Capítulo 24

75 12 12
                                    

Otra noche más durmiendo en su cama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otra noche más durmiendo en su cama. Volví a las once del casino y Steve esperaba fuera de mi edificio para traerme aquí. Hayden llegó del aeropuerto media hora después de mí y verlo fue una bocanada de aire fresco en la cara.

—Cuéntame algo que te guste hacer —le pido, apartando los mechones oscuros que le caen en la frente.

—Follarte —toma mi mandíbula plantándome un beso corto a la vez que su mano se mete entre mis piernas, soltando una palmada en mi sexo—. Y comerme esto.

Río y lo aparto hacia un lado para apoyar ahora el mentón en su pecho.

—Hablo en serio —le digo—. Cosas normales que te gusten hacer.

—Viajar —cierra los ojos y abre los brazos, pasándose las manos por debajo de la cabeza—. ¿Qué tal tú? ¿Qué te gusta hacer?

—Me gusta leer... —voy subiendo por su pecho con los dedos como si caminaran mientras enumero—... escuchar música, bailar, hacer fotos... y esto.

Dejo las yemas sobre la sonrisa que ahora forman sus labios. «No pasará porque eres inteligente», dice.... Los hombres, tan hábiles para algunas cosas y tan bobos para otras tantas.

Esta vez, Hayden sigue durmiendo a mi lado cuando despierto. Me paro con sumo cuidado de la cama y recojo su camiseta del piso, pasándomela por la cabeza. Me queda enorme y hasta la mitad de los muslos. Recojo también las bragas que me pongo y voy al baño a lavarme la boca antes de salir fuera y ver que todo está solo.

Pensaba encontrarme a Mirley, pero no. Me muerdo el labio con la idea que se me ocurre y no sé cómo resultará, pero... vuelvo a la habitación, Hayden sigue durmiendo como una piedra, saco mi celular y una pinza para recogerme el pelo.

Soy un desastre cocinando, pero hay una sola cosa que me sale bien y esa es... torticas. Abro Apple Music y pongo la canción bajito que dejo sobre la encimera mientras busco en la nevera lo que necesito.

Preparo café, caliento la leche, corto frutas y hago sándwiches. Que no sepa cocinar no quiere decir que tenga algún tipo de retraso, lo básico lo puedo lograr sin problemas. Saco el bol y el tamizador, y comienzo a echar los ingredientes escuchando cómo 🎶 Work 🎶 entra al coro, momento imposible de no bailar y...

—Espero que no planees quemar mi cocina. —<Mierda.>

<¿Cuánto tiempo lleva parado ahí viéndome hacer el ridículo?> Suelto la bolsa de harina y volteo a ver ruborizada al hombre con short deportivo, desnudo de cintura para arriba, que camina hacia mí.

—Buenos días —mascullo, agitando a ciegas el colador sobre el bol.

—Buenos días a ti también —saca una de las sillas del desayunador donde se sienta observándome con una ceja levantada y el mentón apoyado en las manos entrelazadas en el aire—. ¿Dormiste bien?

Noche de Junio (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora