¡por un like! #1 | itafushi

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Sukuna nunca se interesaba por escuchar las charlas que tenia su hermano con su manager. ¿Pero quien iba a culparla? Amaba poder recolectar información de donde sea y no iba a desaprovechar esa oportunidad.

Mucho menos cuando ahora se encontraba sentada en una hamaca sosteniendo un cigarrillo encendido en sus dedos mientras exhalaba el humo.

Gojo y Yuuji se encontraban frente suyo, a unos metros de distancia, pero la conversación que mantenían se podía escuchar claramente.

Cruzó sus piernas y tiró su cuerpo hacia atrás mientras daba otra calada al tabaco.

— te vas a convertir en un tren a vapor — su mirada se dirigió arriba y encontró los azules ojos de Satoru observarla. Rodó los ojos y del bolsillo de su bata sacó una caja de Malboro ofreciendo uno.

El peliblanco lo aceptó encendiendo el suyo propio. — me enteré que Suguru esta trabajando aquí en Estados Unidos — vió de reojo como su amigo y manager fruncía el ceño.

— ¿Y eso a que viene?

— no me digas que no pensaste en hablarle, creí que era lo que más esperabas — sonrió mientras daba golpecitos al cigarro casi a terminarse para dejar caer las cenizas en el cenicero.

Satoru negó. — no tengo nada que hablar con él, si quiere arreglar las cosas me va a hablar — Dando una ultima calada apagó el faso apretándolo en el plato chico. Se puso de pie y aventó la colilla al pasto. — vos también tendrías que pensar en decirle a tu papá — Ryomen no contestó, pero el omega supo que le escuchó.

Los labios de la pelirosa se mantuvieron en una fina linea, el cigarrillo en sus dedos se humeaba con el tiempo y sus pensamientos empezaron a maquinar distintos escenarios.

Con enojo tiró la colilla también al pasto, seguido de las cenizas del plato.

Nunca se detuvo a pensar sobre su orientación sexual, ¡Pero vamos! De su familia ella fue la primer mujer, la primer omega y la primera en lograr tener un éxito como el que tiene actualmente.

No es tan fácil luego de que tus padres te impongan lo "normal y correcto" ir con una sonrisa y decir; "Papá, soy lesbiana, me gustan las mujeres"

Jin Itadori, su padre, un alfa de porte que era dueño de una de las perfumerías mas reconocidas en todo el país americano, era un hombre recto, estricto y elegante.

Adora a la perfección y repudia lo extraño.

Cuando le dijeron que su hija, Ryomen Sukuna habia nacido omega, sus expectativas de que ella se casase con un hombre fueron altas.

Sin embargo, ella no presentó a nadie durante su adolescencia, mucho menos ahora que tiene veintitrés . Y él no quería forzar un matrimonio a sus dos únicos hijos.

Los mellizos siempre fueron halagados por revistas y celebridades por haber sido el estándar de hijos perfectos.

Desde hipnotizantes ojos rubí, cabello rosado, contextura física fuerte y altura alta promedio.

Los mellizos Itadori eran conciderados los niños perfectos de esa generación.

¿Pero que harían con ella si la gente se enterase de su gusto por las mujeres? ¿La mandarían a una hoguera? No quería ser asesinada como las brujas de la época medieval.

Pero tampoco quería imaginarse que dirían las revistas de chismes con respecto a que la mujer más codiciada de todo Estados Unidos estaba en realidad en busca de una Alfa y no de un hombre promedio que no tiene huevos.

Ryomen era mucho para un hombre.

Por eso iba a demostrarle a todo el mundo que ella podría dominar el universo de la mano de una mujer

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