Una conexión extraña que entre ellos se intensifica, revelando un amor que trasciende lo superficial y florece en un vínculo profundo y significativo. Sin embargo, uno de ellos está atado a un compromiso que lo somete a una lucha interna.
La atracc...
El sol ya había comenzado su lenta caída en el cielo, y la luz dorada iluminaba la habitación del castaño, quien estaba sentado frente a su escritorio, revisando algunas notas para su próximo proyecto. El día había transcurrido en una mezcla de trabajo y reflexión, y el beso compartido con el rubio seguía frescamente grabado en su mente.
Tenía que encontrar una solución entre su extraña relación con el rubio y su compromiso con Jungkook, era una jornada de constantes pensamientos contradictorios y conflictos internos. En ese momento, la puerta se abrió y Jungkook entró, con una bolsa en sus manos y una sonrisa que iluminaba la habitación.
- ¡Namjoon!- saludó con entusiasmo, dejando las bolsas sobre la cama- ¿Quieres ver lo que compré?
El castaño sonrió, tratando de ocultar sus pensamientos angustiosos detrás de una fachada de tranquilidad- Sí, ¿Qué hay en la bolsa?
Jungkook empezó a sacar algunos artículos, mostrando dulces, una camiseta y algunas cosas que había encontrado en la tienda. La energía vital del pelinegro siempre lograba animar el ambiente, y Namjoon no podía evitar sentirse agradecido por su presencia.
- Mira esto- dijo, sosteniendo la camiseta con una mano- Creo que te quedaría genial.
Namjoon asintió, admirando el entusiasmo de Jungkook. Sin embargo, a medida que la charla avanzaba, su mente se llenaba de preguntas. Las palabras de Jimin resonaban en su cabeza, y el peso de la situación se volteaba sobre sus hombros como una carga que no podía dejar ir.
- Es hermoso, JungKook. Me encanta- respondió, esbozando una pequeña sonrisa genuina mientras trataba de desviar la conversación de su agitación interna.
El pelinegro frunció el ceño, notando que la sonrisa del castaño no alcanzaba sus ojos- ¿Estás bien? Te ves un poco distante- se inclinó un poco, observándolo con curiosidad.
Namjoon sintió el sentimiento de culpa presionando su pecho. No quería preocupar a Jungkook, pero justo ese día era importante para él, puesto que tenían que hablar de su compromiso. Más temprano había hablado con su madre, quien no dejaba de decirle que ya habían pasado casi cuatro meses desde que anunciaron el compromiso, y le preocupaba el hecho de que aún no existiera una fecha para la boda, ella quería comenzar con los preparativos.
Y NamJoon no sabía cómo decirle que ya no estaba seguro de querer casarse con JungKook.
Se agachó un momento, buscando las palabras adecuadas y formando una falsa sonrisa mientras contestaba- Solo un poco cansado. Han sido días largos.
JungKook, sin embargo, podía ver más allá de la fachada- Tú siempre estás cansado. Necesitas tomarte un descanso- sugirió, pero su mirada inquisitiva no se despegaba de Namjoon- ¿Hay algo más en tu mente?
El castaño sintió un tira y afloja en su corazón, y por un momento, estuvo a punto de soltar lo que llevaba guardado. Pero la lealtad hacia su relación lo mantenía en silencio.
- No es nada, en serio. Solo... un poco de trabajo acumulado- siguió con la mentira, incluso sintiendo cómo la historia comenzaba a romperlo por dentro.
Jungkook lo observó con preocupación, asintiendo lentamente- Si necesitas hablar, estoy aquí. Siempre estaré aquí.
Namjoon se sintió abrumado por las palabras del pelinegro, y se cuestionó si sería justo abrir el corazón en ese momento. La presión del compromiso y el deseo de ser honesto lo empujaba hacia un abismo de emociones.
- Gracias- Namjoon finalmente dijo, con un hilo de voz, y una pequeña sonrisa en sus labios.
Pasaron algunos minutos, con el pelinegro explicando historias divertidas sobre su día, pero cada risa y cada anécdota solo hacía que Namjoon se sintiera más dividido. Su cabeza daba vueltas, pensando en el hecho de que, a pesar de no estar seguro de cómo navegar su relación con Jimin, sabía que Jungkook merecía conocer la verdad.
Finalmente, mientras Jungkook se reía de una de sus historias, Namjoon inhaló profundamente y sintió cómo el momento había llegado. La ansiedad y los sentimientos apremiantes burbujearon en su pecho y miró fijamente al pelinegro, quien sonreía despreocupadamente.
- Jungkook...- el castaño titubeó, ajustándose en la silla- Necesito hablar contigo...
La mirada de Jungkook cambió instantáneamente, olvidándose de la risa mientras su expresión se tornaba seria y atenta- Claro, ¿De qué se trata?
Namjoon sintió que su corazón latía con fuerza, considerando cómo abrir la puerta a una conversación que podría cambiarlo todo.
- Es algo... importante...- dijo el castaño, sintiendo que las palabras se atoraban en su garganta. Tenía que ser valiente, no solo por él, sino por Jungkook y Jimin. La realidad que lo rodeaba lo empujaba a enfrentarse a sus propios sentimientos y decisiones.
Mientras el pelinegro lo miraba fijamente, NamJoon sintió que el momento se alargaba, dándole a sus palabras el peso que merecían.
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