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— ¿a donde vas? — detuvo sus pasos y se volteó hacia la voz que le habló

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— ¿a donde vas? — detuvo sus pasos y se volteó hacia la voz que le habló.

— ¿voy a salir? — respondió casi que con obviedad. Ryomen se sentó en el sofá para verlo de arriba a abajo.

— mi instinto femenino me dice que algo raro vas a hacer — entrecerró sus ojos, Yuuji rodó los suyos.

— solo voy a ir a la casa de Aoi para mañana ir a entrenar — mentira. La pelirosa volvió a recostarse en el extenso mueble.

— bien, mándale saludos — agitó su mano en saludo y el Itadori salió de la casa, para posteriormente agarrar su teléfono y mandar un mensaje.

— bien, mándale saludos — agitó su mano en saludo y el Itadori salió de la casa, para posteriormente agarrar su teléfono y mandar un mensaje

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 Megumi escuchó la puerta abrirse a sus espaldas

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Megumi escuchó la puerta abrirse a sus espaldas. Ni se esforzó en saber quien era, de todos modos ya lo sabía.

— ¿trajiste la ropa? — preguntó desde su lugar, estaba acurrucado bajo las frazadas a pesar de sentir el sudor bajar por su espalda a causa de la fiebre.

— ni un hola por lo menos — el pelirosa se sentó en el borde de la cama sacando de su mochila sus prendas de ropa que olían a yogurt de frutilla, combinando con el aroma fresco de la habitación a tulipanes.

¡por un like! #1 | itafushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora