EPÍLOGO

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T/N MEZA.

UNA SEMANA DESPUÉS...

Hoy es uno de esos días en los que quisiera quedarme en la cama, con una buena dosis de mi vicio "Cesar" y solo salir a comer, pero el deber me llama...

- Despierta, dormilona - dice Cesar en alguna parte de la habitación a regañadientes me siento en la cama, estiro mis brazos y piernas luego foto mis ojos, miro a mi alrededor y me encuentro con una vista fantástica, Cesar está al lado de la cama secando su pelo, solo lleva una toalla en su cintura que lo hace ver malditamente sexy, el agua cae en su esculpido abdomen - ¿Disfrutando de la vista? - me pregunta.

- Bastante - digo y muerdo mi labio, se acerca a mí para soltar mis labios con sus dedos y me besa.

- Buenos días - susurra recargando su frente en la mía, mientras recuperamos el aliento - Creo que deberías salir de la cama o vamos a llegar tarde - yo solo asiento aunque me quede con deseos de más, me pongo de pie y lo veo a él buscar su ropa interior en las gavetas, me quito la camiseta y la dejo sobre la cama, nuestras miradas se encuentran por el espejo y le lanzo un beso con mis manos antes de entrar.

El agua caliente recorre mi cuerpo haciendo que este se relaje totalmente, paso la mano por mi vientre y sonrió al pensar en mi Blip como le decimos cariñosamente desde que Cesar me acompaño a la consulta con la doctora Greene, unas manos muy conocidas están sobre las mías y me acompañan a acariciar mi vientre, pero no se detienen siguen bajando y se posan en mi entrepierna haciendo que un leve gemido se escape de mis labios, pero lo que me susurra al oído hace que todo mi cuerpo vibre.

- Creo que hoy si vamos a llegar tarde a la oficina...

Después de lo que hicimos en el baño mi ánimo mejoro considerablemente, ya es mediodía y estoy en mi oficina esperando que Hanna venga con nuestros almuerzos, estoy revisando unos documentos cuando un toque en la puerta me distrae.

- Pase - digo, la puerta se abre y veo una cabellera rubia asomarse.

- Hola, hermanita. Me pongo de pie, camino hacia ella y nos abrazamos.

- Vanessa, ¿Cómo estás? - me alegra tanto que venga a verme, dentro de una semana se va a estudiar a Portland.

- Bien, T/n. ¿Y tú? - dice emocionada - Y mi sobrino o sobrina - las dos reímos, mientras ella acaricia mi vientre.

- Estamos bien, ven siéntate - la invito y nos sentamos en el sofá - ¿Ya almorzaste?

- No, vine para ver si podíamos hacerlo juntas.

- Por supuesto que sí, deja pedirle a Hanna que te traiga algo ¿Ensalada o sándwich? - me pongo de pie y busco mi celular.

- Ensalada - le marco a Hanna, dejó el celular sobre el escritorio y me siento al lado de mi hermana.

- ¿Lista para la Universidad? - ella sonríe, ya que por sus buenas notas gano una beca para estudiar periodismo, pero su cara me dice que hay algo más - ¿Pero? - levanta una ceja - Suéltalo, Meza - le digo ella sonríe resignada.

- Me da tristeza dejar a mamá sola - dice y sus ojos se cristalizan - Sabes que nunca nos hemos separados.

- Eso lo sé - acaricio su hombro - Pero tampoco es que te vas a ir a la china - me sonríe - Además siempre vamos a visitarte y tú vas a venir.

- Eso es verdad - su mirada se queda fija en alguna parte de la oficina y una lágrima rueda por su mejilla.

- ¿Qué te pasa? - solloza y la abrazo por un momento, sale de mi abrazo y me mira a los ojos - ¿Sabes que puede confiar en mí? - ella asiente - Cuéntame qué te pasa.

"Ya es muy tarde 2" "Vuelvo a tí"🫀🫶🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora