La fantasía puede llevarte a lugares inimaginables como: barcos piratas, bosques encantados, palacios habitados por hermosas princesas, bosques habitados por ninfas, hadas o duendes, al fondo de mar dónde te encontraras con hermosas sirenas, campos...
Cuenta una antigua leyenda que hace centenares de años existieron unas extrañas criaturas las que lanzaban fuego por la boca, estas eran llamadas dragones.
Se decía que estos seres fantásticos custodiaban las torres de los castillos en los cuales se encontraba alguna princesa encerrada.
Pero nadie sabía si la leyenda había sido cierta y si aquellas criaturas realmente habían existido.
O si habían sido, el invento de la imaginación de alguien al que le gustaba inventar historias con personajes de fantasía.
Por lo que un día la gente de la ciudad en la que se decía que habían existido dragones decidió contratar a un arqueólogo para que investigara el lugar y averiguara si esto era real.
Porque ninguno de los habitantes de aquella ciudad creía que esta fuera cierta.
Peter decidió aceptar la investigación, pero a pesar de ser un arqueólogo, era algo especial porque tenía una fórmula para viajar en el tiempo y así poder resolver algunos misterios cuando en el presente no tenía ninguna pista o ningún rastro de algo que haya sucedido en el pasado.
Lentamente, comenzó recorriendo el lugar para investigar si aquella leyenda se trataba de algo que realmente había existido o si solamente era fruto de la imaginación de los habitantes de allí.
Pero, aunque hizo todas las excavaciones que creyó necesarias, no pudo encontrar ni un solo rastro de que aquellas criaturas hayan existido en aquel lugar.
Por lo que opto por hacer su investigación de un modo no convencional y de uno de sus bolsillos sacó una botellita con un brebaje mágico, el cual tomo y luego de unos minutos se encontraba en el pasado.
Miraba para todos lados, pero nada de lo que lo rodeaba le resultaba conocido. Comenzó a caminar lentamente hasta llegar a un fabuloso castillo en el cual en una de sus torres una hermosa princesa se encontraba prisionera.
Peter pensó unos minutos que iba a hacer y luego se dio cuenta de que esta era su oportunidad de comprobar si realmente habían existido los dragones.
Entonces se dirigió al castillo para tratar de rescatar a la princesa.
Entro en él y comenzó a recorrerlo muy lentamente, buscando la torre en la que la joven y hermosa princesa estaba encerrada.
Reviso cada una de las torres del castillo hasta llegar a una de ellas en la cual en la puerta se encontró con una criatura extraña la cual lanzaba fuego por la boca.
Fue entonces cuando pudo comprobar que la leyenda que existía en aquel lugar era cierta.
Luego de cumplir con su trabajo le había llegado el turno de rescatar a la joven princesa, pero le daba lástima matar al dragón, por lo que decidió que lo iba a hacer de otro modo.
Salió del castillo y trepo hasta la torre, luego rescato a la princesa y desapareció misteriosamente. Por lo cual el dragón no pudo impedir que Peter lograra su objetivo.
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