capitulo 22: CONEJITA

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《《 Alexander》》

- qué quieres

-cómo de qué quiero a mí me hablas bien - dije serio

-sí qué quieres porque no le veo el sentido de que me estés llamando cuando nunca lo haces y justamente hoy se te ocurre llamarme cuando estoy más que ocupada

-soy tu esposo y si yo quiero que vengas tendrás que venir quieras o no

- señor dame paciencia porque estoy a punto de matarte Alexander-me señala con el dedo y por su cara está más quién diablada

La escaneo lentamente de abajo hasta arriba se ve despampanante ese labial que lleva puesto me dan ganas de morderle la boca y después chuparla hasta dejarla sin aire no hay duda mi mujer es toda una escultura que siempre es de admirar por su belleza hechizante

- Alexander para qué me mandaste a llamar

Veo cómo mueve su boca y la de tallo esos labios carnosos podrían estar ahora mismo alrededor de mi miembro si no se fuera ido y para colmo también estoy notando de que se ha cubierto las huellas que dejé en ella

-Por qué coña te fuiste sin avisarme y de paso te cubriste las marcas que dejé en tu piel anoche - dije molesto porque ella puede andar muy danzante y cualquier idiota que la vea pensara de que ella no tenía dueño cuando en realidad sí lo tiene y se la coge con todo el gusto

-primero que todo no soy un animal al que puedas marcar por tus enfermizos pensamientos y segundo no vi necesario tener que decirte que me iba ya que tú también te vas sin avisar

Respiro profundo porque estoy que la doblo en mi escritorio le abro las piernas y la comience a follar duro para que así solo jima y no diga tantas mamadas

-soy tu esposo Janet y creo que me corresponde que me digas cuándo te vas llegas y dónde estás -dije demandante

-jajaja pero qué descaro el tuyo no te diré nada de lo que acabas de decir sabes por qué cariño porque tú tampoco lo haces tú a mí no me dices ni cuando llegas ni cuándo te vas así que deja de hacer este tipo de reproches que no te queda para nada bien

-ah sí-sonreí de medio lado encaminándome hasta quedar frente a ella-cariño no soy un hombre que se deje conformar por las exigencias de su esposa por más estúpidas que sean soy más del tipo de no dejarte hacer lo que te place sin que yo lo sepa primero creo que ya deberías irte haciendo la idea esposa de que no complaceré  tus exigencias ridículas y ni tampoco complaceré todos tus deseos

Mira sus orbes color canela y fue justo ahí donde perdí toda la compostura y autocontrol de no ceder a la lujuria que mi esposa me provoca

Ella me mantiene la mirada firme y no muestra miedo ante mí sino seguridad y poder haciéndome dar cuenta que estamos en la misma altura cuando de poder se trata y no dar abrazo a torcer porque ella es una reina y tampoco se dará brazo a torcer solo caminar refleja confianza y respeto

Suelto el aire que retienen mis pulmones para así poder respirar y aclararme el cerebro que lo tengo completamente sometido a todas las cosas pornográficas que necesita hacerle a mi mujer porque estoy que estallo

-si esto era para lo que me llamabas me retiró tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo aquí

-no. no he terminado encima de mi escritorio hay una carpeta color rojo adentro de ella están unos listados y otras cosas de las que tú estarás te encargarás

— okay

Se encamina al escritorio cuando está buscando la carpeta me posiciono atrás de ella pego mi erecto pene a su trasero bello y redondo se tensa cuando siente mi respirar en su cuello pongo las manos por sus caderas ella de mover las distintas carpetas quedándose paralizada

La Realidad De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora