Teacher's pet || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 5 - Unexpected Encounter.

El sábado por fin llegó, y el aire fresco del centro comercial me hizo sentir algo más ligera. Emilia caminaba de la mano de mi padre, emocionada por cada escaparate que veía. Sus risas eran contagiosas, y me hacían olvidar, aunque fuera por un momento, las dudas que había tenido durante la semana.

— ¡Mira, mamá! — gritó Emilia, señalando una tienda de juguetes. —  ¡Esa muñeca es igual a la que tengo en casa!

Sonreí, disfrutando de su entusiasmo.

— ¿Podemos entrar a verla, abuelo? — pidió Emilia, mirándolo con esos grandes ojos que siempre conseguían lo que querían.

Mi padre soltó una carcajada y asintió, sin poder negarse.

— Claro que sí, pequeña. Vamos a ver qué tienen. Morgan, ¿quieres acompañarnos? — preguntó, girándose hacia mí.

— No, iré a la cafetería a pedir algo para nosotros. Les alcanzó ahí. — respondí. Necesitaba un momento para mí, para ordenar mis pensamientos.

Mientras los veía alejarse, me dirigí a la cafetería del centro comercial. Pedí un café y una leche con chocolate para Emilia, pensando en cuánto me alegraba que mi padre estuviera ahí con nosotras. Había sido una semana larga, y esta pequeña salida familiar era justo lo que necesitaba.

Sin embargo, mientras esperaba en la barra, escuché una voz conocida.

— Jenna, ¿quieres que vayamos a ver esa nueva tienda de ropa? Dicen que tienen descuentos increíbles. — dijo una voz femenina.

Me volví, y ahí estaban: Jenna y su amiga Sophie, caminando por el pasillo en nuestra dirección. Sentí cómo mi corazón se aceleraba sin razón aparente. Tragué saliva, intentando mantener la calma.

Jenna no me había visto aún, pero Sophie sí. Al notar su mirada, Jenna también giró la cabeza, encontrando la mía en el proceso. Nos quedamos mirándonos por un momento que se sintió eterno, hasta que finalmente, Jenna esbozó una pequeña sonrisa.

— Profesora Evans... — saludó, su voz algo tímida, pero con una nota de sorpresa.

— Jenna... — respondí, tratando de sonar lo más tranquila posible. — ¿Qué tal todo? ¿Disfrutando el fin de semana?

Jenna asintió, mientras Sophie observaba la interacción con una ceja arqueada, como si estuviera captando algo más en nuestra conversación.

— Sí, vine con Sophie a dar una vuelta. ¿Usted está aquí con su familia? — preguntó, mirando a su alrededor.

— Así es, estoy con mi hija y mi padre.
— respondí, señalando hacia la tienda de juguetes.

— Qué bien. — dijo Jenna, con una sonrisa genuina. Pero había algo en su mirada, algo que me hizo sentir una ligera incomodidad.

— Deberíamos irnos, Jenna. —intervino Sophie, lanzándome una mirada rápida antes de jalar suavemente a su amiga del brazo. — No queremos perder esas ofertas, ¿verdad?

Jenna asintió lentamente, sin quitarme la vista de encima.

— Sí, tienes razón. Profesora, que disfrute el día con su familia. —dijo, mientras comenzaban a alejarse.

— Gracias, Jenna. Lo mismo para ti. — respondí, intentando sonar despreocupada.

Me quedé mirando cómo se alejaban, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Jenna siempre había sido una estudiante ejemplar, pero últimamente, había algo más en sus interacciones conmigo, algo que no terminaba de comprender. Me esforzaba por no darle más importancia de la que merecía, pero sabía que, en el fondo, no podía ignorar la sensación de que algo estaba cambiando.