Capítulo 22

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   La gente tomó sus antiguas casas y las que no fueron rehabilitadas eran nuevas. La reconstrucción había empezado rápidamente, nuevamente haciendo gala de su extraño buen corazón. Todo iba extremadamente bien, esta vez nos habíamos conseguido una base lo suficientemente grande para nosotros. He de admitir que los mercenarios tenían buen gusto.

Ashley ya estaba atendida, había llamado a todos los muchachos. Azumi estaba descansando en mi cama, pues camas no nos sobraban por culpa de la cantidad de heridos. Jane estaba junto a Azumi y, aunque parecía que la cuidaba, y realmente eso está haciendo, se había sentado en la cama del lado de la pared, alejándose lo más que pudiera del grupo. Ashley ya había sido atendida, y aunque se le veía pálida, no se quejaba del dolor y tampoco hacía muchas muecas.

Felicité a Lombardi y le di órdenes naturales a cada uno de los generales, excepto a Frost y Clank. Aparte de imponer órdenes y seguir planes, se encargaron de dar discursos por mí. No quería que me vieran con el disparo en el hombro, así que tenían que hacerlo por mí. Alguien que intenta matar a un dios no puede ser tan débil.

—Yo también me tengo que ir, tengo demasiados heridos y tengo que ayudar a mi equipo —dijo Doc fríamente, alejado de su tono normal y cálido al que siempre estaba acostumbrado.

—Doc...—Le puse mi mano en su hombro y lo miré a los ojos.

Sus ojos bañados en rabia y tristeza parecían como una represa que evitaba que sus lágrimas salieran.

—Puedes descansar... Puedes llorarla.

Cómo si mis palabras fueran la última gota que rebalsó el vaso, este se desbordó y rompió, cayendo al suelo de rodillas como si cada pizca de fuerza lo hubiera abandonado y ya no quedara felicidad en el mundo. Habíamos ganado, pero él había perdido algo muy preciado para él...


Mason se acercó a él y lo abrazó. Me acerqué a Frost, que también estaba a punto de llorar, y me miraba como un cachorro asustado, con miedo de su regaño.

—Fue mi culpa, Frost. No estabas lista para guiarlos en una misión tan compleja. Fallaste porque yo, como líder, te fallé. —Le dije con un tono de tristeza.

En ese momento me cuesta saber qué rol debe adoptar, yo también había terminado de luchar y, por ende, el peso de las consecuencias me aplastaba.

—Pero... tantos murieron bajo mi mando... —Las lágrimas de Frost finalmente se hicieron presentes.

—No eran solo tuyos, yo también fallé, no te eches la culpa completamente. —atajó Clank.

—¡Yo me paralice por el miedo! Debí... hacer algo... Debí guiarlos... Sin embargo, estaba oculta.

—No me sirve que ustedes se mueran de la culpa o esperen un castigo, pero juro que jamás volverá a ocurrir. —Les dije.

—Entiendo que quiera quitarnos el puesto, yo...

Interrumpí a Frost.

Yo tengo la culpa máxima de todo estos asuntos, ellos no son generales de verdad, apenas y son soldados. Todos los que murieron hoy pagaron el precio, pero ahora Frost no es una Lider sin experiencia. Aun así se pagó muy caro.

—No te atrevas a decir esas palabras, los soldados que murieron en nuestro nombre, no pueden hacerlo en vano, ahora es cuando ustedes dos se tienen que levantar para ser los mejores generales.

La tenía que calmar. Como su líder, aún estoy por delante de ella y no me refiero solo a rangos. Lombardi apenas perdió hombres, aunque tiene una cantidad enorme de soldados heridos; ustedes perdieron cuarenta mil hombres. Yo les fallé; si hubiera tenido un sistema adecuado, un poco más de preparación, esto se hubiera evitado. Me arrojé al enemigo exactamente igual que el que lanza sus marionetas.

Alas De La LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora