Me levanto. No me entero en qué momento Hayden se fue, pero cuando me quito las sábanas que me envuelven y bajo, ya son las once del día. Todo está recogido, el balcón cerrado, la música apagada, y sobre la barra de la cocina, una nota: «El resto de la lasaña está en la nevera. Aliméntate, que viendo cómo cocinas, lo debes hacer de pena». Mi corazón da un vuelco de felicidad y releo la nota un par de veces antes de ir a comer.
Saco la lasaña del microondas y me siento frente al televisor para comer. Hay algo que no consigo sacar de la cabeza desde hace días: la discusión con Lorena. Nunca peleamos, y no me gusta que estemos así.
Apoyo el celular en un adorno y me siento con el plato entre las piernas, esperando hablar por cámara mientras como. El teléfono suena y no tarda en responder.
—Hola —su rostro aparece en la pantalla, con el pelo recogido y unas gafas de sol puestas.
—¿Vas de viaje? —pregunto, dándome cuenta de que está sentada en el aeropuerto, con personas y maletas pasando al fondo.
—Sí —asiente, notándose nerviosa—. Tengo una oferta para hacer mis prácticas cuando termine este semestre. Voy a ver el lugar.
—Qué bien —sonrío a la pantalla—. Me alegro por ti.
—Oye, lo que pasó está olvidado, ¿sí? —se quita los lentes de los ojos, mostrando un café intenso y grandes ojeras—. No quiero que estemos peleadas.
—No sé qué pasó —me hago la desentendida para hacerla sentir mejor, y lo logra, porque en su rostro aparece una sonrisa.
—Bien —asiente—. Debía estar soñando entonces. ¿Qué haces?
—Desayuno, se me pegaron las sábanas —mastico la lasaña y trago, apartando el plato.
—¿Saliste anoche? Estoy orgullosa.
—No... cené en casa con un amigo —me encojo de hombros, restándole importancia.
—¡UN AMIGO! —abre los ojos desorbitada, acercándose a la pantalla—. Vale, la conversación acaba de ponerse interesante.
—No sé por qué te dije nada —niego, achicando la vista a su imagen del otro lado.
—Porque soy tu amiga y me amas. Vamos, cuéntame todo. ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿A qué se dedica? ¿Cómo lo conociste?
—Ey, ey —la detengo—. Frena en seco. Solo nos estamos conociendo. Se llama Hayden, pero si te sirve, sí, está muy bueno y también me gusta mucho. Pero no quiero precipitarme, es el hermano de una amiga y...
—¿Una amiga? —me interrumpe—. ¿Perra de que hablas? No tienes más amigas que no sea yo.
—Saliste más celosa de lo que pensé —ironizo, divertida.
—Vamos, cuenta más —pide, mientras busca dónde apoyar el móvil y se pone la laptop en las piernas—. ¿Apellido?
—Miller —respondo, entrecerrando los ojos. Ya sé lo que va a salir y no es agradable, porque ya lo busqué.
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Noche de Junio (+18)
RomanceLa vida de Sophia se pone patas arriba nada más pisar New York, todo cambiará al terminar esa noche y ella no podrá evitarlo. Obligada a irse de la ciudad, lo hará con un único objetivo; cobrar venganza por cada golpe del destino. Amistades, lazos y...