¡por un like! #1 | itafushi

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satosugu cap

Dos años habían pasado de aquel suceso, Satoru quería creer haber superado al chico pero cada que ingresaba a su habitación, una foto de ellos dos se podía ver pegada en su pared.

Una foto en  donde salían ellos abrazados y sonriendo a la cámara haciendo la señal de la paz con las manos. El omega piensa que si tuviera la oportunidad de hablar con su yo del pasado, cree que le hubiera advertido sobre Geto.

Pero a su vez, le hubiera dicho de que contenga a Suguru para que no se vaya.

Los recuerdos de ese día seguían en su cabeza, repitiéndose cada que podía, como una cinta de película infinita.

"You're a flashback in a film reel on the one screen in my town"

¿Se arrepentía de haberle dado sus primeras veces a un chico que vió solo por un año? Si, lo hacía. Pero en ese momento se creyó lo mejor del mundo por haber dado el siguiente paso que la mayoría de sus compañeros querían.

Ahora tenía dieciséis y piensa que la gente que se metía con gente menor daba asco.

Caminó hasta la foto en la pared y la arrancó. Rompió y tiro el papel a la basura.

No quería tener más recuerdos de aquella época que quiere hacer arder en llamas.

Otro día caminando a la preparatoria, cada minuto que pasaba se sentía cada vez mas pesado, no podía identificar si era por el absurdo calor que hacía o por una creciente tristeza que sentía en su pecho.

Ver como el instituto se volvía mas cercano, se convirtió en una señal divina del cielo. Ya faltaba poco para llegar a su salón y dormir un poco antes de las clases.

— ¡Satoru! — una voz que recordaba a la perfección hizo que se detuviera. Se giró y vió a la persona que más temía.

— Geto

— no seas tan formal, si ya nos conocemos — Gojo vio como el mayor se acercaba, este retrocedió unos pasos. No podía creer que tenía la valentía de enfrentarlo y decirle eso. Frunció el ceño.

— claro, si nos conocíamos tanto, entonces, ¿por qué me dejaste? después de... eso — hizo énfasis en la última palabra, haciendo saber que iba con otro significado.

— Satoru, dejame arreglar todo lo que hice mal, ¿si? te prometo que voy a ser el tipo de persona que quieras — acarició la mejilla del omega y se quiso resistir al toque, pero solo sentía su piel arder bajo este.

Satoru era un incendio y Suguru era la leña que lo potenciaba a seguir ardiendo, sin importar que tan peligroso se viera.

Mordió su mejilla interior y trató de pensar en una respuesta rápida.

— ¿podemos hablar luego del colegio? — Geto asintió y soltó la mejilla contraria, Satoru apretó su el agarre en su mochila. — bien, te veo a la salida, quiero creer que sabes a la hora que salgo

— tranquilo, estaré aquí para las seis — el de ojos celestes solo asintió y se fue sin despedirse.

No quería alargar más la conversación, ya tenía demasiado con el dolor de cabeza que estaba empezando a darle.

— ¿y bien? — rompió el silencio Gojo, al verse desesperado por el silencio incómodo que se estaba formando hace varios minutos.

— perdón — el omega quería gritar. — no debí haber hecho lo que hice, merecías algo mejor y por eso volví

— ¿piensas que lo que me merezco sos vos?

— Satoru — lo llamó. — somos destinados

— lo sé, lo supe desde siempre

— el universo sabe que somos lo mejor para el otro — el peliblanco miró sus pies, no queriendo hacer contacto visual.

— pues que destinado tan estúpido me puso el universo — Suguru bufó.

— estoy tratando de arreglar esto

— y yo quiero ver que tanto vas a hacer por mí — ahora ambos se miraban.

Suguru entendió que era capaz de tirarse de un puente por el chico. Pero no iba a admitirlo en voz alta.

— voy a cortejarte y voy a ganarme tu amor

Adivinen quien aceptó.