Había una vez una princesa llamada Rubí, la cual estaba enamorada de un príncipe, su nombre era Patrick. La joven tenía el pelo dorado y era alta, y flaca, él también era alto y delgado, pero de cabello oscuro. Los dos eran muy felices hasta que un día apareció una bruja malvada cuyo nombre era Morgana, la hechicera era rubia y delgada, pero no muy alta. Ella sedujo al príncipe con sus hechizos para separarlo de Rubí.
Cuando Morgana consiguió su propósito, la princesa quedó muy triste. Porque no podía creer que su amado estuviera al lado de aquella malvada joven. Que para conseguir lo que quería se convirtió en una hermosa mujer y logro conquistarlo. Y a pesar de su tristeza, Rubí, siguió enamorada del príncipe e intento reconquistar a su amado. Pero Morgana descubrió lo que se proponía la joven y la encanto con uno de sus conjuros para que no pudiera volver junto a Patrick. Al enterarse el hada Esmeralda de lo que había hecho Morgana con Rubí, se presentó ante ella y la libró del hechizo de la bruja.
A pesar de que la princesa ahora estaba liberada del conjuro, seguía estando triste debido a que no podía estar junto a Patrick, al que tanto amaba. Porque él continuaba engañado por aquella mujer que en realidad era una bruja malvada, que para no perderlo lo mantenía bajo los efectos de sus hechizos. Porque ella sabía que el príncipe amaba a Rubí. Como ahora, la princesa estaba protegida por su hada madrina, siguió intentando recuperar a Patrick, pero no podía conseguirlo, porque los maleficios de Morgana eran más poderosos que su amor.
Mientras este seguía engañado por la malvada bruja, Rubí continuaba muy triste por no poder estar junto a él, por lo que la misma intento de todo para recuperar a Patrick, empero nada le dio resultado.
Aunque su amor era inmenso, sin embargo, los conjuros eran más fuertes. Luego de
mucho tiempo llego un día en que Rubí se cansó de luchar y se rindió al ver que no podía realizar nada para recuperar a Patrick. Cuando Esmeralda se enteró de lo que iba a hacer la joven, el hada intentó convencerla, no obstante, no pudo conseguirlo. Porque Rubí se rindió, pero nunca logro olvidarse de él. Luego de mucho tiempo al ver que la princesa seguía triste, ya que estaba enamorada de Patrick y que no hacía nada para recuperarlo.
Esmeralda decidió ayudarla y salvó al apuesto príncipe de los maleficios de Morgana. A ella le costó bastante poder liberarlo de los hechizos de la malvada bruja, pero después de mucho trabajo lo consiguió, y él regresó al lado de Rubí y fueron muy felices dado que Morgana nunca más volvió a aparecer.
Con el regreso de Patrick, la vida en el reino comenzó a volver a la normalidad. Rubí y Patrick no podían creer que finalmente estaban juntos de nuevo. Los días pasaban llenos de risas y alegría, y el amor entre ellos florecía como nunca antes. Sin embargo, la sombra de lo que Morgana había hecho todavía pesaba sobre ellos. Patrick, aunque libre de los hechizos, recordaba los momentos en los que estuvo bajo su influencia y se sentía culpable por haber causado tanto dolor a Rubí. La princesa, por su parte, lo reconfortaba diciéndole que la culpa no era suya y que lo más importante era que ahora estaban juntos.
Esmeralda, al ver la felicidad de la pareja, decidió quedarse en el reino por un tiempo más para asegurarse de que Morgana no intentara ningún truco nuevamente. Ella estableció un círculo de protección mágico alrededor del castillo, de modo que ninguna magia oscura pudiera penetrar sus muros. La paz reinó en el castillo, y los habitantes del reino sintieron una seguridad que no habían sentido en mucho tiempo. La presencia de Esmeralda se convirtió en un símbolo de esperanza y protección para todos.
Un día, mientras paseaban por los jardines del castillo, Rubí y Patrick encontraron un misterioso cofre enterrado bajo un antiguo roble. Al abrirlo, descubrieron un antiguo libro de hechizos, que parecía haber pertenecido a Morgana. Rubí, con el corazón temblando, decidió llevar el libro a Esmeralda. El hada, al ver el libro, comprendió que en sus páginas se encontraban los secretos de la bruja y, posiblemente, la clave para proteger al reino de cualquier futura amenaza. Esmeralda comenzó a estudiar el libro con detenimiento, buscando formas de deshacer cualquier maleficio residual y asegurar que Morgana no tuviera forma de regresar.
Mientras Esmeralda estudiaba el libro, Rubí y Patrick se concentraron en fortalecer su relación y el bienestar del reino. Comenzaron a organizar festivales y eventos para celebrar su amor y la paz recién recuperada. Invitaron a reinos vecinos a participar, creando lazos más fuertes entre los territorios y fomentando una era de cooperación y prosperidad. Los festivales eran momentos de gran alegría y celebración, donde el amor y la amistad eran los protagonistas.
Sin embargo, en las sombras, Morgana, aunque exiliada, no había renunciado a su deseo de venganza. Desde su escondite, intentaba recuperar sus poderes y encontrar una manera de romper las barreras mágicas que Esmeralda había levantado. No podía soportar ver a Rubí y Patrick felices, y su deseo de destruirlos crecía cada día. Pero Esmeralda, siempre atenta, detectó los movimientos oscuros de Morgana y preparó un plan para enfrentarse a ella una vez más.
Finalmente, llegó el día en que Morgana hizo su último intento de atacar el reino. Con toda su fuerza y magia oscura, se presentó ante las puertas del castillo, desafiando a Esmeralda. Pero esta vez, Esmeralda no estaba sola. Rubí, Patrick y todo el pueblo se unieron para enfrentar a la bruja. Juntos, con el poder del amor y la unidad, lograron vencer a Morgana de una vez por todas. Esmeralda, utilizando los conocimientos del libro de hechizos, selló el poder de Morgana para siempre, asegurando que nunca más pudiera hacer daño.
La victoria fue celebrada con gran jubilo, y el reino entró en una era de paz y prosperidad duradera. Rubí y Patrick, agradecidos por el apoyo y el amor de su gente y la protección de Esmeralda, gobernaron con sabiduría y compasión. Esmeralda, habiendo cumplido su misión, se despidió del reino, dejando detrás una estela de esperanza y magia positiva. El legado de amor y valentía de Rubí y Patrick perduró en las generaciones futuras, recordando a todos que, juntos, pueden superar cualquier desafío.
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Dulces sueños entre nubes de algodón
FantasyLa fantasía puede llevarte a lugares inimaginables como: barcos piratas, bosques encantados, palacios habitados por hermosas princesas, bosques habitados por ninfas, hadas o duendes, al fondo de mar dónde te encontraras con hermosas sirenas, campos...