IntentoEl sol comenzaba a descender en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. El castaño se encontraba en el parque, rodeado de risas y miradas cómplices de sus amigos. Era un día que debería ser perfecto, el día en que celebraba su compromiso con su futuro esposo, pero, en el fondo, había una sensación de inquietud que lo acompañaba. A a medida que las risas retumbaban a su alrededor, el castaño sentía un nudo en su estómago.
- NamJoon, ¿Estás bien?- escuchó hablar a su hermano, interrumpiendo sus pensamientos.
Con una sonrisa forzada, el menor asintió, intentando parecer relajado- ¿Crees que pueda desaparecer un rato?- le preguntó, necesitaba alejarse de las personas o probablemente terminaría colapsando.
- Si lo necesitas está bien, ve. Te llamaré en caso de que algo suceda- le dio un apretón en el hombre, siendo consciente que al menor no le agradaba estar rodeado de tantas personas. NamJoon lo miró por última vez antes de alejarse del lugar, buscando algún sitio solitario.
Su mirada se desvió hacia la orilla del lago, donde un rayo de luz pareció desnudarse en medio del caos de la celebración. Se dirigió hacia la orilla, pero antes de que pudiera dar un paso más creyó ver una persona entre los árboles, se acercó con lentitud, hasta hallar a un joven rubio que se encontraba sentado en el césped, sosteniendo una flauta.
Embelesado por la melodía que surgía de los labios de aquel flautista, NamJoon sintió que el mundo a su alrededor se desvanecía. Cada nota era un susurro que lo transportaba a un viaje de tranquilidad. Sin pensar.
El flautista tenía una presencia cautivadora. Sus ojos brillaban con un destello de felicidad, y sus labios sonreían mientras dejaba que la flauta contara historias que solo él podía escuchar. NamJoon se plantó en la orilla, observando cómo el rubio tocaba, inmerso en su propio mundo.
Después de unos minutos, el hombre hizo una pausa, y el silencio del parque parecía pesado en el aire. NamJoon sintió la necesidad de aplaudir, pero antes de cumplir con el impulso, el flautista lo miró. Sus ojos eran profundos, como el lago que se extendía a su lado, igual de azules y brillantes.
- Hola- dijo el rubio con una sonrisa cálida- ¿Te gustó la música?
NamJoon sintió calidez al escuchar su voz, una diferente, poco formal, pero no era molesto- Sí, es hermosa- respondió NamJoon, su voz un poco más baja de lo que esperaba.
El rubio se levantó y se acercó un poco más a la orilla del agua, sosteniendo la flauta con su mano derecha. La luz del atardecer iluminaba sus rasgos, y el sonido de la música seguía resonando en la mente de NamJoon.
- Me alegra que te guste.
NamJoon se sintió irremediablemente atraído por la forma en que el rubio hablaba. Había una desarmante sinceridad en sus palabras, algo que el ambiente festivo no le había ofrecido.
- Es un día especial para mí- NamJoon mencionó, intentando sacar algún tema de conversación- Estoy celebrando mi compromiso.
Los ojos del rubio se iluminaron, pero rápidamente se transformaron en un destello extraño.
- Eso es maravilloso. Debe ser un momento muy emocionante.
NamJoon se sintió un poco avergonzado al hablar de su compromiso, pero la calidez en la mirada de Jimin lo incentivó a seguir.
- Lo es, pero…- hizo una pausa, el peso de sus propias dudas comenzando a fluir- Es extraño también.
El rubio lo observó con atención, lleno de curiosidad, lo que impulsó a NamJoon a abrirse un poco más, al final del día era un extraño al que no volvería a ver en su vida, y él necesitaba expresarse.
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El Amor de un Flautista |MinNam|
Fiksi PenggemarUna conexión extraña que entre ellos se intensifica, revelando un amor que trasciende lo superficial y florece en un vínculo profundo y significativo. Sin embargo, uno de ellos está atado a un compromiso que lo somete a una lucha interna. La atracc...