La noche había sido una de las más intensas para todos, y mientras la calma volvía lentamente al circuito, Kimi y Oliver ayudaron a Dino y Paul a salir del área de atención médica. Los cuatro se encontraron en una esquina más tranquila, tratando de recuperar el aliento y procesar lo que había pasado.
Dino y Paul estaban visiblemente agotados pero aliviados de que las heridas no fueran graves. Paul, con un vendaje en la cabeza, sonrió débilmente a Kimi y Oliver.
—Gracias por venir —dijo Paul, intentando sonar animado a pesar de su estado—. Nos alegra que estéis aquí.
—No podía dejar de preocuparme —dijo Kimi, con una sonrisa que intentaba ser tranquilizadora—. ¿Cómo te sientes, Paul?
Paul hizo un gesto con la mano, indicando que estaba bien a pesar del dolor.
—Estoy bien. Solo un poco aturdido. Pero Dino se está ocupando de mí, así que estoy en buenas manos.
Dino miró a Kimi y Oliver con una expresión cansada pero agradecida.
—Sí, solo queremos volver a casa y descansar un poco. Ha sido una noche dura.
Mientras se preparaban para irse, Oliver se acercó a Kimi, con una expresión que mostraba que todavía había algo que necesitaba decir.
—Kimi, antes de que nos vayamos, quiero hablar contigo —dijo Oliver en voz baja, mientras los demás se dirigían hacia el coche.
Kimi asintió, comprendiendo que había asuntos importantes que abordar. Se alejaron un poco, buscando un rincón tranquilo para hablar.
—Sobre lo que pasó antes... —empezó Oliver, mirando a Kimi con seriedad—. Necesitamos resolverlo. No quiero que esto quede sin aclarar.
Kimi lo miró, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad.
—Sí, yo también lo siento. La verdad es que he estado confundido sobre lo que siento. No quiero que esto arruine nuestra amistad, pero tampoco puedo ignorarlo más.
Oliver asintió, dando un paso hacia adelante como si estuviera preparándose para decir algo importante.
—He estado pensando mucho en esto, Kimi. La forma en que reaccioné con Logan, y cómo me sentí cuando estuve contigo. Creo que, en realidad, estoy sintiendo algo más por ti. No sé cómo exactamente lo definiría, pero sé que no quiero perderte, sea cual sea el futuro.
Kimi sintió que una ola de emoción lo invadía. La sinceridad en la voz de Oliver lo conmovió, y por un momento, se permitió sentir la esperanza de que tal vez, solo tal vez, podrían encontrar una manera de manejar sus sentimientos.
—Yo también siento lo mismo —dijo Kimi con voz temblorosa—. No sé qué significa todo esto, pero creo que necesitamos enfrentar esto juntos. No quiero que nuestras emociones interfieran en nuestra amistad, pero tampoco puedo seguir ignorando lo que siento.
Oliver sonrió, y aunque había una mezcla de incertidumbre y esperanza en sus ojos, Kimi pudo ver una chispa de alivio y afecto.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó Oliver, con una expresión que reflejaba tanto la ansiedad como el deseo de encontrar una solución.
—Podemos empezar por tomarnos las cosas con calma —sugirió Kimi—. Hablar más, entender mejor lo que sentimos. No tenemos que apresurarnos a definirlo todo de inmediato. Solo... ver cómo van las cosas y ser honestos el uno con el otro.
Oliver asintió, aliviado por la respuesta de Kimi. Ambos sabían que no había respuestas fáciles, pero estaban dispuestos a enfrentar el desafío juntos.
—Sí, me parece bien —dijo Oliver—. A veces, lo mejor es dar un paso a la vez.
En ese momento, Pato se acercó con una expresión preocupada. La noche había sido un torbellino emocional para todos, y Pato había estado observando desde una distancia prudente.
—Oigan, no quiero interrumpir, pero tenemos que irnos ya —dijo Pato—. La situación se está complicando, y creo que es mejor que volvamos a casa antes de que pase algo más.
Kimi y Oliver intercambiaron miradas, sabiendo que era el momento de dejar la conversación por ahora. Ambos se dirigieron hacia el coche, con una nueva resolución en sus corazones. La noche había sido una prueba para todos, y aunque el futuro seguía siendo incierto, al menos sabían que podían contar el uno con el otro.
Al día siguiente, las cosas se calmaron un poco. Kimi y Oliver decidieron tomar un tiempo para sí mismos, lejos del ajetreo de las carreras y las emociones intensas. Fueron a dar un paseo por el parque, un lugar tranquilo donde podían hablar sin interrupciones.
Mientras caminaban, la conversación fluía con una mezcla de ligereza y profundidad. Hablaron sobre sus intereses, sus miedos y sus esperanzas para el futuro. Era un momento de honestidad y vulnerabilidad, y ambos se sentían aliviados de poder ser tan abiertos.
—Nunca pensé que acabaríamos en una situación tan complicada —dijo Kimi, mirando a Oliver con una sonrisa—. Pero me alegra que estemos hablando de esto.
—Sí, yo también estoy contento de que lo estemos haciendo —respondió Oliver—. A veces, enfrentar lo que sentimos es lo más difícil, pero también es lo más importante.
Mientras el sol comenzaba a ponerse, Kimi y Oliver continuaron su paseo, sintiendo que la conexión entre ellos se fortalecía. Aunque había desafíos por delante y aún había mucho por resolver, ambos estaban decididos a enfrentar el futuro juntos, con la esperanza de que su amistad y algo más podrían coexistir.
Mientras se despedían al final del día, Kimi y Oliver sabían que su camino no sería fácil, pero también sabían que, al menos, no estarían solos en él.
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Mente en blanco
FanfictionDonde kimi solo se preocupa por ser perfecto y ollie lo ayuda a sentirse libre por primera vez sintiendo la adrenalina de las carreras callejeras. Me inspire acerca de las carreras callejeras en un fic yukierre, si encuentro el nombre lo pongo.