La vida de Sophia se pone patas arriba nada más pisar New York, todo cambiará al terminar esa noche y ella no podrá evitarlo. Obligada a irse de la ciudad, lo hará con un único objetivo; cobrar venganza por cada golpe del destino. Amistades, lazos y...
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La mesa está dispuesta como siempre, a modo de banquete. Hayden desliza la mano por mi muslo, y tengo que hacer maravillas para concentrarme en cortar el pavo sin clavarme el cuchillo.
—Deja de hacer eso —murmuro solo para nosotros—. Me desconcentras.
Una sonrisa cínica se dibuja en sus labios y vuelve a fingir que presta atención a su madre, que no para de hablar sobre la recaudación que se logró el otro día.
—Entonces, ¿no has pensado en irte a estudiar fuera? —pregunta Travis—. Sé que te hicieron alguna oferta durante la fiesta.
Hayden se pasa la mano por la mandíbula y me observa tenso, esperando la respuesta.
—Por ahora no me interesa irme a otro lugar —contesto a mi amigo—. Estoy bien aquí.
—¿Segura? —demanda Vivian—. Gabriele me dijo que te ofreció una beca. Su escuela es una de las mejores de toda Europa. Sería un enorme trampolín para que te sigas desarrollando en el medio.
—Ya dijo que no se irá a ninguna parte —interrumpe Hayden con más acritud de la necesaria—. Si quiere estudiar, lo puede hacer aquí. Solo tiene que escoger la escuela que quiera, y listo.
—¿Ahora te has convertido en un obseso controlador, hermanito?
—No me voy a molestar en responder eso —Claudia entorna los ojos y se siente el resoplido burlón de Travis, que le suelta un beso en la mejilla.
—Decidas lo que decidas, estará bien, Emma —interfiere Max—. Yo tampoco podría irme lejos de Maty a estudiar nada; viraría ese mismo día.
Alrededor de la mesa ríen y entran con la botella de vino que Matheus había pedido que buscaran en la bodega.
—Ahora que tengo algo más fuerte para tomar, vamos a lo importante —Matheus se aclara la garganta y mira a su sobrino—. Spencer se retira del proyecto. Encontramos un nuevo inversor pronto o estaremos en una situación crítica. No contamos con más margen de tiempo; cada día que esperamos perdemos dinero y no podemos empezar en números rojos.
—Maty, cariño —interfiere su hermana—. Estamos cenando, no es el momento para hablar de trabajo.
—Déjalo —pide Hayden a su madre—. Así podrá explicarme qué carajos es la basura que encontré esta mañana sobre mi escritorio. Tu nombre está en todos lados, lo que me hace pensar que es tu idea.
—Y lo es —acepta su tío—. Es la única propuesta viable para resolver esto. El proyecto del hotel, tal y como se concibió, es demasiado ambicioso. Nuestra cartera de inversiones no se encuentra en su mejor momento, y el Palase no es nuestro único proyecto... Un hotel de esas características es cuatro veces más costoso. Es caro ser ecoamigable... ¡como ser vegano! Por eso no cualquiera puede serlo.
—Hayden, tu tío tiene razón, cariño —apunta Vivian—. Además, esto es solo una propuesta, todavía hay que estudiarla a fondo, cambiar algunas cosas...
