Mente en blanco

Especial: Dino x Paul

Era una mañana tranquila, el cielo despejado y el sol brillando suavemente sobre la ciudad. Kimi había decidido salir a tomar un café, buscando algo de paz después de la agitada noche de carreras. Quería tiempo para sí mismo, para procesar los sentimientos confusos que había empezado a experimentar tras el incidente con Oliver y la charla que tuvieron. Sin embargo, mientras caminaba hacia su lugar favorito, vio a dos figuras familiares sentadas en una mesa cerca de la ventana. Eran Dino y Paul, charlando y riendo como si el mundo a su alrededor no existiera.

Kimi sonrió al verlos. Siempre había admirado la amistad que ambos compartían, pero esa mañana notó algo diferente en la forma en que se miraban. Había una ternura que antes no había percibido. Decidió acercarse a saludarlos.

—¡Hey! —dijo Kimi, con una sonrisa mientras se acercaba a la mesa—. ¿Qué tal, chicos?

Dino levantó la vista y sonrió ampliamente al verlo.

—¡Kimi! ¡Qué sorpresa verte aquí! —exclamó, poniéndose de pie para darle un abrazo rápido. Paul le siguió el gesto, con una sonrisa igualmente cálida.

—Siéntate con nosotros —dijo Paul, señalando una silla vacía a su lado.

Kimi aceptó la invitación, acomodándose en la mesa con ellos. Mientras un camarero venía a tomar su pedido, Kimi no pudo evitar notar los pequeños gestos entre Dino y Paul: la forma en que sus rodillas se rozaban bajo la mesa, cómo se miraban de reojo con complicidad, y cómo Dino tocaba la mano de Paul de vez en cuando, casi sin darse cuenta.

Cuando el camarero se fue, Kimi decidió que no podía ignorar la química evidente entre ellos.

—¿Qué tal ha ido todo? —preguntó Kimi, aunque la verdadera pregunta rondaba su mente.

Dino sonrió y lanzó una mirada rápida a Paul antes de responder.

—Bien, realmente bien. De hecho... —Dino hizo una pausa, como si estuviera buscando las palabras adecuadas—. Supongo que no lo hemos hecho oficial con todo el mundo, pero... Paul y yo estamos juntos.

Kimi parpadeó, sorprendido, pero de inmediato sonrió.

—¿En serio? ¡Wow, no lo sabía! Me alegra mucho por ustedes.

Paul se rió suavemente, asintiendo con la cabeza.

—Sí, es algo que hemos mantenido entre nosotros, pero creo que ya es hora de que lo sepan nuestros amigos. Nos conocimos hace un buen tiempo, pero las cosas realmente tomaron forma después de una de esas carreras.

Kimi, curioso, los miró más atentamente.

—¿En una carrera? ¿Cómo pasó todo?

Dino miró a Paul con una sonrisa cálida, como si estuviera recordando el momento exacto.

—Bueno, fue después de una carrera callejera, no muy distinta a la de anoche. Estábamos compitiendo, pero de alguna manera, Paul y yo siempre terminábamos cerca uno del otro en las curvas más difíciles. Yo estaba intentando adelantarlo, pero Paul me cerraba el paso una y otra vez. Al final, cuando todo terminó, ambos estábamos tan agotados que nos quedamos juntos, riendo de lo intensas que habían sido esas vueltas.

—Recuerdo que Dino estaba frustrado porque no podía adelantarme, pero en lugar de discutir, terminamos riendo como dos tontos —interrumpió Paul, sonriendo con cariño mientras miraba a Dino—. No sé cómo pasó exactamente, pero esa noche, después de la carrera, simplemente conectamos de una manera diferente.

—Sí, desde esa noche, algo cambió —continuó Dino—. Empezamos a pasar más tiempo juntos, no solo en las carreras, sino en otros lugares también. Me di cuenta de que me gustaba estar con Paul, no solo por la emoción de las carreras, sino porque había algo más. Era fácil hablar con él, entenderlo... Sentí que había encontrado a alguien con quien podía compartir todo.

Kimi los escuchaba atentamente, fascinado por cómo sus amigos habían formado esa conexión. No podía evitar pensar en sus propias emociones confusas. Dino y Paul parecían tan seguros de lo que sentían el uno por el otro, y eso le hizo reflexionar sobre su propia situación con Oliver.

—¿Y cómo fue que decidieron... hacerlo oficial? —preguntó Kimi, inclinándose un poco hacia adelante, curioso por conocer más detalles.

Paul sonrió, bajando un poco la mirada como si estuviera recordando algo especial.

—Fue después de otra carrera, meses después de que empezáramos a pasar más tiempo juntos. Esa noche, estábamos los dos solos, y mientras mirábamos las luces de la ciudad desde una colina, Dino simplemente me miró y me dijo: "No sé cómo decir esto sin sonar como un idiota, pero... quiero que seamos más que amigos. Quiero que seamos algo más."

Dino, un poco avergonzado, rió suavemente y añadió:

—No fue mi mejor momento, la verdad. Estaba nervioso como nunca antes. Las carreras me parecían fáciles comparado con eso.

Paul le dio un suave golpe en el brazo, sonriendo con cariño.

—No fue tan malo. Al final, le dije que yo también sentía lo mismo. Y desde entonces, hemos estado juntos.

Kimi sonrió, genuinamente contento por ellos. Había algo en la historia de cómo se conocieron y se unieron que le resultaba inspirador. El hecho de que dos amigos pudieran convertirse en algo más le hizo pensar de nuevo en Oliver y en los sentimientos revueltos que había tenido recientemente.

—Me alegra mucho por ustedes —dijo Kimi finalmente, levantando su taza de café en señal de brindis—. De verdad, son geniales juntos. Se nota lo bien que se entienden.

Dino y Paul se sonrieron entre ellos, agradecidos por el apoyo de su amigo.

—Gracias, Kimi —dijo Dino—. Y ya sabes, si alguna vez necesitas hablar de algo, lo que sea, aquí estamos para ti.

Kimi asintió, sintiéndose un poco más tranquilo, aunque sabía que su propio camino para entender lo que sentía aún estaba lleno de incertidumbres. Pero ver a Dino y Paul tan felices le dio esperanza. Tal vez, con el tiempo, él también encontraría la claridad que necesitaba.