Capítulo 7

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Emociones Contradictorias


Los días que siguieron fueron torbellino de emociones para NamJoon. Si bien las palabras de JungKook le habían proporcionado unio momentáneo, la inquietud persistía en su interior. La dualidad de sus sentimientos se intensificaba; amaba a JungKook profundamente, pero algo dentro de él era atraído con fuerza hacia la incertidumbre que Jimin representaba en su vida.

Fue una tarde tranquila cuando, sintiéndose abrumado por la confusión, NamJoon decidió regresar al parque donde había estado con el rubio, y aunque una parte de él sabía que no debía hacerlo, otra lo empujaba hacia allí.

Mientras caminaba por el sendero, su corazón latía con fuerza en su pecho, sabía que regresar a este lugar podía significar reavivar sentimientos que había intentado mantener a raya. Se reprendió al pensar en cuán irresponsable era buscar al flautista mientras Jungkook estaba presente en su vida, que era absurdo, que no era correcto. Pero las melodías de aquel día seguían resonando en su mente, una música envolvente que parecía llamarlo.

Al llegar al lago donde había escuchado la suave melodía de la flauta, se sintió como un intruso en su propia mente. La luz del atardecer se filtraba a través de las hojas, creando un ambiente casi mágico, y por un breve momento, se dejó llevar por la belleza del momento. Rió con gracia, preguntándose porqué siempre que iba a ese lugar llegaba el atardecer.

- ¿Qué estás haciendo aquí, NamJoon?- se regañó a sí mismo, sintiendo una punzada de culpa- Tienes a JungKook. Esto es un error. No deberías estar buscando a nadie así, menos a Jimin.

Pero a pesar de su reprimenda interna, no pudo evitar la emoción que lo abrazaba al recordar la mirada intensa del flautista. Entonces, como si el universo le hubiese respondido, de entre los árboles emergió la figura del rubio, con su flauta en mano, como si siempre hubiera estado allí, esperando.

- Hola, NamJoon. Ha pasado mucho tiempo, no esperaba verte de nuevo- dijo el rubio, su voz suave mezclándose con el susurro del viento.

La ambivalencia llenó el aire. NamJoon sintió su corazón acelerar mientras miraba al flautista, un torrente de emociones invadiéndolo.

- Hola- saludó, sonriendo apenado- Parece que no puedo mantenerme alejado de este lugar- respondió, intentando parecer despreocupado, pero sus manos temblaban levemente.

Jimin observó con atención, notando la expresión en el rostro de NamJoon- A veces, los lugares tienen un poder sobre nosotros. Pueden llamar a las emociones más profundas, ¿no crees?

NamJoon se sintió expuesto, como si Jimin pudiera ver sus pensamientos más oscuros- Sí, supongo que sí...- murmuró, sintiendo el peso de sus propias decisiones y las emociones que revoloteaban en su interior.

La tensión entre ellos era palpable. El rubio dio un paso más cerca, una mirada curiosa y comprensiva llenando sus ojos- Dime, ¿Qué te preocupa?

Las palabras de Jimin fueron como una invitación, aunque sabía que no debía abrirse por completo, algo en la cálida mirada del flautista lo alentó a ser honesto en cierta medida- Mi relación, JungKook es... él es increíble. Pero hay algo dentro de mí que me tiene inquieto... siento que necesito encontrar un equilibrio, pero no sé cómo.

Jimin sonrió levemente- La vida está llena de decisiones complejas, y es natural sentirse así de vez en cuando, lo importante es que tomes el tiempo para reflexionar sobre lo que realmente quieres. A veces, alejarse un poco ayuda a aclarar la mente.

NamJoon sintió que las palabras de Jimin eran sabias, resonando en lo más profundo de su ser, pero al mismo tiempo, sabía que no podía dejar que esa conexión lo llevara a más confusión- Solo quiero ser sincero con mis emociones, pero a veces siento que no puedo serlo, ni conmigo, ni con nadie- confesó, casi en un susurro.

- Probablemente estés cansado del mismo discurso, pero...- sonrió apenado- A veces, permitir que la música entre a nuestras vidas puede ayudarnos a aclarar esos sentimientos. ¿Quizás te gustaría escuchar algo?- ofreció Jimin, sonriendo de nuevo.

NamJoon sintió que un remolino de emociones le golpeaba. La idea de escuchar al rubio tocando lo llenaba de una mezcla de ansias y temores, pero se encontró inclinándose hacia la oferta- Me encantaría.

Ambos se sentaron en el césped, a la orilla del lago, Jimin no tardó en llevarse la flauta a sus labios y comenzar a tocar, creando una melodía que llenaba el aire con una belleza etérea. Las notas caían como hojas en el viento, suaves y tranquilizadoras. Mientras escuchaba, NamJoon se permitió un momento de introspección, las preocupaciones comenzaron a desvanecerse, aunque solo fuera por un instante, cada nota se convertía en una reflexión sobre sus propios sentimientos, sus dudas y aquellos momentos felices.

Cuando la música terminó, Jimin dejó caer la flauta a su lado con una sonrisa- Espero que hayas encontrado algo de paz en eso- dijo con sinceridad.

- Lo hice. Gracias. A veces, solo necesito un poco de espacio para procesar todo.

El rubio asintió- Siempre estoy aquí si necesitas un oído atento o alguien con quien hablar. La soledad puede ser un refugio, pero también es importante tener a alguien que te entienda.

NamJoon podía sentir el peso de sus sentimientos, pero sabía que debía ser cuidadoso. Había algo extraordinario en esa conexión, pero no podía dejar que fuera más allá de lo que era- Gracias, en serio. Tú y tu música son especiales. Pero tengo que ser honesto, no quiero que esto se complique.

La expresión de Jimin se mantuvo amable y comprensiva, aunque una chispa de sentimiento brilló en sus ojos- No te preocupes, NamJoon. La vida tiene un camino muy variable, y lo que sientes es válido. Solo ten en cuenta lo que te hace sentir completo.

NamJoon sonrió, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Era curioso cómo podía sentirse tan a gusto hablando con Jimin, y al mismo tiempo, tan culpable por lo que sentía estando a su lado.

- Sí, lo tendré en cuenta- respondió, sintiendo la necesidad de salir de ese lugar. La dualidad de sus sentimientos era abrumadora. Se apresuró a despedirse y salir casi corriendo de la zona.

A medida que se alejaba del parque, el corazón de NamJoon continuaba dividido entre la música envolvente de Jimin y el amor de JungKook. Sus pasos resonaban en el camino, un eco de su búsqueda por la claridad en un mundo lleno de emociones contradictorias.

 Sus pasos resonaban en el camino, un eco de su búsqueda por la claridad en un mundo lleno de emociones contradictorias

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El Amor de un Flautista |MinNam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora