Capítulo 50

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Elena

Cuando Jelena dice que todo ha acabado, me quedo un momento sentada con la mirada baja, en el fondo de mi alma me sentía libre, me sentía tranquila; es como si un bloque que tenía entre mi esposo y mi futuro se derrumbara. Pero también vienen muchas preguntas a la cabeza: ¿Qué hice? ¿estará enojado? ¿decepcionado? ¿en verdad hice todo esto? ¿Qué pasara después? ¿Cómo vuelvo a ver a los hombres a los ojos? ¿hice lo correcto?

Estoy tan concentrada en mi mente, que cuando siento el toque delicado de Jelena me sobresalto – Lo lograste... - dice – por favor, deja de darme esa mirada, lo hicisteis tú sola nadie más que tú – me da un guiño antes de apartarse – deberías de ver sus rostros.

Se da la vuelta y me deja de frente, ante casi 50 hombres que se han quedado en silencio, con los ojos muy abiertos, observándome; me fijo en todos y cada uno de ellos, antes de quedar encantada en los ojos de mi marido; que los tiene rojos, sus mejillas están húmedas y su mirada... dios... hay tantos sentimientos que no logro verlos todos.

Matteo aprovecha para llorar y eso me saca de mi burbuja. Luciano se acerca con mi hijo en brazos, no veo su rostro por vergüenza, me entrega a Matteo y pone un dedo debajo de mi barbilla, al tener mis ojos en los suyos, me da un beso en la frente – No tienes que sentirte avergonzada belleza, estoy tan orgulloso de ti – me dice y su voz al igual que su mirada rebosa de orgullo – no hay mejor mujer para mi hijo que tú... esto que acabas de hacer, eso lo que él en el fondo tanto buscaba... cuídalo se que mi hijo puede ser un cabezotas, pero cuídalo, te ama, te ama mucho, que cada palabra que has dicho lo ha matado y lo ha resucitado, amalo por él te ha dado su corazón.

-Yo lo amo – le digo a mi suegro – de verdad que lo amo, cuidare muy bien de él – me da un ultimo beso y un abrazo antes de darse la vuelta he irse donde Alexei y Vasily están de pie observando, me dan una mirada de orgullo y se ponen a conversar.

- ¿Señora? – se acerca uno de los hombres de Zamir – espero que esto no sea muy atrevido, pero... ¿me permite darle un abrazo? – me toma desprevenida con los ojos muy abiertos, le doy un asentimiento – señora con su permiso – me dice y me da un abrazo pequeño.

Cuando se separa de mi, me da una pequeña sonrisa, en un momento todos los hombres están a mi alrededor dándome un abrazo con respeto y cariño. Hombres de la mafia que respetan a mi marido y a mi por ser su esposa...

Al finalizar estoy tan sorprendida que estoy volviendo a llorar, Adam y Cristopher se acercan y me dan un abrazo.

-Estoy orgulloso de ti lena – me dice Cristopher – vamos a ganar esta lucha mi querida amiga – al principio de todo Cristopher era muy serio y frio conmigo, pero al pasar el tiempo, empezó a salir su pequeña personalidad.

- Gracias – le digo.

- Cuando te conocí, pensé que nunca iba a llegar este día – Adam me toma en sus brazos – no sabes lo bella que estas, lo jodidamente fuerte que te ves rodeada de hombres que el mundo teme, te quiero enana eres la hermana que nunca tuvimos.

- Yo también Adam... gracias – me apoyo en él un momento antes de soltarme. Matteo me toma el dedo que paso por su mejilla y me da una de sus bellas sonrisas desdentada.

- Amore – me topo de frente con esos bellos ojos, esos azules ojos que me cautivaron la primera vez que los observe – no hay palabras Elena, para decirte todo lo que siento en este momento dea... - al ver que iba a interrumpirlo, se acerca y toma mi rostros en sus manos – no déjame terminar... estoy muy orgulloso de ti por dar esta entrevista, me siento como un hijo de puta con suerte por tenerte a mi lado, te amo Elena, te amo tanto cielo, te prometo que ganaremos esta lucha, para que puedas vivir felizmente  a mi lado, quiero una vida contigo, muchos hijos, una gran casa... quiero todo contigo.

THE MAFIA QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora