🎶 Albano e Romina Power – Felicità 🎶La canción llena la terraza del penthouse, trayendo hermosos recuerdos a mi mente mientras danzo contoneando el cuerpo, cubierto solo por la camisa de Hayden, que aún se pega sobre mi piel mojada después de salir de la piscina.
—Felicità. È tenersi per mano, andare lontano, la felicità. È il tuo sguardo innocente in mezzo alla gente, la felicità.
Canturreo la canción, aun sin saber el significado de algunas partes. La había escuchado tantas veces que me la aprendí a la perfección en italiano y nunca me preocupé por traducirla para entender más de lo que ya sabía. Relleno mi copa de vino, alzándola hacia la mirada punzante que me dirige Hayden, sentado en la escalera del jacuzzi, y sonrío.
—Felicidad... Es una almohada de plumas, el agua del río que viene y que va. —sigo cantando, meciéndome sobre mi propio cuerpo, desabotonando con calma cada uno de los botones, mientras mantengo los ojos cerrados y la copa de vino en la mano, disfrutando la canción, llena de esa sensación de libertad que siento he recuperado, llena justamente de eso, de felicidad.
Dejo rodar la camisa mojada por mis brazos, dejando que mi pelo sea lo único que cubra la desnudez que, sin pudor, le comparto.
—Menos mal que no se escucha en alto lo que pienso. —advierte con el rostro oscurecido.
Ha pasado una semana desde mi supuesto cumpleaños, una semana en la que Hayden y yo apenas nos hemos separado. Y es que, nada más irme, ya necesito regresar otra vez a su lado. ¿Es enfermizo eso? No sé, pero es muy placentero. Hemos hecho el amor sobre cada superficie dentro de esta casa, pasamos las noches hablando cualquier cantidad de cosas estúpidas y sin sentido, reímos, conversamos y nos chantajeamos por el último bocado de comida que el otro deja en el plato, alegando que el último es el más delicioso.
Me desplomo a un lado, aun con el vestigio del orgasmo pintando mi cara, y fijo los ojos en el infinito negro a miles de kilómetros. El cielo hoy está estrellado como pocas veces, y una luna llena hermosa protagoniza el espectáculo entre las pequeñas luces.
—Una vez me dijiste que tenía estrellas en la espalda.
El sonido ronco de su garganta me da la razón y no evito el movimiento de su mano que me invita a recostarme sobre su pecho.
—Aquí. —desliza los dedos por el costado de mis costillas. —Está Orión. —sigue deslizando hacia el omóplato. —Aquí, está Casiopea, y a dos centímetros de tu columna, por el lado izquierdo, Andrómeda.
El pecho me vibra con la risita que contengo.
—Tal conocimiento sobre el cielo no contribuye a tu imagen de macho alfa. —bromeo, y él se lleva el brazo a la frente mientras ríe.
—No tiene que contribuir, cuando esa imagen ya está hecha y más que formada.
—Vaya nivel de arrogancia. —resoplo exagerada para molestarlo. —De igual forma, se está cayendo tu fachada de bad boy.
—¿Te preocupa? —rueda sobre mí, colocándose encima. —¿Te excita que dé esa imagen, rubia?
—Todas queremos a nuestro chico malo. —bromeo, moviendo los ojos con zalamería.
—¿Cuál sería entonces tu concepto de "bad boys"? —dibuja comillas en el aire simulando una irritable voz. —Cuéntame, rubia, ¿qué películas veías de niña y de qué cuarentón te enamoraste?
—Ni en broma pienso decírtelo. —ruedo los ojos.
—Adivinaré. —exclama. —Una de esas en las que él pasa olímpicamente de la chica, pero por alguna extraña razón terminan enamorados al minuto quince.
ESTÁS LEYENDO
Noche de Junio (+18)
RomanceLa vida de Sophia se pone patas arriba nada más pisar New York, todo cambiará al terminar esa noche y ella no podrá evitarlo. Obligada a irse de la ciudad, lo hará con un único objetivo; cobrar venganza por cada golpe del destino. Amistades, lazos y...