Capítulo 18

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Fracasos

Las noches desde su última conversación con JungKook habían sido particularmente largas, llenas de pensamientos autocríticos y recuerdos atormentadores. La imagen de aquel momento seguía resonando en su mente, como un eco desbordante. El castaño sabía que había sido valiente al abrir su corazón, pero al mismo tiempo, la de su decisión lo había empujado aún hacia la confusión.

“Hay alguien más”, había admitido en un susurro, las palabras resbalando de sus labios como una confesión que lo había quemado por dentro. “Conocí a otra persona, Jimin. He estado confundido... y no quiero hacerte más daño”.

Recordaba la expresión en el rostro de JungKook, la mezcla de sorpresa y dolor que casi le partió el alma. Las manos del pelinegro habían temblado ligeramente, como si cada palabra hiriente que NamJoon le había confiado se convirtiera en un golpe contra su pecho.

“¿Jimin?”, había repetido JungKook, sus ojos reflejando un dolor tan profundo que el castaño se sintió desolado. “¿Y qué significa eso para nosotros?”

“Significa que estoy perdido”, le había respondido, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con brotar, un torrente de emociones opacadas. “No sé qué quiero, JungKook. No sé si puedo hacer esto. Te mereces a alguien que esté seguro de su amor, y yo... no puedo ser esa persona ahora. He estado sintiendo otras cosas que no puedo ignorar”.

El silencio que siguió a esas palabras fue ensordecedor. La realidad de su confesión había dejado un espacio vacío entre ellos, un abismo que ninguna risa o palabra tierna podía llenar de inmediato. JungKook había bajado la mirada, y el castaño se dio cuenta de que estaba viendo el dolor reflejado en el suelo.

“Siento que te he fallado”, había murmurado JungKook, siendo un eco de la lucha que también libraba en su corazón. “Nunca... ¿Qué hice mal”.

“No quiero que pienses que es tu culpa. No es así”, había intentado aclarar NamJoon, sintiendo cómo su propio corazón se desmoronaba al verle sufrir, al ver esa mirada rota y vacía. “Tú has sido increíble conmigo, pero estoy confundido y lo último que deseo es lastimarte más”.

La conversación se había extendido hasta altas horas de la noche, pero cada palabra solo parecía aumentar el tumulto de sus emociones. Al final, se despidieron en un mar de lágrimas y abrazos apretados, aunque sabían que las palabras no resolverían nada. NamJoon había salido de aquella conversación sintiendo el peso incalculable de sus decisiones.

Ahora, tres semanas después, la presión se acumulaba en su hogar. Las expectativas familiares creaban una atmósfera tensa que lo envolvía, marcando cada rincón con la decepción que habían manifestado al enterarse de su decisión de renunciar al compromiso con JungKook. La reacción de sus padres había sido igualmente dolorosa y devastadora.

“¿No estás seguro? Este compromiso es importante para tu familia, para tu futuro”, dijo su padre, con la voz firme y una reprobación clara en su tono.

“También es importante para mí ser sincero con mis sentimientos”, había musitado el castaño, más para sí mismo que para sus padres. Al decirlo, el aire en la habitación se había vuelto pesado, la tensión palpable entre ellos.

Mientras su madre le había lanzado miradas de incredulidad, NamJoon supo que había cruzado una línea. A las pocas horas, una lluvia de mensajes y llamadas se había desatado, cada uno más recriminatorio que el anterior, todos rechazando su decisión de romper el compromiso, hasta SeokJin le recriminaba sobre lo que había hecho.

Ahora, las palabras de su madre resonaban en su mente: “Todo estaba planeado. No solo afecta a nuestra familia, sino a la de JungKook también. ¿Por qué tirar todo a la borda?”.

Ese reproche y todos los que siguieron después de ese lo asfixiaban, lo llenaba de culpa. Su mente estaba saturada de su amor por JungKook y lo que sentía por Jimin, colisionando con la tradición y las expectativas familiares que ahora se sentían como una jaula.

Respiró hondo, intentando calmar la tempestad que lo envolvía. A medida que el atardecer se tornaba en noche, también lo hacía la claridad en su corazón. Sabía que el tiempo pasaba por él como un río caudaloso, llevándose consigo las oportunidades y los momentos que no había tenido el valor de enfrentar.

Mientras se sentaba en su habitación esa noche, los ecos de sus fracasos resonaban en su mente. Las sombras de sus decisiones lo abrumaban, se sentía fracasado, en vez de conseguir liberarse de un peso enorme, ahora se sentía mil veces peor. Sabía que el tiempo pasaba por él como un río caudaloso, llevándose consigo las oportunidades y los momentos que no había tenido el valor de enfrentar.

En ese momento, sólo sentía el peso de la decepción y la culpa, como un manto de sombras que ensombrecía su ser.

JungKook se merecía más de lo que él había sido capaz de darle. Continuar con su decisión no sería fácil, y sabía que continuando con ese camino, se atraparía en un ciclo de tristeza sin fin. La luz del día se desvanecía, y junto a ella, su esperanza de encontrar una solución clara.

 La luz del día se desvanecía, y junto a ella, su esperanza de encontrar una solución clara

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El Amor de un Flautista |MinNam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora