Teacher's pet || Jenna Ortega x Fem.

THE END.

Después de ese momento de paz, Morgan comenzó a ver a su madre, como si estuviera en un sueño. Claramente confundida, se levantó del sofá, sus ojos fijos en la figura que se materializaba frente a ella.

— ¿Morgan? — preguntó Jenna, notando el cambio en su esposa, su voz cargada de preocupación.

Pero Morgan no contestó. Sus lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras se acercaba lentamente, con la mirada llena de anhelo y desconcierto. Extendió una mano, temblorosa, como si intentara tocar lo que parecía ser su madre, esperando que el contacto fuera real, que el pasado pudiera volver a su presente aunque fuera solo por un momento.

— Mamá. — dijo Morgan con voz temblorosa, como si temiera que al pronunciar esa palabra, la imagen frente a ella se desvaneciera.

Jenna y Emilia se acercaron rápidamente, sus rostros llenos de preocupación. Jenna colocó una mano en el hombro de Morgan, tratando de anclarla a la realidad, mientras Emilia, con los ojos muy abiertos, miraba a su madre sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo.

— Amor, estamos aquí — murmuró Jenna suavemente, buscando calmar el evidente dolor en los ojos de Morgan. — ¿Qué ves?

Pero Morgan solo podía ver a su madre, una figura que parecía estar tan cerca y, a la vez, tan inalcanzable.

Las lágrimas comenzaron a salir descontroladamente de los ojos de Morgan, surcando su rostro mientras avanzaba lentamente hacia la figura de su madre. Era como si todo el dolor y la añoranza que había guardado durante años finalmente se liberaran en ese instante.

— Mamá... — repitió con la voz entrecortada, extendiendo una mano temblorosa hacia la figura ilusoria.

Jenna, al ver la intensidad de las emociones de Morgan, la sostuvo con más firmeza, acercándola hacia sí misma, mientras Emilia, visiblemente afectada, se aferraba al otro lado de su madre, queriendo ofrecerle consuelo aunque no comprendiera completamente lo que estaba sucediendo.

— Morgan, estamos aquí contigo — susurró Jenna, sus propias lágrimas empezando a formarse al ver el dolor de su esposa. — No estás sola.

Emilia, visiblemente triste, sacudió suavemente a su madre, intentando traerla de vuelta a la realidad.

— Mamá... — dijo con la voz temblorosa, sus ojos comenzando a cristalizarse al ver el estado de Morgan.

Jenna, al notar el quiebre en la voz de su hija, también sintió su propio corazón apretarse. Se inclinó más cerca de Morgan, envolviéndola con cuidado en un abrazo protector, mientras su mano se extendía para tomar la de Emilia.

— Estamos aquí, Morgan, y siempre estaremos contigo, — murmuró Jenna con ternura, mientras Emilia, incapaz de contener más sus propias emociones, apretaba la mano de su madre, uniendo a la familia en ese momento de vulnerabilidad compartida.

Finalmente, Morgan vio cómo la imagen de su madre comenzaba a desvanecerse, con una sonrisa pacífica en su rostro.

— ¡No! ¡Mamá! — gritó Morgan, extendiendo su mano desesperadamente hacia la figura que desaparecía, su voz quebrándose en un sollozo profundo.

Jenna y Emilia la sostuvieron más fuerte, sintiendo su dolor como propio, mientras Morgan se hundía en el abrazo de su familia, el eco de sus palabras resonando en la habitación.

Morgan cayó de rodillas, incapaz de soportar el peso de la pérdida que acababa de revivir. Las lágrimas seguían fluyendo sin control, mientras su cuerpo temblaba de dolor. Jenna y Emilia se arrodillaron a su lado, envolviéndola en un abrazo, tratando de ofrecerle consuelo en medio de su desolación.