"Ya es muy tarde 2" "Vuelvo a tí"🫀🫶🏻

CAPÍTULO 16

T/N MEZA.

Estoy recostada sobre la cama, siento como la puerta se abre y unos pasos se acercan a mí, la cama se hunde de un lado mientras unas manos me acarician.

- T/n - dice mi madre - ¿Estás bien? ¿Qué paso? Por favor mírame - su voz es angustiosa, me doy la vuelta y al verme su rostro se desencaja - ¿Que está mal?

- Cesar, no confía en mí - sollozo - Me está acusando de algo que te juro, no hice, pero él no me cree y decidió terminar lo nuestro.

- Oh, mi niña - me envuelve en sus cálidos brazos y ahí me permito llorar - No te preocupes, amor. Yo siempre voy a estar aquí, llora hoy que mañana dolerá menos y la vida tiene que continuar...

Hace un mes que no veo a Cesar, como dijo mi madre la vida continua, el trabajo en la editorial ha sido de gran ayuda, ya que mantengo mi mente ocupada, pero cuando llego a la casa siento un gran vacío en mi pecho, he sabido por Christian que Cesar está en Canadá por asuntos de trabajo, por lo menos uno de los dos está bien, no he vuelto a saber nada de Cornelio y eso me mantiene tranquila.

- T/n, el señor Roach quiere verte - dice Elizabeth, frente a mi escritorio.

- Ahora mismo voy - tomó los manuscritos que ya revisé para entregárselos y subo las escaleras, toco la puerta y me dan acceso.

- Señor Roach, ¿Me llamaba? - digo al entrar.

- Si, T/n. Toma asiento - hago lo que me pide - La editorial ha pasado por una proceso de reingeniería e inversiones - yo solo asiento - El nuevo socio y yo tenemos una reunión pactada para el viernes a las 10:00 am, por tu gran trabajo y esfuerzo te voy a proponer como editora - no puedo evitar sonreír - Necesito que hagas un resumen de los trabajos que has hecho este último mes y me lo envíes por correo esta tarde - dice.

- Por supuesto, señor - digo emocionada - ¿Se le ofrece algo más? - él niega con la cabeza y me pongo de pie tan rápido que el suelo se mueve bajo mis pies, no es la primera vez que me pasa las últimas dos semanas mi estómago está intolerable a todo, pero el peor momento es en las mañanas, me apoyo sobre la silla para no carme y respiro profundo.

- ¿Estás bien, T/n? - dice poniéndose de pie y tomando mi antebrazo.

- Sí, señor - miento - No se preocupe.

- Lo que hablamos aquí necesito total discreción de tu parte, por favor - me pide.

- Yo soy una tumba - digo, él ríe, salgo de su oficina y voy hacia mi escritorio.

- ¿Para qué te necesitaba, Roach? - dice, Elizabeth. Quien últimamente se ha convertido en mi sombra, no me pierde ni pie ni pisada.

- Que le entregara los manuscritos pendientes - digo y parece poco convencida, solo asiente y se da la vuelta, continúo trabajando hasta que llega la hora de ir a mi casa, al llegar encuentro a mi mamá preparando la cena.

- Hola, mamá - me acerco a ella y beso su mejilla.

- Hola, mi niña. ¿Cómo te fue? - dice.

- Bien, me van a proponer como editora con el nuevo jefe - le digo, la veo sonreír y nos abrazamos.

- Qué bueno, corazón. Me alegro por ti, parece que te leí el pensamiento e hice tu cena preferida - la veo sacar una lasaña del horno que huele delicioso, pero mi estómago se revuelve al instante y algo amargo sube hasta mi garganta haciéndome correr al baño y depositar mi almuerzo, siento las manos de mi mamá en la espalda, cuando termino voy hacia el lavabo y lavo mis dientes bajo la atenta mirada de mi madre - ¿Te sientes mejor? - yo asiento - T/n, tienes que ir al médico no es normal que esto te pase tan a menudo.