Una conexión extraña que entre ellos se intensifica, revelando un amor que trasciende lo superficial y florece en un vínculo profundo y significativo. Sin embargo, uno de ellos está atado a un compromiso que lo somete a una lucha interna.
La atracc...
La brisa fresca de la noche acariciaba sus rostros mientras daban pasos ligeros sobre el sendero de grava. Las estrellas centelleaban en el firmamento, como un sinfin de ojos curiosos observando sus movimientos. NamJoon miró hacia el cielo, sorprendido por la belleza que lo rodeaba.
- ¿Alguna vez has pensado en lo que somos para las estrellas?- preguntó de repente, dejando que la pregunta flotara en el aire, como las notas de música que aún resonaban en su mente.
Jimin se detuvo unos instantes, contemplando también el vasto universo antes de responder- Me gusta pensar que somos parte de su historia. Cada estrella tiene su propia luz, y al igual que nosotros, brilla con fuerza, incluso cuando está a millones de kilómetros de distancia.
NamJoon sonrió ante la respuesta del rubio, sintió cómo sus palabras resonaron en su corazón. Se giró hacia él, dejando que la calma de la noche lo envolviera.
- Tal vez nuestras vidas son como constelaciones. Cada uno de nosotros, con propias experiencias, se entrelaza con los demás para formar algo más grande, algo hermoso.
Jimin asintió, sus ojos iluminados por un destello de emoción- Y al igual que las estrellas, a veces pasamos por noches oscuras.
Ambos continuaron por el sendero, sus pensamientos navegando entre lo profundo y lo cotidiano. La conversación fluyó con facilidad, hablando de sueños y deseos, de los momentos que habían compartido y de aquellos que esperaban vivir. Era un diálogo ligero pero profundo, como la melodía de una canción que no querían que terminara.
Jimin miró al castaño y sonrió- La música ha sido una verdadera bendición en mi vida. Ser profesor en la universidad me permite compartir lo que amo y, en cada clase, me siento inspirado.
NamJoon lo miró con fascinación- Debe ser gratificante ver a tus alumnos apasionarse por la música. A veces me pregunto si yo tendré esa misma suerte en mi vida. Me siento presionado, especialmente ahora que estoy comprometido con JungKook.
Jimin frunció el ceño, notando la preocupación en la voz del castaño- Deberías permitirte disfrutar de este momento en tu vida. El amor que compartes con tu futuro esposo es especial, y eso es más importante que cumplir con cualquier expectativa externa.
- A veces, me pregunto si seré suficiente para él y para lo que se espera de mí- admitió NamJoon, sus ojos reflejando un vacío extraño- Me preocupa no estar a la altura.
El rubio sacudió la cabeza- NamJoon, tú eres más que suficiente tal como eres. No tienes que llenar zapatos que no son los tuyos. Estoy seguro de que tú prometido te elige a ti porque te ama por quien eres, con todas tus imperfecciones y virtudes.
El castaño sintió algo de alivio atravesar su pecho escuchar las palabras del rubio. Era como si, en ese momento, el peso de sus inseguridades se desvaneciera un poco. Sin embargo, en el fondo, un temor persistía, uno que no podía compartir.
- A veces pienso que debería ser diferente- murmuró, su voz casi un susurro- Tal vez más fuerte o más seguro. No quiero que se sienta decepcionado.
El rubio lo miró fijamente, como si tratara de escudriñar su alma. Con un gesto suave, tomó la mano del castaño, sorprendiendo a este, dejando que el contacto cálido hablara por sí mismo.
- ¿Por qué crees que tienes que cambiar? Esa vulnerabilidad que sientes es lo que te hace humano, real. Eso es lo que yo veo en ti- respondió con sinceridad- No eres solo su prometido, eres su amigo. Y, aunque solo nos hemos visto un par de veces, hay algo en ti que me gusta. No quiero que cambies eso.
Los ojos de NamJoon se abrieron con sorpresa ante las palabras del rubio. El tipo de sentimientos que en su pecho habían comenzado a germinar se intensificaron.
- Gracias- dijo finalmente, su voz cargada de una extraña emoción- Es difícil ver lo bueno en uno mismo, a veces. Pero tú pareces hacerme recordar, aunque sea un poco, que hay belleza en ser quien eres.
Jimin sintió un ligero rubor en sus mejillas. Le sonrió con complicidad, sintiendo una conexión eléctrica que flotaba entre ellos, como un hilo resistente que los unía a pesar del espacio y de las complejidades de la vida.
- Tienes que recordar que todos tenemos nuestras propias luchas- indicó, incapaz de desviar la mirada del profundo azulado de los ojos del castaño- Lo importante es cómo elegimos enfrentarlas.
NamJoon se detuvo, sintiendo el momento estancarse en el tiempo. La brisa fresca se había convertido en su acompañante, susurrando secretos que solo ellos podían escuchar. Por un instante, la distancia que habían mantenido como meros conocidos desapareció, y el mundo se redujo a la conexión palpitante que compartían.
- Quisiera poder quedarme en este instante por más tiempo- susurró NamJoon, su mirada fija en Jimin, como si el brillo de sus ojos tuviera el poder de iluminar las profundidades de su corazón.
- Usualmente, el tiempo se siente más liviano cuando estamos con las personas correctas- respondió el rubio, sintiendo un extraño tirón en su interior. Era un sentimiento de esperanza entrelazado con la tristeza de lo inevitable.
NamJoon dejó escapar una risa suave, una mezcla de melancolía y admiración. En su mente, la imagen de JungKook se cruzó con la de Jimin, un recordatorio doloroso para su inconsciente de la lealtad que debía cumplir y la atracción que ahora despertaba en él.
- ¿Quieres pedir un deseo antes de que las estrellas se apaguen?- preguntó Jimin, con una sonrisa juguetona que buscaba aligerar la atmósfera.
- ¿Puedo desear que las cosas sean más simples?- NamJoon sonrió apenado, aunque sabía que la simplicidad era un lujo en su complicada vida.
- ¡Hecho!- exclamó el rubio, riendo- Lo guardaremos como un secreto de las estrellas.
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