CAPÍTULO 3

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T/N MEZA.

Hace tres días que recibí las rosas por parte de Cesar y no he vuelto a tener noticias de él, cada vez que escucho mi celular, cuando tocan a la puerta, creo que es el que viene por mí, pero la tristeza me invade al darme cuenta de que no es él, tengo que acostumbrarme a vivir sin él, pero se me está haciendo muy difícil, se me hace imposible no pensar en él, cuándo voy caminando por la calle y veo una pareja de enamorados agarrados de la mano, me imaginó que podíamos ser nosotros...

Por fin la semana termino, el trabajo ha ido bien, solo que Cornelio es muy mandón y quiere saber de mi vida más de la cuenta ¿Con quién vivo? ¿Dónde vivo? ¿Si tengo novio? Se sorprendió mucho cuando le dije que no y vi una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Hoy todos en la oficina van a ir a tomarse unas copas y aunque no me apetece voy a acompañarlos para votar un poco la rutina, termino de recoger mi escritorio y mi bolso para luego juntarme con Claire en la recepción...

- ¿Lista? - dice al verme llegar, yo asiento - Pues vamos - dice, la veo coger su bolso y cruzamos al bar que queda en frente a la editorial, nos encontramos con los chicos de administración, Elizabeth, Tessa y por supuesto Cornelio que me mira como si fuera comida, me siento incómoda ante su acoso, pero intento distraerme, tome una cerveza, mientras conversaba con las chicas.

- No entiendo como una mujer tan hermosa como tú no tiene novio - dice Cornelio.

- No ha llegado el indicado - le digo y me encojo de hombros.

- Puede ser - dice y le da un largo trago a su bebida.

Media hora después me despido de todos para volver a casa, cuando estoy en la puerta una fuerte mano me detiene, es Cornelio, ¿Ahora que quiere?

- Me saludas a Elisa Lara - dice mi rostro se divide en dos por la sorpresa, como sabe el que yo conozco a Elisa, sabrá de mi vida anterior, salgo del bar de prisa, cruzo la calle y entro al estacionamiento que está totalmente desierto, siento una sensación de miedo recorrer mi cuerpo con mis manos temblorosas busco las lleves en mi bolso, pero cuando voy a abrir la puerta caen en el suelo.

- Por Dios - exclamo, solo eso me faltaba, me abajó a buscarlas, pero unos pies la patean debajo del auto - Pero qué mierda - digo y al levantar la mirada, el pánico me invade - Cornelio - susurro, él sonríe y me levanta del piso con brusquedad - ¿Qué te pasa? Déjame buscar mis llaves - le digo.

- No - dice con voz dura - Tú y yo tenemos muchas cosas que hablar.

- Por supuesto que no - me remuevo de su agarre y este se hace más fuerte - Suéltame o voy a gritar.

- Hazlo - me incita - Nadie te va a escuchar - me arrastra hacia el edificio y aunque intento zafarme simplemente no puedo.

- ¿Qué es lo que quieres? - le digo, cuando estamos en su oficina - ¿Para qué me trajiste aquí?

- Sabes lo que quiero, lo mismo que le diste a Parra - trago en seco - No sabes cuanto tiempo espere por tú en la Esclava y ahora que te tengo cerca no te me vas a escapar de nuevo.

- No sé de qué hablas, me ha estado confundiendo con otra persona - me pongo de pie y camino hacia la puerta, él se interpone en mi camino - Déjame salir, por favor - le pido.

- No, mesera - dice muy cerca de mi cara, su aliento a alcohol apesta - Tú y yo vamos a pasar un delicioso momento - con su cuerpo me pega contra la puerta y aunque intento moverme no puedo con sus ásperas manos recorre mi cuello y luego su nariz hace lo mismo - Hueles delicioso - dice con voz ronca.

- Cornelio, suéltame - pero hace caso omiso a mi petición, respiro profundo y con toda la fuerza que tengo lo empujo y golpeo su cara con mi puño - No se te ocurra meterte otra vez conmigo - camino hacia la puerta, pero él me jala por el pelo y me hace retroceder, su mano se estampa en mi cara y siento como arde y el sabor a sangre invade mi boca.

- Tú vas a hacer mía quieras o no - me vuelve a cachetear y me mareo - Si te resiste te va a ir peor, aunque un poco de lucha lo haría muy divertido - me choca fuerte contra la pared, y de un solo movimiento rompe mi blusa, no me voy a dejar, voy a luchar hasta el último momento no voy a dejar que me arruine la vida intento cachetearlo, pero él agarra mi mano y la retuerce haciéndome caer al piso - Mientras más luchas más me excitas - se sube sobre mí e inmoviliza mis piernas y brazos, entierra su cara en mi cuello y siento su asqueroso aliento en mi cuello.

- Suéltame - lucho debajo de él - Cornelio, suéltame. Maldita sea - su mano se vuelve a estampar en mi cara y hace que mi cabeza de vueltas.

- Voy a tener que enseñarte modales - dice con suficiencia, cierro mis ojos y las lágrimas mojan mi mejilla, no puedo luchar contra él y por más que lo golpee y grite nadie me va a escuchar...

Escucho un golpe seco, ya no siento su peso sobre mí, abro los ojos y lo que veo me sorprende, Cesar está sobre Cornelio golpeándolo, como puedo me siento y con mis manos cubro mi cuerpo desnudo, veo a Taylor poner su mano en el hombro de él, luego él me mira y sus ojos están llenos de ira, de miedo, de culpa...

Deja de golpear a Cornelio y se acerca a mí, se quita su chaqueta y cubre mi cuerpo, yo no he podido parar de llorar.

- Estás bien - acaricia mi pelo, yo asiento y él traga en seco - Todo paso - dice con voz ronca y limpia mis lágrimas - Tranquila - susurra, su rostro refleja miedo y alivio a la vez, me tiro en sus brazos, él me envuelve y estando entre sus brazos me siento como en casa, protegida, amada... - Taylor encárgate de este hijo de puta...

Me toma en sus brazos, me agarro de su cuello y me lleva al auto.

- Vamos a casa...

"Ya es muy tarde 2" "Vuelvo a tí"🫀🫶🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora