El Amor de un Flautista |MinNam|

Capítulo 20

Aquello que Había Deseado

Un mes había pasado desde aquel beso en el parque, y el eco de aquellos momentos compartidos resonaba en su corazón, entretejido con una creciente sensación de pérdida. A pesar de que sus encuentros estaban marcados por la ternura y una vibrante conexión, la incertidumbre de su situación lo había dejado más decaído que nunca. No podía evitar pensar en lo que había estado en juego, en cómo sus vidas estaban entrelazadas, pero también separadas por obstáculos que parecían insuperables.

Esa mañana, la lluvia caía con fuerza, un sonido monótono que se convertía en el telón de fondo de sus pensamientos desolados. Jimin se encontraba en su estudio. Las paredes estaban cubiertas por sus obras de arte, pero hoy, la paleta de colores que normalmente lo inspiraba parecía opaca y sin vida. Sentado en su mesa, trató de pintar, pero su mente estaba ocupada en otra parte, en la reciente ausencia de NamJoon.

Con un pincel en mano, las líneas que trazaba en el lienzo eran torpes, desprovistas de la pasión que solían definir su arte. Se detuvo, soltando el pincel, sintiendo un nudo en el estómago- Vacío, eso es lo que siento, no puedo pintar así- la tristeza envolviéndolo como un pesado manto, siempre era la misma historia al pisar su estudio o su casa, siempre los mismos pensamientos, la misma sensación. Había deseado más que una simple conexión momentánea, anhelaba la claridad y el compromiso que aún se escapaba como arena entre sus dedos.

Absorbido en sus reflexiones, oyó un suave toquido en la puerta, marcado por el murmullo de la lluvia. Se congeló en su lugar, su corazón saltando de sorpresa.

Se acercó a la ventana y observó el exterior. La lluvia caía sin cesar, pero lo que llamó su atención fue la imagen de un hombre de pie bajo un paraguas, con el rostro parcialmente cubierto. La vista era borrosa por las gotas de agua que se deslizaban por el cristal, pero algo en esa figura le hizo sentir un vuelco en el pecho.

- No puede ser…- la esperanza titiló en su corazón mientras se apresuraba a abrir la puerta. Al abrir la puerta, el viento arrastró consigo el aroma fresco de la lluvia y, cuando el hombre bajo el paraguas bajó un poco la tela de protección, Jimin sintió que el mundo se detenía al ver al castaño.

- Jimin…- susurró NamJoon, su voz resonando sobre el murmullo de la lluvia. La expresión en su rostro era una mezcla de nervios y anhelo, como si hubiera enfrentado una tormenta para llegar allí.

El rubio no supo qué decir. Las palabras estaban atrapadas en su garganta, y el tiempo parecía suspendido en un brillante instante. Después de la carga emocional del último mes, el simple hecho de tener al castaño frente a él resultaba abrumador.

- No puedo…- Jimin comenzó, pero se detuvo, sintiendo que la emoción se le subía. Miró a NamJoon, luego a la lluvia que caía, antes de volver a ver aquellos ojos azulados- ¿Eres tú? ¿O eres una ilusión?

El castaño dio un paso hacia adelante, riendo levemente- Creo que soy yo- se mordió el labio inferior, inquieto- Necesitaba verte...- su voz era un eco doloroso de lo que ambos habían estado sintiendo en su tiempo separados- Necesitaba verte…- repitió de nuevo, su voz apenas un susurro, y el rubio sintió que cada palabra se deslizaba en su corazón como una suave caricia.

Jimin sintió que un torrente de emociones desbordarse dentro de él al escuchar a NamJoon. La vulnerabilidad del castaño lo tocó profundamente, y antes de darse cuenta, había cruzado el umbral la puerta, acercándose lo suficiente para que su calor se uniera al cuerpo frío del otro.

- Necesitaba verte también- dijo Jimin, su voz entrecortada por la emoción. Sin pensarlo, se inclinó y lo besó, un beso suave que transmitía toda la ansiedad que sentía. Fue un toque ligero al principio, como si temieran que algún giro del destino pudiera hacer que se separaran de nuevo, pero rápidamente se transformó en una conexión ardiente, avivada por el deseo y la necesidad de estar juntos.