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Si bien a Yuuji nunca le costó levantarse temprano, cree que ahora mismo despertarse era el infierno mismo

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Si bien a Yuuji nunca le costó levantarse temprano, cree que ahora mismo despertarse era el infierno mismo.

Ryomen corría de un lado a otro organizando todo lo que debía llevar hasta el estudio para no olvidarse de nada, a la par de que estaba terminando de arreglarse, con la ropa recién acomodada y los tacones resonando por todo el suelo de madera que torturaba los pobres oídos del alfa.

Volvió a taparse y se giró tratando de conciliar el sueño, al no poder, extendió su mano para ver la hora en su celular; iban a ser las seis, soltó un quejido.

— ¿te volviste loca? son las cinco de la mañana que carajo haces despierta si a las diez empieza todo — se sentó en la cama a ver como su hermana se detenía.

— nunca sabes cuánto podes tardar arreglándote, aparte es re poco tiempo — lo dijo con tono de obviedad y siguió removiendo las cosas en su valija.

— el día que te cases con Mai le voy a desear fuerzas para que tenga que soportarte — Ryomen alcanzó un zapato y se lo tiró en la cara — ¡pelotuda! está sucia la zapatilla encima — dijo levantando el calzado de las sábanas blancas.

— y me pregunto de quien será esa zapatilla

Yuuji no iba a soportar otro día mas encerrado con su melliza.

¡por un like! #1 | itafushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora