¡por un like! #1 | itafushi

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Megumi nunca sintió que tuviera que tuviera que recurrir al alcohol como una forma de saciar un vacío en su pecho.

Sin embargo, ahora su cuerpo se tambaleaba levemente mientras se acercaba a una de las habitaciones del hotel. Su vista era un poco nublada, pero difrenció el numero de madera en la puerta, tocó suavemente esperando una respuesta.

Pasos se escucharon del otro lado, hasta que la puerta se abrió. — ¿Megumi? ¿pasa algo? — el azabache sintió sus mejillas sonrojarse, ya no sabía si era efecto de la ebriedad o no.

— ¿puedo pasar...? — Ino se hizo a un lado y dejó al omega ingresar a su habitación. 

— ¿estás borracho? — preguntó lo obvio al sentir el claro aliento a vodka salir de la boca de Fushiguro. Este asintió lento.

— un poco... creo — deslizó las palabras y se sentó en el borde de la cama. El alfa se acercó también a él, tomando asiento a su lado.

— ¿estás bien? — el ojiverde negó.

— creo que me... rompieron el corazón je... — soltó una pequeña risa nerviosa, sus mejillas coloradas y su vista perdida era una clara señal de su estado.

Takuma solo observaba como el omega tenía aquel brillo en sus ojos.

— esa persona tiene que ser muy pelotuda para romperte el corazón — el menor lo miró.

— ¿vos decís? — el castaño asintió seguro. — ¿vos me romperías el corazón?

— jamás — desvió nuevamente su mirada hacia sus pies, como si estuviera pensando, mientras jugaba con sus dedos. — ¿queres quedarte a dormir? dudo que— sus palabras se vieron interrumpidas cuando sintió que era empujado hacia el colchón, su espalda chocando contra este abruptamente.

Ino miró hacia arriba y vió a Megumi acomodar sus piernas a su costado quedando encima suyo. Y jura por todos los dioses que en ese momento pudo haber visto a un ángel.

Aquellos ojos brillantes, mejillas sonrojadas y cabello despeinado era un obra digna de admirar. Sintió sus propias mejillas volverse rojas y su corazón empezar a latir desenfrenado.

— ¿Megumi...?

— Ino... — se fue acercando hasta quedar a centímetros de su rostro, ambas respiraciones mezclándose. — ¿puedo besarte? — aquello sorprendió al castaño e hizo que cambiaran de posición, dejando a Fushiguro ahora sobre el colchón y liberando al alfa de ahí.

El ojimarrón se llevó las manos a la cara tratando de disipar aquella imagen de su mente. — estas borracho Meg... no sabés lo que decís — el omega ahora lo miraba recostado desde la mitad de la cama, sus párpados luchando por no ceder ante el sueño.

— Ino... — murmuró. El nombrado se acercó a él y fue retirando sus zapatos para luego acomodarlo bien sobre el colchón. Posó una de sus manos sobre las hebras  negras y las peinó.

— dormí Meg, estas cansado — dejó caricias en el mismo lugar viendo como de a poco este fue cediendo al sueño cayendo profundamente dormido. Takuma sonrió y quitó la mano de esa zona.

Ahora su única necesidad era tomar una ducha bien fría.

A la mañana siguiente Megumi se despertó desorientado y con un dolor punzante en su cabeza. Se sentó en la cama agarrando esta y tratando de acostumbrarse a la luz de la mañana.

Buscó su teléfono entre las sábanas y al encontrarlo vio la hora: las once treinta y dos de la mañana. Miró a su alrededor y pudo darse cuenta de que no estaba en su habitación.

— buen dia Meg — aquella voz lo hizo voltear rápidamente hacia la puerta de lo que suponía era el baño, de ahí vio salir a Ino con una toalla alrededor de su cintura y el pecho descubierto. Sus mejillas se colorearon.

— ¿Ino?

— anoche llegaste borracho y te quedaste dormido — los recuerdos de la noche anterior golpearon su mente y sus cachetes se volvieron más rojos, si es que eso era posible. Ocultó su rostro entre sus manos.

— perdón si llegue a incomodarte — murmuró aún escondido y Takuma rió.

Sintió el colchón hundirse y de reojo vió la espalda del alfa, observando como se colocaba una remera y pantalones.

— no te preocupes Meg, no pasó nada anoche — el castaño acarició sus cabellos como hace unas horas atrás y le dedicó una sonrisa.

Takuma se alejó un poco de la cama yendo a buscar algo de ropa para prestarle al omega y así pueda tomar un baño.

Volvió a los pocos minutos con una remera, ropa interior y una bermuda para que estuviese cómodo.

— ve a darte un baño, lo vas a necesitar después de ayer