Hace muchos años en la lejana ciudad de Fairylandía situado en la profundidad de un frondoso bosque había un gran castillo el cual estaba habitado por una joven hada, ella era la reina de todas las hadas que allí vivían.
El castillo estaba medio oculto por la vegetación y tenía un puente levadizo a través del cual se podía acceder a este.
En su interior había numerosos pasillos los que conducían a las habitaciones, las que estaban al final de una gran escalera con los pasamanos hechos en madera labrada.
También había un gran comedor con una larga mesa rodeada por varias sillas de madera al igual que esta.
Los cuartos eran amplios y en ellos había muchos muebles y de los techos colgaban lámparas, arañas con figuras de cristal adornándolas.
Por fuera el castillo estaba rodeado por pequeñas casitas, las que eran muy bonitas y allí vivían el resto de las hadas de la ciudad.
Cada una de las casitas eran de un color diferente, por lo que el lugar a pesar de ser pequeño era muy colorido.
Un día, durante una fuerte tormenta, una joven que estaba paseando por aquel lugar, ya exhausta de tanto caminar y completamente mojada por la lluvia, vio que algo detrás de la vegetación se asomaba y decidió dirigirse allí para ver qué se trataba.
Una vez cerca descubrió de lo que se trataba, pero no sabía si entrar o no allí.
Hasta que un ruido la sorprendió de repente el puente levadizo comenzó a abrirse
entonces decidió que iba a entrar en él porque cada vez llovía más fuerte y necesitaba un sitio en el cual poder refugiarse.
Una vez allí dentro comenzó a recorrerlo muy lentamente, buscando un lugar en el cual secarse y descansar.
Luego de recorrer un rato, el sitio abrió una de las puertas y entro a una gran habitación en la cual había dentro de esta un baño.
Se trataba de la habitación principal, pero la joven llamada Sophia no lo sabía y decidió que se iba a dar un baño allí.
La habitación por el momento estaba vacía, pero pronto se llevaría una gran
sorpresa la cual no se imaginaba.
Cuando termino de darse la ducha y salió del baño, comenzó a buscar algo de ropa porque la de ella estaba muy mojada, pero se dio cuenta de que nada de lo que allí había le serviría porque la dueña era muy pequeña.
Mientras Sophia estaba mirando la ropa que había dentro de aquel placar, admirada por su hermosura, pero lamentándose porque nada de aquello le sirviera a pesar de ser muy delgada.
De pronto sucedió algo que le llamo la atención a través del espejo, vio a una joven que la estaba observando. Ella tenía alas, lo que sorprendió a Sophia.
Al principio se asustó, pero luego de unos minutos junto coraje y muy tímidamente le pregunto quién era y que hacía allí.
Entonces Esmeralda con mucha dulzura le contesto que era la reina de todas las hadas, que vivían allí y que aquella era su habitación.
La joven le contó a ella lo que le había sucedido y le explico. Porque le había usado el baño y le estaba revisando en placar, entonces Esmeralda le dijo que la ropa que había en aquella habitación no le iba a servir, pero que la podía acompañar a otra en la que sí había ropa que pudiera servirle y donde podría descansar hasta el día siguiente.
Sophia aceptó porque estaba muy cansada y además necesitaba ropa seca porque aun su ropa no le servía.
Una vez que se cambió de ropa y se acomodó en la cama para dormir, le agradeció a Esmeralda, la cual regreso a su habitación para acostarse ella también.
A pesar de tener quince años, Sophia aún creía en las hadas y estaba tan emocionada, por lo que le acababa de suceder que, aunque estaba muy cansada tardo un largo rato en poder dormirse.
A la mañana siguiente se levantó creyendo que todo lo sucedido la noche anterior había sido un maravilloso sueño y estaba algo desilusionada, pero pronto se daría cuenta de que había sido realidad.
Comenzó a mirar a su alrededor y nada de lo que veía le resultaba familiar, de pronto se dio cuenta de que aquello que ella creía que era un sueño había resultado ser real.
Estaba en eso cuando entro Esmeralda en la habitación.
Las dos jóvenes desayunaron juntas y luego Esmeralda la llevo a Sophia hasta el pueblo más cercano para que se comprara algo de ropa porque no quería que la joven se marchara.
Entonces decidió que pasaría unas vacaciones allí junto a Esmeralda.
Después de estar varios días allí se comenzó a entusiasmar con el tema de las hadas.
Un día, mientras estaban las dos jóvenes paseando por el lugar, Sophia le pregunto a Esmeralda si ella alguna vez podría convertirse en hada o si esto era imposible.
Pensó varios minutos y luego le respondió que si era eso lo que ella quería nada resultaba imposible porque estaba frente a la reina de las hadas y si realmente estaba convencida, ella podía hacerle realidad su deseo.
Sophia estuvo varios días pensando si realmente quería ser un hada o si solamente le había hecho esa pregunta a Esmeralda por curiosidad.
Pero no podía encontrar una respuesta, seguían pasando los días y la joven seguía creyendo si realmente lo deseaba.
Pronto se le terminarían las vacaciones, por lo que tenía que decidirse si se convertía en hada y se quedaba a vivir allí para siempre, o si regresaba a su vida de siempre.
La cual le resultaba bastante aburrida, por lo que había ido allí a investigar de que se trataba el lugar porque había escuchado las leyendas que existían sobre aquel lugar.
Cada vez faltaba menos tiempo para regresar a casa, pero Sophia aún no había tomado ninguna decisión.
Esmeralda estaba comenzando a sospechar que aquella pregunta había sido por simple curiosidad y que jamás ella tomaría una decisión.
Los días seguían pasando, pero todo seguía en las mismas condiciones, no había cambiado en lo más mínimo, la joven seguía sin decidirse con qué hacer.
Cuando ya casi no le quedaba más tiempo y estaba a punto de irse, por fin decidió que prefería convertirse en hada, pero como todas las hadas que allí vivían tenían nombres de piedras preciosas, Esmeralda la bautizo Rubí y se quedó a vivir junto con ella en el castillo.
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Dulces sueños entre nubes de algodón
FantasyLa fantasía puede llevarte a lugares inimaginables como: barcos piratas, bosques encantados, palacios habitados por hermosas princesas, bosques habitados por ninfas, hadas o duendes, al fondo de mar dónde te encontraras con hermosas sirenas, campos...