Capítulo 10

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Ser

La noche había caído en la ciudad, el parque que alguna vez había sido un refugio de luz y sonido estaba ahora bañado en la serenidad de la oscuridad, las estrellas titilaban en el cielo, y la luna se asomaba como un faro solitario. El castaño se encontraba sentado en el mismo lugar donde había compartido risas y momentos con el rubio, pero esta vez, la atmósfera era diferente, cargada de dudas.

Había pasado un sábado interesante: después de días de esfuerzo, había terminado su artículo, la sensación de logro había sido dulce, sobre todo porque también había pasado la tarde con JungKook. El pelinegro lo había hecho sentir especial, y esa conexión los había llevado a un momento perfecto en el que NamJoon había sentido que todo encajaba.

Pero tras esos breves instantes de felicidad se encontraba la sombra del rubio, siempre presente en su mente, dejando un eco de confusión que no podía ignorar. ¿Cómo era posible que, incluso después de haber estado con JungKook, su mente siguiera navegando hacia aquellos momentos de vulnerabilidad con Jimin?

Se reclinó contra un árbol, observando las sombras que danzaban en el suelo. La brisa era suave, y a pesar de la calma que lo rodeaba, había un tumulto en su interior, la dualidad de sus emociones lo abrumaba. Dejó escapar un suspiro de sus labios.

- ¿Por qué es tan complicado?- murmuró, la pregunta flotó en el aire, buscando respuestas que no llegaban.

La imagen del pelinegro sonriendo, con esos ojos que brillaban de entusiasmo, y el calor que había sentido en su compañía seguía presente, pero la sensación de anhelo por Jimin lo consumía. Recordaba el modo en que la música podía unirlos, sus risas en el parque, y cómo su corazón había latido de una manera diferente a la que había sentido junto a JungKook.

NamJoon trató de centrar sus pensamientos, intentar encontrar una respuesta clara a la confusión que lo envolvía, se miró en la oscuridad, preguntándose si realmente entendía lo que significaba su conexión con cada uno de ellos. ¿Estaba eligiendo lo que parecía ser seguro y cómodo en JungKook, o se estaba negando a sí mismo lo que sentía por Jimin?

El eco de la música que una vez había tocado la tarde anterior resonó en su mente, y con cada nota, se fue sintiendo más ligero. El castaño cerró los ojos, intentando recordar la melodía, dejando que su alma se sumergiera en la música que anhelaba explorar de nuevo.

Sin embargo, ese momento fue interrumpido por un sonido familiar que provocó que se detuviera. A través de la penumbra, vio una figura que se acercaba. Su corazón dio un vuelco. Era el rubio, caminando hacia él con la misma gracia que siempre lo había caracterizado.

- ¿NamJoon?- preguntó, su voz rompiendo el silencio de la noche. Cuando el castaño se dio cuenta, sus piernas se tensaron, nervioso.

- Hola, Jimin- saludó, tratando de que su voz sonara casual. Sin embargo, la confusión que llevaba dentro apenas podía ser disimulada.

El rubio sonrió con esa calidez que siempre había podido desarmarlo, pero había una inquietud en su mirada que también captó la atención del castaño- Es muy tarde como para que estés aquí, ¿Estás bien?

NamJoon sintió que las preguntas que había estado tratando de responder surgían de nuevo- Sí, sólo... reflexionando un poco. Pasé el día con JungKook- optó por decir, buscando algo de que hablar- Fue divertido, pero...

- ¿Pero...?- recalcó Jimin, acomodándose a su lado, haciendo que la cercanía lo llenara de una mezcla de alivio y ansiedad.

- Me resulta difícil no pensar en ti- soltó sin pensarlo, abriendo los ojos en grandes al darse cuenta de lo que había dicho. Sin embargo, continúo- En lo que compartimos- terminó por admitir, sintiendo que una parte importante de sus emociones se desbordaba.

Jimin lo miró con una intensidad, casi como si estuviera intentando descifrar las palabras que había dicho- A veces, me pregunto si las cosas tendrían que ser tan complicadas. Quizá solo deberíamos dejar que las cosas fluyan sin tratar de forzarlas.

El castaño sintió un retortijón de esperanza, inmenso pero furtivo- Eso es lo que intento, pero no sé cómo. Quiero decir, tengo sentimientos...- bajó la mirada al suelo, apenado- ...por ti, pero no quiero lastimar a JungKook, y mi familia...- suspiró pesadamente, su familia era otro tema mucho más complicado.

- A veces es difícil reconciliar lo que sentimos y lo que creemos que deberíamos sentir- dijo el rubio, su voz sonando melancólica y comprensiva- Yo también he estado lidiando con eso.

La revelación lo sorprendió- ¿En serio?- preguntó, tratando de entender el peso que tenían ambos.

- - dejó, sonriendo levemente- La música me ha ayudado a canalizar eso, en cierto modo, como cuando toqué la flauta anoche, me dejé llevar y me di cuenta de que mis emociones podían encajar, aunque fueran complicadas- respondió el rubio, sus ojos reflejando una luz extraña.

El castaño sintió que sus propias dudas se engrandecían- ¿Qué hago...? ¿Qué hacemos...?- preguntó, sintiendo una punzada en el pecho- No quiero confundir más las cosas.

- No siempre tenemos que tener una respuesta inmediata, NamJoon. A veces, simplemente podemos ver a dónde nos llevan las cosas- sugirió Jimin, inclinándose un poco más hacia él- Quizá lo más importante ahora mismo es disfrutar de este momento, sin presionarnos a encontrar todo lo que debemos decidir.

Esas palabras resonaron en el castaño mientras el aire se llenaba de la esencia de la noche, ¿Podría permitirse esa libertad?

- Estaría bien eso- respondió, dejando que una pequeña sonrisa se formara en su rostro- Aunque no sé ser de esa manera...

Con un movimiento suave, Jimin tomó su mano, entrelazando sus dedos, la calidez de su contacto atravesó a NamJoon, disipando un poco la confusión que aún residía en su pecho.

La noche se convirtió en un refugio para sus corazones confusos y sus pensamientos enredados, bajo la luz de la luna, dejaron que el silencio y la música que ambos llevaban dentro habitaran el espacio entre ellos, permitiéndose experimentar esa hermosa imperfección que era el amor, la amistad y todo lo que había en medio. En ese parque, juntos, no tenían que decidir nada. Solo tenían que ser.


 Solo tenían que ser

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El Amor de un Flautista |MinNam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora