Capítulo especial

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El viñedo...

Poco después de la primera boda de los señores Ambrosetti, la princesa de gales tenia una pequeña visita al  sur de América, visitaría los países de Colombia, Chile, y Argentina. Su esposo el cual sabia de esto hizo los arreglos para que su esposa y el pudieran visitar los países sin ningún problema.

-Puede que haya algunos cambios en esta "pequeña visita" – había comentado Luca en una cena a su esposa, la cual comía silenciosamente al otro lado de la mesa.

- ¿Por qué? – se limpio sus labios y levanto la mira para poder ver a su esposo, que se había quedado hipnotizado al ver a su esposa.

- Por... - carraspeo – Cada uno de esos países tiene un líder la mafia, y al verte acompañada conmigo puede traer problemas...

- ¿Iras conmigo? – la mujer lo vio sorprendida.

- Si y no.

- No entiendo...

- Todo el mundo sabe que eres mi esposa Elena, los chismes viajan demasiado rápido. Y ellos ya saben que eres mi esposa y como tal debo de estar presente.

- Comprendo – la mujer volvió a bajar la mirada, decepción es lo que sentía. Al ver que la mujer volvía a bajar la mira, él se levantó y se acercó donde ella estaba sentada.

- Iré, iré contigo, porque quiero acompañarte – le dijo y le levanto el rostro – pero no te confundas Elena, esta visita es para que esos malditos sepan que estas bajo mi protección, que llevas mi maldito nombre grabado en la carne y en el alma...

La mujer vio como su esposo se retiraba del comedor ¿qué le pasaba? Había momentos que la confundían de muchas maneras. El hombre entro a su despacho con la furia grabada en las venas ¿Por qué le había dicho eso? él si que quería ir con ella, quería que todo el mundo se diera cuenta que la mujer es su esposa, quería que todos entendieran que era prohibido ver a su esposa con deseo, pero tenia esa necesidad de lastimarla de muchas maneras y no sabía  el ¿Por qué?

Dos semas después Luca esperaba a su esposa en el avión que los llevaría a sus destinos, mientras Elena llegaba al aeropuerto y se despedía de la comitiva y el pueblo, el observaba como su esposa actuaba ante el mundo: sonrisa falsa pero convincente, ojos demasiados expresivos para su gusto ya que con él era rara la ocasión que podía ver algo en sus ojos, ese maldito rostro prefecto que poseía, le molestaba verla; pero no podía dejar de observarla, cuando la tuvo de frente ella volvió a ser la mujer que conocía fría y distante.

-Nos vamos – le dijo a la azafata que estaba con ellos. Elena se sentó lejos de él, no quería estar cerca de él,  su cuerpo y su mente se confundía cada vez que ese hombre la toca o hacia algo que le provocaba que su corazón gritara de dolor.

Luca no dijo nada, pero observo a su esposa de reojo, llevaban 3 horas de vuelo, les faltaban 8 horas más, mientras ella se sumergía en la lectura, él se concentraba en el trabajo. Cuando volvió a recordar que su esposa estaba con él, Elena ya se encontraba dormida, el hombre se puso de pie y se acercó a su esposa, se puso en cuchilla para poder verla mejor ¿Qué tenia esta mujer que desde el principio puso su mundo de cabeza? ¿Qué era esta mujer para él? ¿Por qué tenia que ser esta mujer la que lo inquietaba? Elena se movió y el libro que tenia en las manos callo al suelo, al ver la portada del libro, se quiso reír en su cara, la mujer estaba leyendo orgullo y prejuicio...

Luca paso una mano por el rostro de su esposa sin pensar en lo que hacía, la observó por un buen tiempo. Mientras más la observaba, su corazón empezó a inquietarse ¿Por qué? ¿tenía algún sentimiento por esta mujer? No imposible, no podía, ella había asesinado a su hijo, pero... ¿Por qué sentía que ella no era capaz de hacer eso? Tomo a su esposa en brazos, al levantarla, siento lo liguera que es, la mujer se inquietó por un momento, pero después dejo escapar un precioso gemido de satisfacción y metió su rostro en el pecho del hombre.

THE MAFIA QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora