Mente en blanco

Caminos Paralelos

Kimi Antonelli era un joven prodigio, conocido en su escuela como el "estudiante perfecto". Su dedicación y disciplina eran admiradas por todos, pero lo que realmente destacaba de él era su capacidad para absorber conocimiento como una esponja. A menudo, sus compañeros de clase se sorprendían de cómo Kimi siempre tenía la respuesta correcta a cada pregunta, cómo nunca se equivocaba en los exámenes y cómo parecía tener un talento innato para cualquier asignatura.

Sin embargo, lo que pocos sabían era que detrás de ese éxito académico había un sacrificio constante. Kimi pasaba incontables noches en vela, con libros apilados a su alrededor y una taza de café frío olvidada en el escritorio. Mientras otros estudiantes salían a divertirse o simplemente descansaban, Kimi continuaba estudiando, perfeccionando sus conocimientos y asegurándose de no dejar ningún detalle sin repasar. Aunque su cuerpo le pedía descanso, su mente insistía en que había más que aprender, más que mejorar. Pero esa perfección constante empezaba a pasar factura en su salud, algo que Kimi prefería ignorar.

Por otro lado, Oliver Bearman era el hijo de dos de los empresarios más importantes de la ciudad: Charles Leclerc y Carlos Sainz. Ambos padres eran conocidos por su imperio conjunto, que abarcaba desde la industria automotriz hasta los negocios tecnológicos. A pesar de su prestigio y fortuna, Charles y Carlos siempre habían querido que su hijo creciera alejado del peso de su apellido. Querían que Oliver encontrara su propio camino, su propia identidad, y no solo fuera reconocido como "el hijo de".

Oliver había heredado la inteligencia de su padre Charles y el carisma y la determinación de su padre Carlos, pero su vida era completamente diferente a la de Kimi. Aunque también era un buen estudiante, Oliver sabía cómo equilibrar sus estudios con una vida social activa y momentos de descanso. Para él, la vida no era solo estudiar, sino también disfrutar de las oportunidades que la juventud ofrecía.