CAPÍTULO 7

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MARATÓN 4/6.

T/N MEZA.

A media tarde decidimos ir a visitar a mi madre y mientras Cesar hace unas llamadas voy a mi habitación a cambiarme, me doy una ducha rápida y me pongo un conjunto de bragas blancas, una falta azul, una blusa blanca y unos tenis blancos, mientras se aplicó el brillo labial veo en mi cara la marca de la cachetada que Cornelio me dio y aunque he intentado no pensar en eso, todos esos recuerdos llegan a mi mente y me lleno de pánico solo pensar que hubiera pasado si Cesar no hubiera llegado en ese momento, también pienso que va a pasar con mi trabajo en Phoenix Publishing, todavía lo tendré...

- Amor, ¿Estás lista? - dice, Cesar. Desde el umbral de la puerta, nuestras miradas se encuentran a través del espejo y él se acerca a mí - ¿Que está mal? - dice preocupado, sin poder evitarlo me doy la vuelta y lo abrazo con fuerza.

- Gracias por salvarme de Cornelio - digo con voz entrecortada - Si no hubieras llegado... - él me calla poniendo un dedo en mis labios.

- Pero llegue - dice con voz ronca - Y no voy a permitir que nada ni nadie te dañe - deposita un tierno beso en mis labios, pero yo llevo mis manos a su cuello y lo profundizo - Si continúas basándome así la visita a tu madre se quedará para otro día - me advierte y sé a lo que se refiere, decido mejor terminar de cambiarme...

Llegamos a casa de mi madre y para nuestra sorpresa encontramos al doctor Swan y a mi madre conversando animadamente, después de saludar a todos nos sentamos en el sofá y nos unimos a la conversación, es maravilloso ver a Cesar reír a carcajadas con las ocurrencias de los demás, dos horas después Fernando propone que vayamos todos a cenar y gustoso aceptamos, mientras mi madre y Vanessa van a vestirse acorto la distancia que me separa de Cesar y le robo un beso.

- ¿Y eso? - dice sorprendido.

- Que te amo - le digo, lo veo sonreír y luego agarra mi cara entre sus manos y me besa con ternura.

- Yo más - dice y besa mi nariz.

- Hey, par de enamorados - dice Fernando entrando a la sala - Respeten a los mayores.

- Yo creo que aquí hay más de un par de enamorados - digo poniéndome de pie, escucho a Fernando anclarse la garganta, pero no dice nada, Cesar no puede evitar reír y yo voy a la habitación de mi madre.

Después de tocar la puerta y que ella me diera permiso para entrar, me quedo contemplando a mi madre que está hermosa, con ese vestido azul cielo, unas zapatillas negras y el pelo suelto.

- Te ves hermosa, mamá - digo acercándome a ella.

- Tú te ves feliz - dice con ternura.

- Lo soy, mamá. No te imaginas cuánto.

- Estoy tan feliz por ti - acaricia mi mejilla - Tú más que nadie mereces ser feliz.

- Cesar me pidió que me fuera a vivir con él - ella sonríe, pero veo un deje de nostalgia en su mirada - Y acepte.

- ¿Te vas? - dice Vanessa desde la puerta, con mis manos le pido que se acerque.

- Si - le digo, veo sus ojos cristalizarse - Pero, eso no implica que me vaya a olvidar de ustedes, siempre que pueda voy a venir a visitarlas, me mantendré llamándolas.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo - levanto mi mano derecha - Además no crean que se van a liberar tan fácilmente de mí...

CESAR PARRA.

Llegamos a un restaurante muy acogedor y todos los comensales nos miran, ya que vamos acompañados de tres hermosas mujeres, en lo que esperamos nuestra mesa vamos a la barra por unos cocktails y alguien muy conocido se acerca a nosotros.

- Hey, gemela - dice Christian en forma de saludo viene acompañado de una rubia muy despampanante y plástica - ¿Cómo estás?

- Bien - atraigo a T/n hacia mí - Te presento a T/n Meza mi novia - él me mira sorprendido y luego como es su costumbre se acerca a T/n y la besa en la mejilla.

- Hola, cuñadita. Soy Christian Parra, el hermano mayor de Cesar.

- Mucho gusto, Christian - dice, T/n. Luego nos presenta a su acompañante llamada Carolina, hago lo mismo con las personas que nos acompañan y noto que sostiene la mano de Vanessa más de la cuenta haciendo que esta se sonroje.

Nos llaman para ocupar nuestra mesa y los invito a que nos acompañen, la cena estuvo deliciosa, pude notar las miradas que se daban Vanessa y Christian el cual no disimulaba para hacerlo y para echarles piropos.

- Cesar abrieron un nuevo night club y vamos a ir a conocerlo, ¿Quieren venir con nosotros? - dice Christian.

- ¿Quieres ir? - le pregunto a T/n agarrando su mano, ella siente luego miro a Vanessa asiente también - Si te acompañamos.

Fernando se ofreció de llevar a Chloe a la casa, al parecer Carolina se dio cuenta de que sobraba y se excusó diciendo que tenía que viajar, media hora después llegamos a un exclusivo club repleto de gente, fuimos a una mesa, en ella se encontraba el gemelo de Cesar, su novia y su prima. Nos sentamos, una camarera cogió nuestros pedidos, dos Cosmopolitan y dos cuba libre, atraigo a T/n hacia mí y la beso, en ese momento llegan nuestras bebidas y brindamos.

- Por nosotros - dice Christian mirando a Vanessa.

- Por nosotros...

Ya es más de media noche estoy en la pista bailando con T/n quien se mueve contra mi cuerpo de una manera sensual haciendo que todos mis sentidos se activen, su delicioso trasero roza mi prominente erección, la agarro por la cintura y la pego a mi cuerpo se mueven al ritmo de la música, la pongo frente a mí y seguimos bailando hasta que no resisto que solo dos pedazos de tela no me dejen disfrutarla como yo quiero.

- Quiero hacerte mía - digo en su oído y muerdo el lóbulo de su oreja, haciéndola gemir.

- Que te lo impide - dice y lame mi cuello, ese es el detonante de ni pasión, camino hacia Christian que está bailando con Vanessa y le digo que nos vamos, me dice que él la lleva a su casa. Nos fuimos a despedir de Carlos, Lilian y Andrea.

- Cuídala y compórtate - lo amenazo antes de salir del lugar.

Llegamos al departamento y subimos al ascensor, pero no resisto más la voy a hacer mía aquí, nos saciaremos y cumpliré una de mis fantasías, la pego contra la pared y la beso de manera posesiva, muerdo sus labios, mientras mis manos recorren sus piernas hasta llegar a sus bragas que ya están húmedas.

- Te lo voy a hacer aquí, T/n. ¿Quieres? - digo con voz ronca y hago círculos en su clítoris por encima de la tela.

- Sí, Amo - gime, la miro a los ojos y están llenos de deseo, acaricio sus senos por encima de la tela y los siento duros de un solo jalón rompo sus bragas y la embisto con dos de mis dedos, la escucho gemir, mientras se mueve al compás de mis dedos, cuando la siento tensarse saco mis dedos y la sustituyo por mi erección, le pido que enrede sus piernas en mis caderas y la hago mía...

"Ya es muy tarde 2" "Vuelvo a tí"🫀🫶🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora