me daba a entender es que Jane confiaba en su fuerza, o al menos confiaba en su fuerza para darme una paliza.

Levanté mi katana para hacer un tajo vertical, me aseguré de tener mi postura baja y bien posicionada, para realizar un corte fuerte e incluso utilicé magia para impulsar la katana.

Con una sola mano, sujetó su propia katana, absorbió por completo el golpe que le propinaba sin ni siquiera pestañear. Por primera vez, desde que la conozco, ella me miró a los ojos, aquellos ojos rojo sangre, profundos como el mismísimo abismo. Sus ojos combinaban con la hoja de su katana. Jamás había visto una katana como esa, no solo la empuñadura era roja, la propia hoja es de metal blanco, pero parecía manchada por gotas de sangre alrededor de la hoja.

Con el dios del fuego, ignoré la brecha. El abismo de fuerza que había entre nosotros, no, el abismo de fuerza que tengo yo y cualquier adversario mágico era bastante, incluso Azumi tenía técnicas complejas para derrotar a sus enemigos, yo no tengo aún tal nivel de técnicas. Jane estaba muy por encima de mí; después de todo, es ella la que me va a entrenar.

—Eres demasiado valiente o demasiado imbécil, no estoy segura. Con esa fuerza, no puedes vencerme ni siquiera a mí

Cuando ella habla mirándote a los ojos, es aterrador incluso para alguien como yo. Parecía una bestia mirando a su presa.

—Digamos que soy las dos, ¿Eso cambia algo? Aun tengo que asesinar a un dios. —Le pregunté.

Su respuesta fue tan fría como su mirada.

—A este paso vas a perder tu vida en el siguiente encuentro. No, ni siquiera podrás evitar salir lastimado bajo mi espada. —Ella se alejó y dejó de verme a los ojos.

—Soy un soldado, cada vez que lucho pongo mi vida en juego, aunque anhelo un futuro, un soldado no puede proteger ni arrebatar si no pone su propia vida en juego. Así que en todo caso cuento contigo, enséñame el camino y apostaré mi vida en ello, el camino para matar a un dios.

Cuando le devolví la mirada de la misma manera, ella dejó de mirarme y volvió a su mirada perdida usual. Ella aún sigue siendo un enigma.

—Solo hay dos razones por las cuales no te redujo a cenizas o te cortó la cabeza. —Ella cerró los ojos y miró el suelo pensativa.

—¿Cuáles?

—Es débil, es un dios extremadamente débil, pero aún con eso sigue siendo un dios. —Ella sonrió dolorosamente, mientras cubría sus ojos.

¿Débil? debe haber un error, el hombre al que me enfrente de verdad era un monstruo.

—Luché contra él, su fuerza es tremenda; además, es difícil lidiar con el fuego.

—Eso es porque apenas sabes gatear en el mundo de la magia. Tú mismo preparas a tus soldados antes de la batalla, estabas apenas blandiendo correctamente un arma, no tenías ninguna oportunidad de ganar.

—Azumi me enseñó lo que sabía. —Defendí a mi antigua maestra.

—Los Neko alguna vez fueron espectaculares en el manejo de la magia, pero se quedaron muy atrás cuando la era de los dioses llegó. En una pelea de usuarios de magia rara vez vas a ver a alguien mejorar su fuerza, te cansas muy rápido, por lo que los Neko decidieron crear hechizos letales, junto a una habilidad bastante alta; sin embargo, un dios tiene magia suficiente para hacerlo durante días. El hecho de que ella no pudiera vencer al dios es porque su raza realmente se retrasó demasiado en el tiempo. Ahora son una tribu o un pequeño clan; ellas eran un imperio.