Capítulo 18 - Christina Evans.

140 15 9
                                    




Me encontraba en mi casa, con Jenna sentada a mi lado. El ambiente estaba tranquilo, pero sabía que había algo en su mente.

— Tengo que irme... — dijo, mirando su reloj con una expresión sombría. — Hace dos meses que mamá falleció. Y mi papá quiere que lo acompañe a visitarla.

Noté la tensión en su voz, el peso de la tristeza que aún cargaba.Su madre había sido una figura importante en su vida, y el dolor de su pérdida aún estaba fresco.

— Jenna, no tienes que ir sola. — dije, tomando su mano con suavidad. — Puedo acompañarte, si quieres. No tienes que pasar por esto sola.

Ella me miró, sorprendida, y vi cómo una mezcla de alivio y duda cruzaba por su rostro.

— No sé si estoy lista para ir, Morgan... Es demasiado pronto. — confesó, sus ojos brillando con lágrimas que intentaba contener.

— No tienes que estar lista. — le respondí con ternura. — Pero a veces, estar con alguien que te apoya puede hacer que las cosas difíciles sean un poco más llevaderas. Emilia también puede venir. Haremos esto juntas.

Jenna asintió lentamente, apretando mi mano con más fuerza.

— Gracias... no sé si podría hacerlo sin ti. —

Le sonreí, inclinándome para besar su frente.

— Estoy aquí para ti, Jenna. No importa lo que pase, siempre estaré aquí. —

Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la presencia de la otra, hasta que finalmente decidimos prepararnos para el viaje.

Sabía que sería un día difícil, pero no quería que Jenna enfrentara esa tristeza sola. Juntas, podríamos enfrentar lo que fuera necesario.

Nos vestimos de manera formal, preparándonos para la visita al cementerio. El aire solemne que rodeaba la situación me hizo reflexionar sobre lo que significaba este momento para Jenna.

Emilia llevaba un vestido negro sencillo, que contrastaba con su habitual energía y alegría. Jenna vestía un vestido similar, oscuro y elegante, pero lo suficientemente sobrio como para reflejar el respeto que sentía por la ocasión. Yo, por mi parte, opté por un traje negro, queriendo mostrar mi apoyo a Jenna de la manera más digna posible.

El camino hacia el cementerio fue silencioso, cada una de nosotras perdida en sus pensamientos.Sabía que esta sería una prueba emocional difícil para Jenna, pero también era un paso necesario para su proceso de duelo.

Al llegar al cementerio, tomé la mano de Jenna, dándole un apretón suave para recordarle que estaba allí para ella. Emilia caminaba a nuestro lado, mirando a su alrededor con curiosidad, aunque entendía que este no era un lugar para juegos.

— Cuando estés lista. — le susurré a Jenna, dejándola decidir cuándo quería acercarse a la tumba de su madre.

Jenna respiró hondo, asintiendo lentamente, y juntas, avanzamos hacia el lugar donde descansaba Natalie Ortega.

Nos detuvimos frente a la lápida, y Jenna soltó mi mano, dando un paso adelante. Su mirada se posó en el nombre grabado en la piedra, sus labios temblaban ligeramente mientras luchaba por contener las emociones que la inundaban.

Emilia, de pie junto a mí, tomó mi mano. Sentí su pequeño apretón, como si tratara de comprender la solemnidad del momento.

— Mamá... — Jenna susurró, su voz quebrándose. No estaba segura de si estaba hablando con su madre, o con ella misma, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

Teacher's pet || Jenna Ortega x Fem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora