Charles Leclerc y Carlos Sainz, a pesar de ser empresarios ocupados, siempre estaban atentos al bienestar de su hijo, Oliver. Sabían que Oliver era un joven brillante, con grandes cualidades, pero también se habían dado cuenta de que últimamente parecía algo desconectado. Aunque tenía amigos y se desenvolvía bien en su círculo habitual, Charles y Carlos querían que Oliver experimentara un entorno diferente, uno que lo retara intelectualmente y también lo ayudara a conocer a personas de distintos orígenes.
Después de una larga conversación entre ambos, decidieron que era el momento de cambiar las cosas. Charles, con su enfoque calculado, y Carlos, con su intuición aguda, coincidieron en que enviar a Oliver a la prestigiosa escuela donde estudiaba Kimi Antonelli podría ser la solución. Sabían que en esa escuela no solo encontraría desafíos académicos, sino también la oportunidad de rodearse de otros estudiantes con una perspectiva diferente de la vida. Además, creían que la diversidad de experiencias ayudaría a Oliver a mejorar sus habilidades sociales y a equilibrar su estilo de vida.
Oliver, aunque sorprendido por la decisión, aceptó el cambio con curiosidad. La idea de conocer a nuevas personas y explorar un nuevo entorno le resultaba interesante, aunque no estaba completamente seguro de lo que encontraría.
El primer día de clases llegó. Mientras Oliver caminaba por los pasillos de la escuela, notó que todo parecía más silencioso y disciplinado en comparación con su anterior escuela. Los estudiantes estaban absortos en sus estudios, y había una sensación de competencia académica en el aire. Fue entonces cuando lo vio: un chico de cabello oscuro, de postura erguida, sentado en una esquina del aula, completamente concentrado en un libro. Ese chico era Kimi Antonelli, el legendario estudiante del que había oído hablar.
Al llegar al aula, Oliver se sentó en una silla libre, justo a dos asientos de Kimi. Sintió que los ojos de algunos compañeros se posaban en él, pero rápidamente volvieron a concentrarse en sus tareas. Al principio, no hubo interacción entre Oliver y Kimi, hasta que el profesor los emparejó para un proyecto de investigación en equipo.
—Hola —dijo Oliver, rompiendo el silencio mientras se acercaba a Kimi.
Kimi levantó la mirada de su libro, claramente interrumpido en medio de una profunda lectura. Sus ojos, aunque cansados, tenían un brillo de alerta.
—Hola —respondió Kimi, con un tono un tanto serio, pero educado. No estaba acostumbrado a socializar mucho, especialmente con alguien nuevo.
—Parece que seremos compañeros de proyecto —añadió Oliver con una sonrisa amigable, intentando romper la barrera.
—Sí, eso parece —respondió Kimi, manteniendo la mirada fija en Oliver por un momento más antes de volver a su libro.
Hubo un momento incómodo de silencio. Oliver no estaba acostumbrado a ese tipo de interacción. Por su parte, Kimi tampoco sabía cómo lidiar con alguien tan relajado y seguro como Oliver. La personalidad abierta y espontánea de Oliver chocaba con el enfoque serio y centrado de Kimi. Ambos sabían que ese trabajo en equipo sería un desafío, no solo en términos académicos, sino también en cuanto a cómo interactuarían.
A pesar de la extrañeza del encuentro, Oliver estaba decidido a conocer más a su reservado compañero. Y Kimi, aunque no lo admitiera, también sentía una ligera curiosidad por la forma en que Oliver, el hijo de dos titanes empresariales, podía mantener una actitud tan despreocupada. Aunque el inicio había sido raro, estaba claro que este encuentro marcaría el comienzo de algo interesante para ambos.
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Mente en blanco
FanfictionDonde kimi solo se preocupa por ser perfecto y ollie lo ayuda a sentirse libre por primera vez sintiendo la adrenalina de las carreras callejeras. Me inspire acerca de las carreras callejeras en un fic yukierre, si encuentro el nombre lo pongo.