Han pasado dos años desde aquellos momentos íntimos y transformadores, y mi vida ha ido increíblemente bien. He estado reflexionando sobre el futuro y sintiendo que es el momento adecuado para dar el siguiente paso en nuestra relación.Después de visitar una tienda de anillos de compromiso y pasar semanas pensando en el momento adecuado, finalmente tomé la decisión. Hablé con mi padre, buscando su consejo y su apoyo. Su aprobación fue valiosa y me dio el valor que necesitaba.
Luego, me dirigí a mi suegro para pedir su permiso para proponerle matrimonio a Jenna. Su respuesta fue cálida y alentadora, aceptando gustosamente mi solicitud. Con el apoyo de ambos, me sentí más segura de que este era el momento perfecto para hacer la pregunta.
Durante nuestras vacaciones en París, sentí que el momento había llegado. Caminábamos las tres, tomadas de la mano, disfrutando de la magia de la ciudad.
Decidí que el lugar perfecto para hacer la propuesta era frente a la Torre Eiffel. Era de noche y las luces brillaban intensamente, creando un ambiente romántico y mágico.
Nos detuvimos frente al icónico monumento, y me arrodillé en el suelo, sacando el anillo de compromiso. Jenna, sorprendida, me miró con los ojos abiertos, mientras Emilia se aferraba a su mano, expectante.
— Jenna.... — comencé, con el corazón latiendo con fuerza. — Estos dos años han sido los más felices de mi vida. Me has mostrado un amor y una alegría que nunca imaginé. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Saqué el anillo, su brillante destello reflejando las luces de la Torre Eiffel, y continué:
— ¿Te casarías conmigo? —
Jenna me miró con lágrimas en los ojos, su emoción palpable. La magia del momento y la belleza del entorno hicieron que esta propuesta fuera un recuerdo inolvidable.
En el silencio de la noche, con las luces de la Torre Eiffel parpadeando como un fondo mágico, el tiempo pareció detenerse. Jenna, con lágrimas brillando en sus ojos, me miró con una mezcla de sorpresa y emoción. Emilia observaba, sus ojitos grandes llenos de curiosidad y alegría.
— ¡Sí! — exclamó Jenna finalmente, con una sonrisa radiante mientras asentía con la cabeza. — ¡Sí, claro que sí!
Me levanté con el corazón rebosante de felicidad y deslicé el anillo en su dedo, nuestro momento perfecto inmortalizado bajo las estrellas parisinas. Jenna se lanzó a mis brazos, y el abrazo fue cálido y lleno de amor.
Emilia, emocionada, se unió a nosotras en un abrazo grupal. La noche en París se convirtió en un recuerdo imborrable, con la Torre Eiffel como testigo de nuestro amor y compromiso.
Pasamos el resto de la noche disfrutando de la vista, celebrando con una cena en un restaurante cercano, y compartiendo nuestro entusiasmo por el futuro que estábamos a punto de construir juntas. Este momento marcó el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras vidas, lleno de promesas y sueños compartidos.
Después del increíble viaje que pasamos en París, regresamos a casa con el corazón rebosante de felicidad. Decidimos reunir a todos para compartir nuestra emocionante noticia. En la sala estaban mi padre, mi suegro, mi ex colega Mills y la amiga de Jenna, Shopie.
— Bueno, familia... — comencé, poniéndome al lado de Jenna mientras ella mostraba su anillo de compromiso con una sonrisa radiante.
El silencio inicial fue rápidamente reemplazado por expresiones de sorpresa y alegría.
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Teacher's pet || Jenna Ortega x Fem.
Fanfiction𝙈𝙤𝙧𝙜𝙖𝙣 𝙀𝙫𝙖𝙣𝙨, una profesora británica, llega de intercambio a una preparatoria en 𝙇𝙤𝙨 𝘼́𝙣𝙜𝙚𝙡𝙚𝙨, donde conoce a 𝙅𝙚𝙣𝙣𝙖 𝙊𝙧𝙩𝙚𝙜𝙖, una estudiante carismática que pronto se siente atraída por ella. A medida que el semestre a...